jueves, 11 de febrero de 2010

La novela de Perón, de Tomás Eloy Martínez

1. Tomás Eloy Martínez se murió hace poco: el 31 de enero. Yo empecé a leer este libro en algún momento de octubre o noviembre de 2009, y lo terminé recién el 11 de febrero de 2010. Es decir que el tipo se murió mientras yo lo estaba leyendo. Antes ya me parecía un problema leer a Martínez, por ejemplo no lo saqué nunca de la mochila en la facultad por esto de que era medio conservador y de La Nación y me iban a mirar mal (yo suponía). Pero desde que murió, el problema pasó a ser que no sólo estaba leyendo al tipo de La Nación, sino que además lo estaba leyendo cuando recién había muerto, y me sentía como el que se pone la camiseta de Los Fabulosos Cadillacs porque se juntan y tocan en River, o el que se compra el DVD posmortem de la negra Sosa grabando el disco pre-mortem. Tan es así, que casi me hago famoso, pero mis afanes me lo impidieron. Resulta que pasó esto: http://clubculturalmatienzo.files.wordpress.com/2010/02/revistaenieweb.jpg Donde dice "Más allá, un chico de anteojos lee una novela de Orlando Rodríguez mientras aguarda el comienzo de la función", ese soy yo. La novela de Orlando Rodríguez que pensó Erlan que yo estaba leyendo es Chiquita, la historia de una enana cubana o algo así, que también está editada por Alfaguara y es igual de voluminosa, aparentemente; debido a mi pudor intelectual ni él ni nadie vio la tapa. Oquéi, lets muv on.













2. La novela de Perón, de Tomás Eloy Martínez, es un socotroco de 478 páginas que pesa como si tuviera el doble en la edición que leí yo (la de la foto). Sucedió que un profesor en la facultad mencionaba mucho al libro este cuando hablaba de Perón y de Ezeiza, y entonces me pareció que valía la pena. Una anécdota: Según este profesor (y según la novela) durante los últimos años de Perón en Madrid, en su casa de Puerta de Hierro el general ya no daba ninguna orden, por decidia y también porque López Rega hacía todo por él, desde decidirle la agenda, lo que se iba a poner o lo que iba a comer, hasta abrir o cerrar el paso a las múltiples visitas. Con todos era igual, menos con Martínez. El general le había tomado mucho aprecio al periodista, y si se enteraba que estaba lo hacía pasar directamente. López Rega trataba de estar siempre presente en las conversaciones de Perón y Martínez, así que una vez el periodista le dijo al otro: "General, yo vengo a hablar con usted, no con su mucamo". Eso le valió a Martínez tener que rajarse apenas se murió Perón, por amenazas de la AAA, y no poder volver hasta el '83.

3. La novela de Perón es una historia coral, con personajes cuyos derroteros confluyen en Ezeiza cuando va a llegar Perón a la Argentina y ocurre la masacre esta. Los personajes que se van delineando son tanto de los fachos como de los montoneros. También hay algunos que son apolíticos, y sirven para contar la infancia y juventud de Perón, y en Ezeiza aparecen como un grupo de viejos que una revista juntó ahí para hacer un fotoreportaje porque todos conocieron a Perón en otra época: un primo, la hermana de la primera mujer, etc. Un personaje, Zamora, es el obvio alterego de Martínez. Pero el autor hace algo interesante: en un momento, Zamora empieza a hablar de Tomás Eloy Martínez como de un periodista al que conoció. El mejor capítulo se llama "Primera persona", y el que habla es Martínez, acerca de cuando conoció a Perón la primera vez que le hizo un reportaje.
Entonces, me le acerqué. Le oí decir exactamente lo que yo esperaba que dijera. Sentí que él siempre adivinaba cómo lo veía el otro; que él se adelantaba a encarnar esa imagen. Había sido ya el conductor, el General, el Viejo, el dictador depuesto, el macho, el que te dije, el tirano prófugo, el cabecilla del GOU, el primer trabajador, el viudo de Eva Perón, el exiliado, el que tenía un piano en Caracas. Quién sabe qué otras cosas podía ser mañana. Tantos rostros le vi que me decepcioné. De repente, dejó de ser un mito. Finalmente me dije: él es nadie. Apenas es Perón.
Eso es por el principio del capítulo. Tiene nueve carillas, en una novela de 478, pero es sin duda el mejor capítulo. Por un lado, porque a pesar de ser muy literario, te acerca más a conocer a Perón que todo el resto de la novela. Además, y a pesar de lo pretencioso o tal vez por eso mismo, es el capítulo más sincero creo yo. Y como dije antes eso era lo que buscaba en la novela. Me gustan mucho los epígrafes de frases de Perón en algunos capítulos. Por ejemplo
Cuando los chinos quieren matar a los gorriones, no dejan que se posen en los árboles. Los hostigan con palos, no dejan que se posen, y así les van quitando aliento, hasta que se les rompe el corazón. Con los que quieren volar mucho, yo hago lo mismo. Dejo que vuelen. Más tarde o más temprano todos se caen, como los gorriones.
Perón al autor, junio de 1966
Después, lo otro que está re buenísimo súper guachi es el diario de viaje de Mercedes Villalda Achával de Lonardi, la viuda de Lonardi. HECHOS REALES: Resulta que Perón y su primera mujer, anterior a Eva, vivían en Chile donde él era el agregado militar del gobierno argentino, en el '38. A Lonardi y a su mujer Mercedes los mandan a reemplazar a la pareja peronista. Durante un par de meses conviven, las mujeres se hacen amigas, Perón le enseña la tarea a Lonardi y le transmite todos los datos y la información correspondientes al cargo, y una misión: un chileno va a delatar secretos militares, Lonardi tiene que ir a la casa de un argentino a fotografiar unos planos, no lo puede hacer en la embajada porque no dá hacer espionaje ahí. Perón y su señora se van. Lonardi hace el trabajo y lo agarran con las manos en la masa. Como es un espía, lo encarcelan. Perón le había tendido una trampa. Ahora, fill in the blancks: ¿quién es el primer presidente de la Libertadora, el golpe de estado que derrocó a Perón en el '55? __________________ . Para la novela Martínez consiguió el diario de viaje de la esposa de Lonardi. Muy bueno. Otra cosa que me gusta es cómo construye al personaje Perón, que cuando aparece es tan fuerte que el narrador omnisciente que habla todo el tiempo termina entregándose, y de pronto el que habla en primera persona es Perón, sin que se introduzca el diálogo.

4. En mi opinión, si alguna vez se topan con el libro, agarren y lean el capítulo 14, y ya está. Salvo que tengan mucha intriga sobre Perón y lo que pasó en Ezeiza y todo eso, que para ver eso está bueno aunque claramente sea literatura y claramente esté sesgadísima la mirada del autor. El libro abona mucho a la teoría de que Perón era bueno y la culpa de todo la tiene López Rega. De hecho, el final es muy hollywoodensemente en ese sentido.

viernes, 5 de febrero de 2010

Patriotas : Héroes y hechos penosos de la política argentina, de Juan José Becerra

1. Me da re paja re escribir esta re seña así que la hago re corta. Este libro es lindo y salió en el verano para que los progresistas lo leyéramos en la playa. Yo, sin embargo, lo leí haciendo caca, viajando en bondi y tomándome una birra, en ese orden y en muy poco tiempo. Becerra es un periodista. El libro analiza crítica e irónicamente a algunos de los nuevos personajes de la argentina neo conservadora: hay un capítulo acerca del rabino Sergio Bergman, uno sobre monseñor Aguad, uno sobre De Narváez (muy gracioso), uno sobre el gaucho trucho este de la Federación Agraria, y uno muy bueno sobre Aguinis y su libro caca Pobre patria mía. Después hay un par sobre el conflicto con el campo y sobre el mundo sojero y cómo funciona el negocio de la soja que son interesantes, y en uno de ellos además hace un análisis de los libros El juguete rabioso de Arlt y Don Segundo Sombra de Güiraldes para relacionarlos con las ideas sobre el campo y la ciudad en la Argentina nuestra de cada día amén. Se destaca el hecho de que a pesar de ser muy anti opositores, el libro no deja de criticar de manera bastante dura al kirchnerismo (sobre todo por los errores boludísimos que cometieron con la 125). That's all folks!

viernes, 22 de enero de 2010

Cómo conocí a Evita y me enamoré de ella, por Juan Perón

1. Mientras estaba leyendo La novela de Perón (reseña, próximamente), un día en la librería de Darío vi que estaba este librito y me lo compré, por dos motivos. Uno, por la tapa:



Dos, porque en la novela y en Argentina III me hablaron sin parar del compañero peronista Perón y sus escritos, y yo no había leído nada y quería ver cómo escribía, sin para eso tener que leer estrategia militar. También influyeron el precio y el hecho de que ese día me compré un montón de libros, en una especie de ataque de despilfarro.

