viernes, 27 de septiembre de 2024

La hermana menor, de Mariana Enriquez

1.

Capaz es que esperaba más, pero no me dejó pasmarote la biografía de Silvina Ocampo que escribió la Enríquez. Igual la leí como todo lo de Enríquez, con avidez. Me interesó, pero no me conquistó. Y sobre todo, fueron pocos los momentos donde me pareció que había un diferencial en que la biógrafa de Ocampo fuera Enríquez. Hay un estilo, pero, perdón que lo diga, es el estilo de Leila Guerriero, lo sentí aún antes de encontrar en los agradecimientos su nombre como editora. 

2.

Me pareció bastante chismográfica la cosa, también. Y si bien me encantan los chismes, se me hizo largo el tema de los amores (y de los amores de Bioy), y me gustó más cuando se hablaba de literatura.

3.

Resultados: me dio ganas de leer a Silvina Ocampo -ya empecé-, me dio un poco de asco, sumó argumentos a mi interior creencia de que Borges era un un idiota y un mal bicho además, súper incel (re buen escritor etc. etc., siempre hay que aclarar). A Bioy lo sigo queriendo. También me dio ganas de leer más a Bioy, y a todos los amigos trolos de Silvina (Cozarinsky, Wilcock, Puig, et. al.).

4.

Algo interesante de que sea un libro de Enríquez: lo que de los Ocampo trasunta en la familia aristocrática y sectaria de Nuestra parte de noche. Sobre todo el edificio de muchos pisos en una avenida de Buenos Aires en el que vive la familia de Rosario cuando Juan es un adolescente, es igual al edificio de los Ocampo con un piso para cada hija, en el que Silvina tenía dos por gracia de la muerte de su hermana inmediatamente mayor. Eso, pero también la casa de San Isidro, el vínculo de Silvina con la servidumbre. Lo acabo de descubrir (o decidir): Rosario es Silvina.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Iznogud y las vacaciones del califa, de Goscinny y Tabary

 1.

Cuando yo era un nenuco, en algún canal infantil supieron dar el dibujito de Iznogud. Me acuerdo la música. En ese entonces no había una historieta de Iznogud en castellano adquirible en Argentina. Años después viajé a Francia y me compré los primeros dos tomos en su idioma original, en ese entonces entendía mucho mejor el idioma de los francobelgas. En la última FED descubrí que Libros del Zorzal publicó todo Iznogud en castellano y me compré este, que es el tercero. 

2.

Me resultó mucho más infantil que otras producciones de Goscinny, o sea, que Ásterix y que Lucky Luke. Tiene una lógica de El Coyote y El Correcaminos que es bastante boba. Además, los dibujos son mucho más feos que los de Uderzo o Morris. Igual lo leí y algunos capítulos los disfruté. El último es el mejor. Se llama "La Garrafa de Gasbutahn". Por cierto, amo la traducción argentina.




miércoles, 18 de septiembre de 2024

La novia de Sandro, de Camila Sosa Villada

 1.

Un poema me hizo llorar. El que empieza "Llevé a mi hija de sesenta años a su primera Marcha del Orgullo Gay, el día más caluroso del año". Hermosísimo. Y otro me hizo aplaudir mentalmente en el subte, quizás debería haberme parado a aplaudir ahí re loqui entre la gente de la Línea B. Es el que incluye en un momento el título del libro. Fantástico. Y después otros están bien, algunos mejores que otros, ninguno no me gustó. 

2.

Leído en una edición pirata-con-ideología, comprada en la vereda de la FED, no sé cuánta gracia le haría a la Sosa Villada enterarse, seguramente ninguna. Por mencionar algo a favor de esta edición de la "Colección Recuperaciones" (con el disclaimer: "Títulos que consideramos oportuno editar artesanalmente a bajo costo. Un boicot a la industria editorial extractivista y a la propiedad intelectual"), decir que el ejemplar está hecho a mano y numerado (me tocó el 36).

lunes, 16 de septiembre de 2024

Demencia 21, de Shintaro Kago

 1.

