1.
Todo libro de Roald Dahl garpa. El señor Dahl es otro que nunca me decepciona. Para los que no saben, estamos hablando de literatura infantil, ágil e inteligente, sin finales específicamente felices, del autor de Charlie y la fábrica de chocolates y de Matilda, entre otros. Yo llevo leídos unos cuantos, varios en inglés (porque mucho de la gracia está en la prosa) y me encanta. Este, justo, no está tan bueno: se trata de un señor que engaña a su vecina de abajo cambiándole la tortuga por otra más grande para que ella crea que él tiene poderes, y así conquistarla. No hay aprendizaje al final: ella es engañada y él logra su cometido. ¿Roald machirulo? Hagamos un seminario para debatirlo.
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