2. El libro está editado por el Instituto de Altos Estudios Juan Perón que dirige Antonio Cafiero (guarda). Consta de un prólogo de Cafiero, un artículo histórico sobre el contexto de producción del documento (fue durante el principio del exilio de Perón, en Panamá), un artículo en el que se compara como en línea histórica las vidas de Perón y Evita (está muy bueno), luego el documento propiamente dicho (pueden leerlo completo acá), un documento de dos carillas en el que Evita cuenta en sus palabras cómo conoció a Perón (creo que es transcripción de un discurso), y finalmente un artículo acerca del recorrido que hizo el cadaver de Eva desde el '55 hasta el '73. Y también trae fotos de la feliz pareja, que son muy lulus. La letra es enorme y la tipografía muy linda. Lo mejor es sin duda el documento de mi general cuánto valés, porque se va de tema un montón y se pone a hablar de otras cosas. Es gracioso cuando dice que él hizo el primer plan Marshall de la historia, porque le donó a la España franquista y a la Italia post WW2 un montón de trigo para que no se murieran de hambre. Y después habla de cuando fue Evita a hacer el recorrido por Europa en su nombre, y de cómo la recibieron como a una reina en todos lados, y está bueno porque en La novela de Perón hay un capítulo en el que el General se queja, recordando ese momento, de la envidia que le tuvo a Evita por cómo la trataron cuando a quién debían haber agasajado así era a él.

3. Cómo conocí a Evita y me enamoré de ella es copado como libro-objeto. También está bueno para regalárselo a una novia peronista. Yo por ejemplo se lo voy a regalar a la novia peronista de mi papá.

La noche es virgen, de Jaime Bayly

1. La noche es virgen es un librito de Anagrama que se ganó un premio Herralde de Novela, se ve que por falta de competidores decentes porque sino no sé por qué. Como no sé por qué, vamos a indagarlo: Si nos fijamos quiénes ganaron los premios estos, podemos observar que yo no conozco a casi nadie de los que ganaron antes del '97; que en el '97 ganó Bayly, y que al año siguiente ganó Los detectives salvajes de Roberto "El Chavo del 8" Bolaño. Las diferencias de trascendencia entre La noche y Los detectives son descoyantes: mientras la primera es una novelita que estuvo bien leer en el verano, la segunda es una de las mejores novelas que leí hasta ahora. En fin, quiero decir que no entiendo la coherencia del jurado ese, pero ta, problema del finado Herralde. Sigamos.

2. (En referencia al post de La presa: otra cosa que podemos observar en los premios estos, es que Justo Navarro es alguien que casi ganó un premio, y que escribió cosas. Así que descarto mi teoría de que fuera un oscuro empleado de la editorial al que le pidieron que ocupe espacio. Igual, eso es lo que hace, y además te caga una sorpresa: no lean el prólogo de La presa.)

3. Para quién no conoce a Jaime Bayly, el señor este es un peruano que escribe libros y que también trabaja en televisión, es como una star de ese mundo latinoamericano que gira en torno a Miami. Digamos que de alguna manera está en el mismo plano que Susana Giménez (papapapa parabá, papapapapapá). Acá en Argentina se hizo conocido en algún momento de principios del 2000 por hacer la gira de los programas faranduleros diciendo a todo mundo que es bisexual, algo que produce mucho escándalo en Perú pero que acá, ta. Creo que también se le declaró a Mariano Grondona o algo así. Este es Jaime Bayly en un buen momento, y este es Jaime Bayly ahora. Yo tenía una muy mala opinión sobre el personaje. El libro hizo que mejorara. Pero después vimos por televisión satelital el programa de Bayly que debe grabarse en Lima o en Miami, y estaba el tipo, sentado en un escritorio con una tela detrás (onda comunicado de Al Qaeda) hablando de lo elegante que le parecía Juanes y alguna mersada horrible más, sobre Arjona o algo así. Así que mi opinión volvió a caer. Además era muy aburrido.

4. PERO volviendo a la literatura, que es lo importante, (qué importante guarda). La noche es virgen tiene como protagonista a Gabriel Barrios, un alterego de Bayly de 21 años o así que trabaja de conductor en televisión y recorre las calles de Lima evitando ser reconocido e intentando garchar con otros varoncitos. Gabriel conoce a Mariano, se enamora, después conoce a la hermana de Mariano, se calienta, en algunos momentos toma F...FALOPA!, se endurece, y así. Está escrito en un modo coloquial con mucho slang limeño y un ritmo así muy trepidante que hace que leas rápido, pero a mí el chistecito ese ya no me conmueve mucho, ya leí El atravesado, que lo hace mejor (con el slang de Cali de los '70s), y también Delirio de Restrepo que lo hace mejor. De todas formas, aunque yo no me caiga de culo en un mambo re copado, es un buen recurso y es uno de los aciertos de la novela; otro acierto es el estilo de monólogo interno que sumado al ritmo hace que en ciertas partes te está contando algo que ya pasó y él ahora recuerda, y en ciertas partes está caminando por Lima en este momento y vos le estás leyendo los pensamientos, o más bien él te los está transmitiendo como si del mismísimo Charles Xavier se tratara; y todo eso sin solución de continuidad. Y el final me gustó, me hizo acordar al de Factotum.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

La presa, de Kenzaburo Oé

1. Es el Japón de la guerra, en un pueblito muy rural y pobre. El pueblito queda incomunicado por algún avatar de la guerra, justo cuando los cazadores encuentran en el bosque un avión yanqui caído, y a su piloto, un soldado negro. Los pueblerinos capturan al soldado enemigo y lo encadenan, pero no pueden tomar ninguna decisión hasta que lo vean las autoridades, que están en la ciudad a la que no pueden llegar. Con el tiempo el soldado negro sigue prisionero pero todos ya se acostumbraron a él, y camina suelto, con los japonecitos siguiéndolo por todos lados, fascinados con la criatura mitológica. Y después pasan otras cosas.

2. Está muy bien escrito. El protagonista es un nene y eso está muy bien desarrollado también. Oé tiene una capacidad enorme para el increscendo. Yo lo leí de la edición de Página/12 que salió hace tres meses, que sale nueve mangos y es recomendable. Si lo llegan a leer, les sugiero que no lean el prólogo porque es un resumen del libro entero. Además el prologuista es Justo Navarro, y ¿quién es Justo Navarro? Me parece una truchada para ocupar hojas.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Carta a un escritor latinoamericano y otros insultos, de Leo Maslíah

1. Este libro reúne un montón de cuentos cortos, de entre una y cuatro carillas, que lo convierte en una lectura ideal para cuando uno hace caca. El chiste en la mayoría de ellos se basa en el humor más pavo, y eso está muy bien. El cuento del título es este, que es menos pavo. Acá hay otros dos cuentos. El mejor es uno más largo que ahora no me acuerdo el nombre pero es todo el cuento muchas variaciones de un párrafo de la introducción de Payasadas (Slapstick or Lonesome No More), de Kurt Vonnegut. Cuando me devuelvan el libro transcribo el párrafo. Y explico mejor. Por fuera de ese cuento, los demás son mejores mientras más cortos. Fin.

2. ¡Oh! Justo en este momento llegó Dani y me devolvió el libro de Masliah. El cuento se llama Una familia divertida. El epígrafe, de Vonnegut es:
En una ocasión le conté a mi hermano que cada vez que intentaba reparar algún desperfecto de la casa, perdía todas las herramientas antes de terminar el trabajo. -Tienes suerte -me contestó-, a mí siempre se me pierde todo lo que investigo. Nos reímos.
Y entonces el cuento de Masliah se estructura en párrafos, así:
En otra ocasión, Angélica, nuestra ama de llaves, quedó encerrada en la casucha del perro. Esa noche, él tuvo que dormir en la jaula del canario. Nos reímos.
Una noche de invierno papá estaba triste y mientras todas nos acurrucábamos junto al fuego mamá, para consolarlo, le contó veinte chistes. Con los dos primeros nos reímos.
Una vez, mi hermano Heinz y yo sorprendimos a mi prima conversando con Gertrude, su muñeca. Mi prima expresaba pensamientos de gran fineza e ingenio, pero las respuestas de Gertrude eran tontas e inoportunas. Al principio nos calentamos pero después nos reímos.
Y va gananando en absurdo. A mí me parece very clever.

martes, 15 de diciembre de 2009

Bar del Infierno, de Alejandro Dolina

1. "Ella le preguntó si le gustaban los valses, y entonces fueron construyendo a través del muro una interminable conversación de fingidos asombros ante coincidencias que son inevitables entre las personas vulgares. Ella le prometió que se llamaba Mara y que amaba la pintura."

2. Siguiendo en la línea uncool, leí este libro, escrito por uno de los hombres cuya estética más me hace acordar a la palabra fugazzeta: Alejandro Dolina. Resulta que íbamos a ir a entrevistar a Dolina para el programa del tango para el que trabajé, porque el tipo sabe mucho. Por cosas del destino los que teníamos que ir éramos el director colombiano, su asistente colombiano y yo. Parece ser que Dolina es muy intolerante, y que si lo vas a entrevistar tenés que saber todo sobre él y compartir sus gustos y felicitarlo y llamarlo Maestro (cosa que ya noté con Ferrer, por ahí es un rasgo común de los tangueros viejos, no sé). Todo mi vínculo con Dolina es que leí hace ocho años Lo que me costó el amor de Laura, pero sin escuchar el cd (es una ópera tanguera), y nunca escuché su programa de radio ni recuerdo haber visto el de la tele, ni nada. Entonces agarré y me leí su último libro, éste, que saqué de acá de la biblioteca.

3. Debo reconocer que me sorprendí gratamente. Yo pensaba que me iba a encontrar con todos cuentos de Flores y el barrio y el fantasma del carnaval; pero aunque están esos, también hay cuentos de China y de la India y el Tao y también el rey y los caballeros, rarísimo. Y son buenos, además. Algunos son muy buenos, otros hasta ahí. Por ahí a ustedes lectores les parece obvio que Dolina es bueno, pero yo tenía un prejuicio. Igual no me cae bien, pero que escribe, escribe. Y que sabe, sabe. Y que leyó a Borges, bien o mal, leyó a Borges.

4. Transcribo uno que me gustó. Se llama "Magos".

Hsu Tang y Chao Ping tenían el poder de obrar prodigios. Una mañana se encontraron a orillas de un arroyo, en la región de Mingchong.
En el primer recodo de la conversación, Hsu Tang enfatizó un pensamiento ordenando al arroyo que dejara de fluir. El agua se detuvo inmediatamente. Chao Ping le retrucó entonces disponiendo el inmediato florecimiento de un sauce. El árbol se apresuró a cumplir. Los dos magos se entusiasmaron con aquel contrapunto y entre risas y vino siguieron demostrando su poder durante todo el día.
Al llegar la noche, la región de Mingchong se había transformado enteramente. Los lugareños no reconocieron su propia tierra y pensaron que alguna fuerza mágica los había alejado de ella. Inmediatamente, emigraron en busca de su hogar. Sólo algunos, deseosos de experiencias nuevas, permanecieron allí.
El maestro Wu Chang contó esta historia a sus alumnos. Al terminar el relato, les preguntó si habían entendido algo.
Uno respondió que la vida era un sueño de cambios vertiginosos y que nadie era nadie.
Otro, mientras se alejaba al galope, gritó que sólo podía regresarse hacia adelante.
El más joven recitó:
-Quien quiera volver al primer amor deberá buscarlo en otras mujeres.
Wu Chang dijo entonces:
-Me voy para siempre. -Y se sentó en silencio.

5. Lo otro que sabía de Dolina previamente es la frase suya de que todo lo que el hombre hace es para seducir a una mujer, que es una buena frase. Se aplica a los personajes de sus cuentos, por lo menos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

La ley de la ferocidad, de Pablo Ramos

1. Primero quiero decir mis críticas: Hay dos cosas que están mal a mi entender. Por un lado, hay un problema con el tiempo. Las trescientas cincuenta y pico de páginas que tiene el libro dan cuenta de dos días en la vida de Gabriel Reyes, los dos días que dura el velorio de su padre. El narrador es el protagonista, desde un momento posterior al de la historia, quien además recapitula sucesos de su pasado y del de su padre continuamente. Están muy bien todas las transiciones de presente de la escritura a presente de la historia narrada a pasado de ambas, son cosas onda "Escribo 'Camino por Rivadavia' y camino por Rivadavia, ahora cuando debería estar en el velorio de mi padre" (no tengo el libro acá, no es una cita, pero es algo así). Lo que está muy mal es que de tanto moverse, Ramos el autor perdió la noción del tiempo. Todas las cosas que Gabriel Reyes hace en el presente de la narración, ahí donde está su padre muerto, no entran ni en una semana, mucho menos en dos días con sus noches. La cantidad de veces que se sube a autos y viaja de Capital a Avellaneda, de Chacarita a Retiro a la villa de no sé dónde a Plaza Flores a Plaza de Mayo, y encima hay momentos en que duerme y encima tiene que ubicar la acción, los lugares. No dan los tiempos ni ahí. Es muy difícil además seguir el tiempo en el presente, tener idea de si está de día o de noche, en qué día está and staff.
Lo otro que no está bien es que más o menos en la página 335, de pronto y de la nada, el personaje te dice "cuando yo era adolescente me decían Jesús porque era muy católico y un día vi a un cura cojerse a un mogólico" (again, no es cita, acá es sólo la idea). ¡Cualquiera! ¡Súper descolgado! Si la leen van a ver que no tiene nada que ver ni con lo que venía pasando, ni con lo que sabemos del personaje durante toda la novela. Es como que por el final el autor dijo "¡uy, no bardié a los curas!" o algo así. Muy trucho eso.

2. Por lo demás, la novela está muy bien. Está muy bien escrita, como ya dije más arriba las transiciones están re bien; tiene buenas frases. El muchacho este, Gabriel Reyes, quien además creo que protagoniza otra novela de Ramos, es un hijo de puta, y como tal dice cosas graciosas como que unos coreanos, que están en un quilombo, "seguro que tienen la pija como arrolladitos primavera, seguro les piden a las pibas que se metan milanesas de soja en el culo" (no es cita). ¡Ah, la trama!: Gabriel Reyes es guitudo, pero no siempre fue así: su padre siempre fue de clase baja y peronista, obrero de una fábrica, y él mismo nació en el Viaducto, zona horrible de Avellaneda. Su padre muere, y él organiza un velorio de dos días para esperar a un tío de Sicilia. Por el velorio pasarán todo tipo de personajes relacionados con su propio pasado, así como con el de su padre (el énfasis que en la contratapa se da a la aparición de las ex-esposas, es en realidad un capítulo solo, y no tiene ninguna relevancia para la historia general). Gabriel es un alcohólico y merquero asqueroso, muy repugnante, asco caca, (aunque parece que está bueno porque se levanta minitas), y durante los dos días de la acción, va a comenzar a resolver póstumamente su relación con su padre, pasándola muy mal y tomando mucho wisky.

3. La mejor escena es la de las palomas.

4. Joni me dijo que odió a todos los personajes de la novela, pero que de todos modos eso le pasa últimamente con todas las novelas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

No juegues con fuego porque lo podés apagar (y otras piezas), de Leo Maslíah

1. ¡Sí, Leo Maslíah, el de Zanguango! Y con este libro comienza una seguidilla de lecturas uncool que estuve desarrollando últimamente. Y esta no es la más uncool.

2. Este es un libro de Ediciones de la Flor que tiene cuatro obras de teatro que escribió él y que se presentaron en Uruguay y en Argentina con él dirigiendo y actuando en algunos casos. Las obras son Juegos de salón, de 1990, El ama de llaves, de 1984 (que es como una obra de Chesterton drogado), Democracia en el bar, de 1986, y la del título, de 1993, que vendría a ser un La cantante calva charrúa. Son muy graciosas, de reirse para afuera, no de sonrisita de aprobación. La del '84 y la del '86 tienen cierta temática relativa a la dictadura que en Uruguay terminó en el '85.

3. En fin, eso.

martes, 1 de diciembre de 2009

Primer amor, últimos ritos, de Ian McEwan

1. En la biblioteca recibimos los dos diarios horribles todos los días, y los miércoles recibimos además, Página. Es discutible, pero para mí Página es un diario que se puede leer: con La Nación y sobretodo con Clarín no puedo pasar de página sin verme moralmente impelido a comentar en voz alta lo pelotudos que son los periodistas, lo pelotudos que son los titulares, los copetes, las volantas y los etcéteras. Y Nick. Sobre todo Nick. A Nick hay que hacerle un juicio popular y luego aplicarle la justicia popular, condenado por hacer los chistes más pelotudos del mundo. Los que no tienen contenido político son muy pelotudos. Y los que tienen contenido político son tipo: Personaje 1:- Cristina cada vez es más puta. Personaje 2:- Y cómo roban los Kirchner. Personaje 3:- Nunca estuvimos peor, el mundo se ríe de nosotros. Fin. Suele olvidarse de que tiene que hacer un chiste y se queda en eso. Ejemplo (es el del día de hoy; se puede hacer la misma operación con cualquier día, posta):



Bueno. ¿Alguién se río? ¿El chiste está en la cara de Shakira? El chiste podría ser reemplazado por un cartel que dijera: "Los Kirchner llegaron a donde están por la renuncia de De La Rua... SHAKIRA SHAKIRA".
Me fui de tema. Vuelvo. La cuestión es que primero recibíamos el Página por el libro Historia de la economía argentina del siglo XX, que salía en fascículos, y cuando eso se terminó vino lo de Galeano y seguimos. Nunca fue por el diario en sí, eso iría en contra de las estructuras mentales de mi jefa. Un día hace poco salió la propaganda de que Anagrama por su aniversario sacaba una colección de títulos de ellos en formato caca para vender con el diario del domingo por nueve mangos.
Yo no me llevo muy bien con mi jefa, y muchas veces nos peleamos como nenes chiquitos. Pero yo tengo 23 y ella 65. No sé quién de los dos tiene más derecho a comportarse como nene chiquito. Capaz ella. Si yo le propongo algo, ella va a decir "sí pero" más algo que se inventa en el momento. Es muy enervante.
Toda esta introducción no era necesaria salvo para contar que la colección la quiero para leerla YO y sólo YO, y que probablemente vean acá comentados todos los libritos estos porque son muy cortos y los leo en el laburo. Ya leí el primero, que es el del título. En realidad el primero es uno de Auster pero el kioskero, que es un pésimo emprendedor, nunca lo trajo.

2. Primer amor, últimos ritos es un libro de cuentos. Mi primera impresión es que McEwan no es nada original. Pero luego leo que el librito es de 1975, así que debo concluir que a lo mejor es original, pero en el contexto de otros autores posteriores, lo que tiene de transgresor se diluye bastante y el efecto de originalidad chuf chuf. Valen la pena un par de cuentos: me gustaron "Fabricación casera", en el que un chico que descubre la sexualidad empieza a fijarse en su hermanita (menor), y "El último día del verano", también protagonizado por un chico, que es huérfano y que vive con su hermano y otros drogones; es su último verano antes de la secundaria, y se muda con ellos una mujer muy gorda llamada Alice. Alice es un buen personaje, me cayó re bien, qué lulu. Y sobre todo me gustó "Conversaciones con un hombre armario", que está re bueno. Este último es verdaderamente ingenioso, y además la crueldad que el autor intenta transmitir todo el tiempo acá está tataratatá. No adelanto nada. "Pollón en el escenario" es malo (así, categóricamente). "Mariposas" es bueno pero predecible: un tipo raro y casi ermitaño es testigo de la muerte de una nena que se ahoga. Me gusta el título. Y hay dos cuentos más, que están bien pero ta. Un besito.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La muerte lenta de Luciana B., de Guillermo Martínez

1. Me lo prestó Daro a fines prácticos por una cosa.

2. Es un best seller de supermercado, del autor de Crímenes imperceptibles (que después fue la pelicula Los crimenes de Oxford). La leí en dos días porque no podía parar, que es lo que tiene que pasar con los best sellers para que por lo menos tengan la chance de gustarme. Es una historia de detectives supongo. Hay tres personajes: el protagonista, que es un escritor menor y es el que hará de detective; Luciana, la del título, que es la que acude a pedir ayuda; y Kloster, en principio el villano, que es un gran escritor, culto y popular y best selller.

3. Diez años atrás, el protagonista contrató a Luciana para que tipeara una de sus novelas por él, y él se enamoró de ella. En esa época, ella trabajaba para Kloster, que ya era famoso por su prosa, aunque no aparecía nunca por ningún lado y daba Salinger. Luego una serie de tragedias atraviesan la vida de Luciana y ella piensa que todo fue una conspiración urdida por Kloster contra ella. Al principio está muy bien, más o menos los tres primeros capítulos. Eventualmente hace agua, y el final no está a la altura de las circunstancias para nada.

martes, 17 de noviembre de 2009

Una novelita lumpen, de Roberto Bolaño



1. Ahora vi que salió en formato conchet, pero yo la leí en una edición muy linda que mide 13,5cm x 10cm (la de arriba). Tardé en leerla porque la usé como lectura de salidas sin mochila. Pero es corta. Joni la leyó en dos días. Las conclusiones de Joni sobre Bolaño, que se basan en este libro, en Los detectives salvajes, y en Estrella distante, y que no están vinculadas entre sí, son las siguientes:
- Roberto es un hijo de puta.
- Roberto es el más capo.
- Roberto piensa que si a una mina se la cojen en la oscuridad, no le importa quién sea el que se la coje.

2. Los elogios exagerados que se hacen de Bolaño, esto de que permite seguir creyendo en la literatura, estas cosas que salen en las contratapas de los libros de Anagrama, se acercan en este caso bastante a la verdad. Bolaño está por ahí arriba en mi podio desde Los detectives..., compartiendo con Cortázar (que se ganó su lugar hace muuuucho y no deja de merecerlo aunque yo ya no lo lea), Dostoievski y Bukowski. Hay muchos otros favoritos, pero estos son la primera línea, los que si todos los escritores fueran a pelear a las Cruzadas, ellos cuatro irían a la vanguardia, gritando... no sé... "¡Muerte al infiel!", o ¡Pis y Caca!", por ejemplo. O si todos los escritores fueran a las guerras napoleónicas, ellos cuatro estarían en la retaguardia, fumando un "pitillo" (si los traducen en Anagrama). O si todos los escritores fueran a cruzar los Andes, ellos cuatro irían en camilla, cargados por otros escritores menos capos. Etc.


------------------------Bolaño



-----------------Cortázar en su época pendeviejo



-----------------------Fédor o Fiódor o Fídor



-----------------------el Carlo


3. Qué mal que se llevarían Charles y Julio. Julio es demasiado zurdito al final de su vida para el gusto de Charles.

4. En Una novelita lumpen hay dos hermanos que se quedan huérfanos. Ella consigue trabajo en una peluquería y él en un gimnasio. Miran mucha televisión. Alquilan películas porno y las miran sin calentarse. Un día él trae dos amigos a la casa: el boloñés y el libio (todo transcurre en Roma). Los amigos se quedan. Nadie tiene plata. Los amigos tienen un plan delincuente, que la implica a ella y a un señor llamado Maciste (que es un excelente personaje). La frase inicial de la novelita lumpen en buenísima también, por todo lo que dispara. Yo volví una y otra vez a leer la primera frase en muchos momentos de la novela. La frase es "Ahora soy una madre y también una mujer casada, pero no hace mucho fui una delincuente". Yo no sé mucho de esas cosas, pero seguro que cumple con un montón de parámetros académicos de estructura narrativa re dificiles de usar: bah, digo porque me dio una sensación de maquinaria perfecta todo el tiempo, como un cuento del ciego Borges.

5. Para leer sobre Bolaño, el capítulo en los Ensayos Bonsai de Fabián Casas te re ceba.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Factotum, de Charles Bukowski



1. Bueno, Bukowski es el más capo y es el mejor. No voy a decir mucho más sobre esto. Más detalles sobre lo capo que es Bukowski, en el post de arriba.
Todos los libros de Bukowski son lo más, pero algunos son más lo más que otros. Éste está entre los que son más lo más.

2. Datos fácticos:
- es una novela.
- es de las primeras.
- tiene en la tapa una foto de Ethan Hawke, algo completamente desagradable e inapropiado. Es que Ethan hace de Chinaski en una versión cinematográfica de Factotum que salió en el 2002 creo, que no vi ni pienso ver. Odio cuando hacen eso. Está justificado si lo hacén en La naranja mecánica, o en Trainspotting (que de hecho tiene en la tapa el afiche de la peli). No está justificado en la mayoría de todos los otros casos. En algunos casos llega a ser criminal, como por ejemplo en el caso de El señor de los anillos, en donde Minotauro pasó de la hermosa edición blanca y dorada que algunos conocen, a una edición paperback de mierda con una foto de la peli en la tapa y por el mismo precio que antes.

3. Se sitúa en la época de la Segunda Guerra Mundial y en la post guerra, cuando en Estados Unidos hay un supuesto pleno empleo y salarios altos pero no hay derechos laborales porque los sindicatos congelan todo pedido y toda protesta y todo reclamo en un acuerdo con el Estado, basados en el interés nacional y la lucha con el comunismo. Henry Chinaski, Hank para los amigos, tiene más de veinte años y va de trabajo en trabajo, escabia y conoce mujeres, y nunca tiene un peso. En una línea cronológica, iría después de La senda del perdedor, me parece. Los capítulos son cortos y se destaca la enorme capacidad que el tipo tiene para los remates. Un ejemplo:
Me levanté y caminé hacia mi pensión. La luz de la luna era brillante. Mis pasos resonaban en la calle vacía y parecía como si alguien me estuviera siguiendo. Me di la vuelta. Me había equivocado. Estaba completamente solo.
Otro:
Jan quitó el sombrerito y sosteniéndolo con una mano empezó a besar allí donde había estado puesto. Sus ojos me miraban profundamente. El glande entró en su boca. Me caí de espaldas, condenado para siempre.


4. Último: un párrafo que me gustó en particular.
(...) Pensé que estaba muy bien que hubiera tantas vacantes de trabajo, aunque también me preocupaba un poco -probablemente harían que nos enfrentáramos de alguna manera. La ley del más fuerte. En América siempre había gente buscando trabajo. Siempre había un montón de cuerpos utilizables para reemplazar a otros. Y yo quería ser escritor. Casi todo el mundo era escritor. No todo el mundo pensaba en que podía ser dentista o mecánico de automóviles, pero todo el mundo sabía que podía ser escritor. De aquellos cincuenta tíos de la clase, probablemente quince o más pensaban que eran escritores. Casi todo el mundo usaba palabras y podía también escribirlas, en consecuencia casi todo el mundo podía ser escritor. Pero la mayoría de los hombres, por fortuna, no son escritores, ni siquiera conductores de taxi, y algunos -bastantes- desgraciadamente no son nada.
(lo de los taxis es porque está haciendo una prueba para ser contratado como taxista).

5. Un corto de animación sobre poema de Bukowski.

viernes, 6 de noviembre de 2009

La historia del amor, de Nicole Krauss

1. Al final me emocioné y casi que lloré un poquito en el bondi 132.

2. Es muy para mamás. Es tan para mamás que se lo presté a la mía.

3. Es súper moishe. Bah; en realidad los personajes son llamativamente todos moishes, sin que eso sea necesario para el buen desarrollo de la historia. Está el tema de la migración y la disperción, pero eso es común a muchos pueblos y no hacía falta que todos los personajes fueran judíos. Lo destaco por llamativo, no es de antisemita. Si yo tengo un amigo judío.

4. Es de Salamandra, que parece ser que edita libros para mamás. El otro que había leído yo de la colección es el del perro muerto a media noche, que comparte varias características con éste. Salamandra también edita Harry Potter, que re califica como para mamás.

5. Explico para quienes no comparten mi definición de libro para mamás: se refiere a libros lindos y nada oscuros, que se leen con agilidad, y que preferentemente cuentan con un final feliz. Llamarlos para mamás es una generalización (obviamente), en la cuál "las mamás" se refiere a mi mamá; es decir, un libro para mamás es un libro que mi mamá podría llegar a leer. Tal vez se puede hacer extensivo a todas las mamás de la generación de mi mamá que son las que ahora tienen alrededor de 50. Hoy es así, pero la definición de libros para mamás va a comprender a Bukowski dentro de unos años, cuando el concepto "las mamás" se refiera a las guarras de mis amigas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Jacobo el mutante, de Mario Bellatín

1. Me lo prestó Fabiola porque se lo pedí. Se lo pedí porque me había gustado Salón de belleza. Me había gustado Salón de belleza porque es como el de Saramago de los ciegos pero con un travesti.

2. Jacobo el mutante es como un ensayo sobre un libro perdido de un autor austríaco de nombre Joseph Roth, La frontera, que se trataría de un judío ortodoxo que primero tiene un bar en un pueblito de Polonia y después vive en Estados Unidos donde se convierte en su hija (?) y tiene una academia de baile en una ciudad infestada de academias de baile. Hay partes en cursiva, que son supuestas citas textuales a los fragmentos rescatados de la novela perdida, y las otras partes que son el supuesto análisis. Bellatín parece intentar que te confundas con los narradores de una y otra partes, pero el resultado no es nada interesante. El texto viene acompañado de unas fotos en blanco y negro que son una mierda. El libro es una mierda. Un bluf. Súper esnob. No lo lean. A menos que no tengan nada mejor que hacer: se lee en un toque (Bellatin habla en una entrevista de Pág/12 de lo curioso que le resulta que sus libros se lean en el tiempo que se tarda en mirar una película). Pero no se van a divertir. Algo mejor que hacer es por ejemplo leer la Viva.

3. El autor sobre el libro: En Jacobo el mutante quise usar fotografías que no fueran fotografías. Que no fueran apreciadas como tales. Es por eso que están incrustadas en el texto, con el vano fin de que puedan ser leídas de la misma forma que las palabras y que no ilustren, ni hagan muchas de las cosas que suelen hacer las fotografías, sino que muestren una textura que ayude al lector a darse cuenta de lo obvio, que todo es una mentira, que el autor no quiere que le crean, pero que, no obstante, lo más importante pretende estar presente: la conciencia de que se transcurre por una realidad paralela. Y también: Lo más terrible de la novela creo que es el sentido de la metamorfosis, darte cuenta de pronto de que tú ya no eres tú. Creo que ésa puede ser una de las pistas. Verse obligado, en una misma vida y de manera profundamente existencial, a asumir una vida diferente, desagradable la mayoría de las veces. Con el desagrado que produce lo artificial impuesto. (Las citas son de acá). Todo el programa teórico muy simpático e inteligente: el libro una gadorcha. Fin.

Seda, de Alessandro Baricco

1. De Baricco leí, y ya comenté con bastante entusiasmo, Los bárbaros, que es un ensayo sobre los valores de las nuevas generaciones que viven con la tele, la red, y todo eso, hipervinculando sin solución de continuidad. Baricco es evidentemente un buen observador, y tiene un interés profundo por estas cosas de la modernidad y la posmodernidad (es licenciado en filosofía). Hace poco me compré un ensayo suyo sobre la globalización que comentaré en un futuro, y también una novela.

2. Seda se sitúa en el siglo XIX, y es una historia moderna en lo que atañe a sentimientos y cursilería, al mismo tiempo que tiene eso de sistema-mundo que lo hace pensar a uno en que la globalización empezó con la llegada de Colón a América o antes. Se trata de un francés que viaja por el mundo para comprar huevos de gusano de la seda, lo cuales lleva a su village donde los gusanitos nacen y producen el género con el que se engalanan las damas galas. Las damas galas danzan, cantan, pastan las vacas, sanan las malas manzanas. En particular viaja a Japón. Y ahí conoce a una mujer. Ese es el argumento, básicamente. Es una novela corta, que tiene la letra grande y se lee muy rápido. Es el libro con el que Baricco se hizo conocido. Lo llevé de viaje y resultó que varios de mis compañeros de viaje, tres o cuatro, lo habían leído, así que parece que es medio popular. Es muy lindo. Es bastante para mamás.

La escritura o la vida, de Jorge Semprún

1. Me lo regalaron Mario y Ljubi por el mío cumpleaños del año pasado.

2. Jorge Semprún tenía 22 años cuando el ejército yanqui liberó el campo de concentración de Buchenwald en el que se encontraba hacía casi dos años, encerrado por comunista (preso político, triangulito rojo con S de Spanier). Había sido capturado en Francia, donde participaba de la resistencia armada contra la ocupación nazi. Después, durante la década del '50 y como miembro del PC, formó parte de la red clandestina que combatió al franquismo en España, con nombres falsos y cambios de domicilios, siendo uno de los capos. Después se pelió con la cúpula europea del PC, por esas cosas del camarada Stalin, y lo fueron junto a otras personas en los '60. A todo esto, antes del tema WW2, nacido de una familia aristrócrata (el viejo era alto funcionario del rey), se había criado en París y estudiaba filosofía en la Sorbona, y ya era escritor. Después lo siguió siendo. Chiquipim pim pam, chiqui chiqui pam, fue ministro de cultura del gobierno de Felipe González. Una vida interesante, me parece.

3. La escritura o la vida es de 1994. Es literatura, indudablemente, y a la vez es testimonio y fuente histórica, y es ensayística. Semprún analiza, en última instancia, un problema. Dice Semprún que cuando salió de Buchenwald intentó escribir y contar su experiencia, su vivencia en el campo, dado que sostenía la necesidad de contar a los demás lo que había sucedido de manera que fuera escuchado, y esto era a través del arte. Sin embargo, no pudo hacerlo: tuvo que elegir entre la escritura o la vida. Tuvo que autoimponerse el olvido por más de diez años para sobrevivir. Su primer libro sobre Buchenwald, El largo viaje, en el que habla de la llegada al campo, el tren, los perros, y todo eso, es recién del sesenta y pico.

4. El tema de cómo debe transmitirse la experiencia concentracionaria (últimamente estoy decidiendo dejar de usar los términos "Shoá" y "Holocausto", con o sin mayúscula, por su connotación religiosa, pero todavía no encuentro una forma que me satisfaga) me parece muy interesante. Hay un diálogo, más o menos en la mitad de la obra, y que probablemente sea ficticio, en el que se explicitan las diferentes posiciones y la del autor sobre el tema.
Dice uno:
Contar bien significa: de manera que se sea escuchado. No lo conseguiremos sin algo de artificio. ¡El artificio suficiente para que se vuelva arte!

Voy salteando cosas. Dice otro:
Bueno, escuchad. La verdad que tenemos que decir (en el supuesto de qe tengamos ganas, ¡muchos son los que no las tendrán jamás!) no resulta fácilmente creíble... Resulta incluso inimaginable...

Y otro:
-¡Eso está bien visto! -dice un tipo que bebe con aspecto sombrío, con resolución-. Tan poco creíble que yo mismo voy a dejar de creerlo ¡tan pronto como pueda!

(...)El otro tipo de comprensión, la verdad esencial de la experiencia, no es transmisible... O mejor dicho, sólo lo es mediante la escritura literaria... (...) Mediante el artificio de la obra de arte, ¡por supuesto!

Esto último es lo que cree Semprún, evidentemente.
Otro asunto resaltable es el de la militancia dentro del campo, tema poco o nada tratado en los testimonios que había leído hasta ahora; también el de los domingos, día de descanso, en el campo: las reuniones en el pabellón de los enfermos infecciosos, a donde los SS no entran por su miedo pánico higienista y eugenésico.

5. Estoy casi seguro que una influencia para Semprún en este libro debe haber sido Matadero 5 de Kurt Vonnegut, por párrafos como este:
Pero no podría haberle explicado todo esto a Claude-Edmonde Magny, por supuesto. En el mes de agosto del año 1945, fecha de esta conversación con ella, yo ignoraba todavía dónde y cuándo concluiría mi lectura de Marcel Proust(...)
.

6. En fin, que lo recomiendo. Es un poco para mamás, pero eso no me parece un agravio. Está bien escrito. Es ideológicamente copado. Los testimonios no judíos sobre el genocidio nazi, como ya dije con respecto a Vonnegut, me parecen necesarios: porque el "holocausto" no es judío, aunque algunas instituciones se esfuercen en hacer que se vea de esa manera y aunque hayan sido muertos en términos absolutos más judíos que gitanos o eslavos.

martes, 13 de octubre de 2009

Preacher

1. Voy a olvidar una vez más el concepto de reseñar libros de literatura en prosa, para reseñar algo que no lo es: un cómic. Preacher es una creación de Steve Dillon y Garth Ennis que se publicó entre los años 1995 y 2000 en Vertigo, de DC Comics. Hará un año que me di cuenta que otro beneficio (más) de internet es que uno se puede bajar historietas que nunca va a poder leer en papel, en su idioma original, y gratis, y leerlas con cualquier programa tipo el picture manager mientras hace de cuenta que está trabajando detrás de su mostrador correspondiente. Así leí Watchmen (que es de lo mejor del mundo, infinitamente mejor que la película que espero no hayan visto porque es una mierda hija de puta), después V de Venganza (que está muy buena también, la película le hace bastante honor a mi parecer y en algunas cosas está mejor inclusive -entre el cómic y la peli hay muchas diferencias porque el cómic es de los 80, pero están bien salvadas- ), y no me acuerdo si alguna más, y finalmente Preacher. Las otras dos son como miniseries de 10 u 11 capítulos; Preacher en cambio es larga larga y la estuve leyendo casi todo el año. Tanto la leí que quise comentarla acá, aunque además de las otras dos mencionadas leí muchas otras historietas en papel también en el tiempo que lleva operando este blog.

2. A Preacher llegué, como a otras cosas, por el Rufián Melancólico. Y me lo bajé de acá: http://www.taringa.net/posts/comics/1576602/Preacher-en-7-links.html. Se trata de lo siguiente, más o menos: Jesse Custer es un predicador en un pueblo de mierda. Un día se escabia y hace un escándalo en el bar del pueblo, de modo que al día siguiente todos están en misa para ver si dice algo al respecto. Pero entonces cae un bólido del cielo destruyendo la iglesia y matando a todo el pueblo, menos a Jesse Custer. Lo que cayó del cielo cayó efectivamente de El Cielo, y es algo tan poderoso que Dios (Dios) dejó su trono en el Cielo y nadie sabe dónde está. En el episodio de la iglesia Custer es poseído por algo que le confiere un poder (La Palabra del Señor) por el cual Custer puede hacer que cualquiera haga cualquier cosa que él le ordene. Pero Custer casi no usa la Palabra. El objetivo de Custer, cuya historia previa a ser un preacher vamos conociendo con el correr de los 66 capítulos, es encontrar a Dios y obligarlo a volver a su trono y a hacerse cargo de su creación. Además, hay muchos muchos personajes. Todos estos:



3. Un par de cosas más. Preacher es, creo, el producto cultural más republicano (en el sentido del Partido Republicano de George Bush y Ronald Reagan) que yo haya leído y que me haya gustado. Custer no sólo es cristiano, sino que además es un redneck texano fanático de las armas y los coches y el wiskey y los Estados Unidos. El papá de Custer fue a Vietnam y le heredó un encendedor que dice Fuck Communism. Toda la serie es muy Yo Amo A Los Estados Unidos. Tan yanqui es, que Custer suele tener visiones en las que se le aparece nada más y nada menos que John Wayne. Y sin embargo, está re buena. Porque los personajes no son planteados como modelos perfectos, y las falencias de Estados Unidos son remarcadas todo el tiempo, aunque no sea a la manera Michael Moore. Me da paja analizar, así que enumero: hay machistas y feministas, racistas (negros, blancos, el KKK), ricos violadores, pobres violadores, drogas y abuso de drogas, alcohol y abuso del alcohol, fanáticos religiosos, gente homeless que se muere en la calle, policías corruptos, presidentes corruptos, sexo, frustración sexual, adolescencias de mierda, y un largo etcétera.

4. Una última recomendación: leerla en inglés. Los personajes tienen modos de hablar que en ninguna traducción española de mierda se puede haber transmitido bien. Cuando tenga una editorial la traduzco de forma decente y la saco. Ahora me quedé sin cómic para leer en el laburo. Se aceptan recomendaciones.

martes, 6 de octubre de 2009

La industria del Holocausto, de Norman G. Finkelstein

1. Me lo prestó el tío Mario.

2. La industria del Holocausto: reflexiones sobre la explotación del sufrimiento judío, ese es el título completo. Conocí a Finkelstein (en realidad me enteré que existía) por el documental Defamation, de Yoav Shamir, que pasaron en el PAPIFI de este año (una peli muy muy muy recomendable, en particular para judíos, más en particular para judíos que fueron a la primaria o a la secundaria dentro de la red de escuelas judías). En Defamation, Finkelstein parece un loco, pero loco mal. La entrevista es en su departamento y a medida que se va sacando se empieza a ir por la escalera del edificio, con el director siguiéndolo atrás, mientras sigue la entrevista, digamos. Finkelstein es el que aparece en el trailer saludando como nazi. A Finkelstein lo acusan de antisemita, como se ve claramente en esa peli, y como se lee en el prefacio de 2001, aquellos a los que él considera parte de la industria del Holocausto.

3. Los padres de Finkelstein pasaron por Auschwitz y Majdanek y sobrevivieron, y el resto de sus familiares fueron asesinados en el Holocausto. Finkelstein parte en su investigación de que de los juicios por indemnizaciones millonarias que se realizaron en el '98-'99 contra bancos suizos y después contra fábricas alemanas y después contra Estados ex-soviétivos de Europa oriental, su vieja no vió un peso, ni su vieja ni casi ningún otro superviviente del Holocausto, a pesar de que todo el tiempo los abogados de la Conferencia sobre Solicitudes Materiales (conformada por el Comité Judío Americano, Bnei Brith, el Joint) dijeron hablar en nombre de los "supervivientes del Holocausto necesitados", o de las "víctimas judías de la persecución nazi que no se habían beneficiado debidamente del proceso de indemnisación", refiriéndose al que se dio casi espontáneamente cuando Alemania pagó a judíos y al Estado de Israel a principios de la década del '50.
La idea principal que desarrolla es que existe un sector social dentro de la comunidad judía estadounidense, representado en un grupo de organizaciones comunitarias (la Anti-Difamation League por ejemplo, que es como la DAIA de EEUU), que utilizando el tópico del Holocausto extorsionan a diferentes Estados para sacar guita que utilizan en sus propios fines, a veces comunitarios, pero a veces no. Y cuando son fines comunitarios, son los que permiten perpetuar la industria del Holocausto (Sí, hace ruido, pero vean la película que decía antes. Con esto último se refiere a las escuelas judías y a Marcha por la Vida, que en la traducción esta se llama la Marcha de los Vivos, parece una película de zombis). La mitad del libro se dedica a este tema de las indemnizaciones, y presenta banda de fuentes y pruebas en contra de la Comisión esta. Pero es la parte más aburrida del libro (todo el capítulo 3, "La doble extorsión", es un embole) y no me interesa contarles más sobre eso.

4. Uno de los datos más interesantes que maneja es que el holocausto nazi no se empezó a escribir con mayúsculas en la prensa de EEUU sino hasta la Guerra de los Seis Días ('67), y esto por una sencilla razón, bastante coherente con el comportamiento de los ricos estadounidenses, judíos o no: entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y el '67, traer a la memoria el Holocausto era considerado comunista, porque era atacar al principal aliado de EEUU en la Guerra Fría (la República Federal Alemana) y a la vez recordar con quién se habían aliado para vencer a los nazis. Cuando la Guerra de los Seis Días, los medios judíos (del mundo) hablaron del miedo a una segunda Shoá, está vez a manos árabes, y de la peligrosa situación del Estado de Israel. Y empezó a aparecer con mayúsculas. Estaría bueno que alguien comprobara en archivos de la prensa comunitaria si lo que Finkelstein analiza para EEUU se aplica a la Argentina o no. Lo otro que dice Finkelstein es que después de la estrepitosa victoria en 6 días de los isralíes en esa guerra, los judíos yanquís empezaron a usar entre los poderosos yanquis la carta de "interlocutores naturales" entre Israel y EEUU, que antes no les interesaba usar. Hasta el '67, los EEUU preferían mantener distancia de Israel para no enojar a sus amigos árabes, y porque no parecía valer la pena. Se sabe que los primeros años del Estado de Israel, éste parecía estar más cerca de la URSS que de los otros.

5. Lo que a mí más me interesó, de todos modos, es lo que analiza en el capítulo 2, titulado "Embaucadores, mercachífles, y un poco de historia". Finkelstein (de ahora en adelante Finky) diferencia el acontecimiento, holocausto nazi, de su representación ideológica, Holocausto con mayúsucula. Y dice que los dogmas fundamentales que sustentan la estructura del Holocausto son dos:
(1) el Holocausto constituye un acontecimiento histórico categóricamente singular. (2) el Holocausto marca el clímax del eterno e irracional odio gentil a los judíos.
Me interesa en particular el tema de la singularidad del Holocauto, porque yo mismo me lo he preguntado (o me lo he creído, según la perspectiva). Algunas citas:
La anomalía del Holocausto es que su singularidad se considere absoluta. ¿Qué otro hecho histórico, cabría preguntar, se clasifica básicamente en función de su categórica singularidad? La estrategia utilizada es aislar los rasgos distintivos del Holocausto con objeto de situarlo en una categoría exclusiva. Lo que queda por esclarecer es por qué muchos de los rasgos que tiene en común con otros acontecimientos se consideran triviales en comparación con los que lo singularizan.
De afirmar que el Holocausto es algo único a aseverar que no se puede comprender racionalmente apenas hay un paso. Si el Holocausto carece de precedentes históricos, habrá que colocarlo por encima de la historia y no podrá ser explicado con la lógica histórica. De hecho, el Holocausto es único porque es inexplicable, y es inexplicable porque es único.
Los razonamientos a favor de la singularidad del Holocausto han llegado a constituir una especie de "terrorrismo intelectual" (Chaumont). Quienes ponen en práctica los procedimientos comparativos al uso en la investigación académica deben, como medida previa, hacer infinidad de advertencias para evitar que les acusen de "trivializar el Holocausto"
A esto último puedo agregar yo, o que los acusen de antisemitas. Con esto de los procedimientos comparativos se refiere a comparar el Holocausto con cualquier otro acontecimiento histórico-político-social. Hay comparaciones que efectivamente trivializan el Holocausto, y otras que no. Por lo general depende del contexto. Pero es fácil darse cuenta de cuándo sí y cuándo no se está trivializando, es sentido común, y lo que se hace bastante es acusar malintencionadamente, más por quién lo dice que por qué es lo que dice o por qué dice lo que dice. En el libro en una nota al pie hay un ejemplo con Fidel. Fidel dice que el capitalismo mata tanta gente cada año como lo que mató la Segunda Guerra Mundial, y que "no tenemos un Nuremberg que pueda juzgar el orden económico que se nos ha impuesto". Entonces Abraham Foxman, presidente de la Anti-Difamation League (aparece en la película Defamation), le responde que no es lo mismo. Evidentemente, no es lo mismo, pero es una analogía perfectamente factible, y me parece muy bien además. Una cita más sobre el tema de la singularidad:
...la singularidad del Holocausto es un "capital moral"; los judíos deben "reclamar su soberanía" sobre esta "valiosa propiedad".
Ahora unas citas sobre el dogma (2), porque me copé:
El dogma del Holocausto del eterno odio gentil ha valido tanto para justificar la necesidad de un Estado judío como para dar cuenta de la hostilidad dirigida contra Israel. El Estado judío es la única salvaguarda posible contra el próximo (e inevitable) estallido de antisemitismo homicida: y, a la inversa, el antisemitismo homicida está detrás de todo ataque e incluso detrás de toda maniobra defensiva en contra del Estado judío.
y
La cuestión no es, evidentemente, que el antisemitismo sea justificable, ni tampoco que haya que culpar a los judíos de los crímenes cometidos contra ellos, sino que el antisemitismo se desarrolla en un contexto histórico específico en el que existe un juego de intereses concomitante.


6. Por último, también está buena la posición que tiene Finky sobre los negacionistas del Holocausto (es decir, los que con argumentos pretendidamente cientificos o no, intentan negar la existencia del Holocausto, parcial o totalmente. Parcialmente, serían los que sugieren un número mucho menor de víctimas, por ejemplo. Totalmente, serían los que dicen que los campos de concentración y de exterminio eran simples campos de trabajo y que lo demás lo armaron los yanquis cuando llegaron para inculpar a los nazis). Lo que dice Finky es que los negacionistas son muy pocos, y no son una amenaza porque los lee poca gente, y que además lo absurdo de sus argumentaciones también los minimiza. Dice dos cosas también. Una es que:
No es difícil descubrir los intereses a los que obedece la propagación de la idea de que quienes niegan la existencia del Holocausto son una legión. En una sociedad saturada de Holocausto, ¿cómo se podría justificar la aparición de más museos, libros, planes de estudios, películas y programas dedicados a él si no fuera invocando el fantasma de la negación del Holocausto?
Y después cita a Raul Hilberg:
"Si estás personas quieren hablar, dejémosles que hablen. Es un acicate para aquellos que investigamos con objeto de analizar de nuevo lo que podríamos haber dado por sentado. Y eso nos resulta útil".
Bueno basta.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El testigo, de Juan Villoro

1. Este libro me lo prestó Fabiola.

2. Es una novela de unas seiscientas páginas y tardé como un mes en leerla, en terminar de leerla. Ganó el premio Herralde en 2004, que es el que entrega Anagrama. En la contratapa un periodista dice que se trata de una Novela Total, o algo así. Algo onda "Nos hayamos ante una verdadera novela total", Marla Singer, New York Herlad Tribune. ¿Qué vendría a ser una novela total? Me causó un poco de intriga el concepto. Supongo que vendría a ser una novela que trate todos los temas tratables, o que se pueda decir eso de ella. Como la Biblia. En la biblioteca tengo un pibe que viene a sacar la Biblia y me dice (haciéndose el gracioso: lo fue la primera vez) "vengo a buscar esa novela de ciencia ficción..." o bien de fantasía, etcétera.
Es curioso el concepto ese, porque en alguna medida de cualquier novela podés decir que habla de cualquier cosa (estirándola mucho, obviamente), a diferencia de cuentos, o novelas cortas, u otros tipos de literatura (pienso en El baile de la judeonazi rusofrancesa, que tiene más de 100 páginas pero claramente se trata de dos o tres temas, no de todos); y sin embargo el concepto me sigue pareciendo que en algunos casos sirve. Podría decirse que lo son Rayuela, o Adán Buenosayres, o Los demonios. ¿Los detectives salvajes? Puede ser. ¿El pasado? no creo.

2 bis. Lo primero que me llamó la atención fue que escribe raro. En relación a lo que me esperaba. Justamente, por la tapa y la extensión y la editorial y el premio, me esperaba algo como la novela del hermano posero de Gastón Pauls. Tiene puntos de contacto, pero nada que ver. Termina casi cada párrafo con este formato: "Algo les quedó de aquellos acostones con horario fijo, tan de hospital, tan de sexo de investigación". No sabría muy bien definir bien qué es. Como que se excede un toque con el recurso de la comparación. El comparatista. Ja. Igualmente, escribe muuy bien, demuestra una capacidad envidiable de plantear imágenes verosímiles e interesantes, en un lenguaje como el que acabamos de ver: cansa que lo haga todo el tiempo, pero lo hace bien, oh yes.

3. Se trata de Julio Valdivieso, un académico mexicano (especialista en López Velarde, un poeta mexicano que ¡TODO EL TIEMPO PENSÉ QUE ERA INVENTADO Y ACABO DE DESCUBRIR QUE NO!: me cambia un poco la perspectiva. Está bien. No podía ser que Villoro hubiera inventado también los poemas de Velarde). Valdivieso estuvo fuera de su país por veinticuatro años y decide volver cuando el PRI pierde el gobierno por primera vez. Apenas llegar, se reencuentra con el Vikingo, un amigo de juventud que le propone un trabajo: ayudarlo a hacer una telenovela (mexicana) que se ubique en el contexto de la Guerra Cristera (1926-29). En lo sucesivo, Valdivieso vive innumerables reencuentros con personas que no recordaba o que le cuentan cosas que había olvidado, y que se van enmarañando en una sola pero múltiple trama (en un punto son demasiados: me costó recordar quién es quién, cuando todos se llaman como mexicanos es casi tan dificil como cuando todos se llaman Nicolai Nocolaievich) con narcos, curas, escritores, policías, drogadictos, millonarios, paranóicos, suicidas, primos que se dan y niñas que juegan en albercas.

4. Es bastante disfrutable, en fin. La cargué en la mochila gustosamente un mes a pesar de lo que pesa. Y, no es mi caso, pero es pasible de ser el libro favorito de alguien (porque vamos, esa característica no la tiene cualquier libro).



Estoy leyendo muchos libros a la vez. Próximamente, en Resistirse es Futil, un canal, toda la moda.