Primer manga en papel publicado por Hotel de las Ideas, a los que últimamente le compro todas las preventas como un yonqui del cómic. No sé por qué creí que era de terror, de tener miedo de a deveras como pasa con Pesadillas de Katsuhiro Otomo. Lo empecé con aprehensión, el primero lo leí en clave terror nomás. Pero después el humor negro se va imponiendo, hasta hacerse claro que es todo un chiste. Algunos capítulos sin graciosos en serio, otros más de sonrisita. La edición es un lujo la verdad (296 páginas, sobrecubiertas, 24 x 17 cm., algunas páginas a color). Además es perfecto para dejar en el baño: los capítulos son autoconclusivos y duran una caca cada uno. Y el autor se apellida Kago. 

martes, 10 de septiembre de 2024

Diario inconsciente, de Santiago Loza

 1.

Qué lindo, qué fuerte. Qué cortito.

2.

Loza cuenta en primera persona lo que recuerda de una internación, a sus 20 años, por un brote, o una serie de brotes. El tiempo en que estuvo loco, o se volvió loco, o fue un loco. Algo que tiene muy lindo este libro es la idea de un diario que se escribe después, y con lo que queda. De alguna manera es lo contrario a un diario, en tanto bitácora que se escribe con la cosa fresca, con la minucia, como el libro de Bioy que hoy está un palo cien. Eso es lindo. Hay un poco de ficción, en el recuerdo, y Loza dice que le da bronca no poder inventar más, que lo intenta pero le sale un registro maquinal, frío. 

3.

Por espíritu me hizo pensar en otro libro nosocómico, muy lindo y muy triste: Hospital Francés de Daniel Gigena.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Dúo, de Colette

 1.

Llegué aquí por una película, buenísima y re linda, que se titula Viaggio in Italia, o Viaje en Italia, o Siempre te amaré, según a quién le preguntes. Es de Roberto Rossellini, actúa su entonces señora Ingrid Bergman, se estrenó en 1954 y estuvo libremente basada en esta novelita de 1934, aunque tiene más diferencias que similitudes. En fin, que la empecé a leer por eso. Llegué por la trama, me quedé por la prosa.

2.

Hay una edición de Dúo que se consigue en todos lados, la de la colección Anagrama de Página/12 que salió hace unos diez años y que todavía no se desencuadernó. Es de lo más conseguible porque da muy mesa de saldo. Yo le tenía un poco de idea, como que podía ser medio plomo, y la verdad nada que ver. Todo el asunto sucede entre dos personajes, el matrimonio de Alice y Michel, y la novela, salvo algunas intervenciones de la criada y de otros personajes fuera de cuadro, va de ese diálogo, que la lesbianísima escritora compara irónicamente con un dúo. Todo el chiste está en la escritura, y en la densidad de los personajes, súper vivos, creíbles, empatizables. Qué verga el patriarcado, menos mal que Alberto lo derribó. 

3.

Me gustaría saber más de Colette. Denme un documental de Colette.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Mil noches de Sudamérica, de Alex Anwandter

 1.

Podría centrar toda esta reseña en un único poema, "Noche porteña". En otro, el que se titula con una pregunta ("¿Estás pensando ir a mi tierra maldita?"), en el que Alex describe lo que asumo que es su Chile natal ("El país tiene el trazo de una gota cayendo / que se congela en el frío antártico") hay un verso que dice que allí "Hay una esquina donde te insultan / y duele porque es cierto". Bueno: en el poema "Noche porteña" pasa un poco eso. Alex hace la descripción más agresiva, corrosiva, shady sobre Buenos Aires que recuerde haber leído, seguro la más agresiva escrita por un forastero, y el poema es bueno porque es cierto. Todo cierto, todo confirmado, sobre las cartas la mesa. Volviendo a una vieja costumbre de este viejo blog cuando de poesía se trata, lo voy a transcribir:

Noche porteña

Tú tendrías que vivir en Buenos Aires

es como tú:

siempre está añorando

siempre en crisis

con proyectos socialistas pero criada en un palacio obsoleto

una empleada doméstica -muerta hace algunos años- guarda un lugar de amor íntimo y profundo en su corazón,

lado a lado con su madre -mamá-,

cóncavas de afecto.

Un conserje fascista espera su momento.


No miras a los ojos a tus vagabundos,

pero lo intentas,

y en ese mísero y vano esfuerzo depositas tus nociones de ser lo que llamas

"buena persona".

Bah, en el fondo eres fascista, admítelo.

Taxista ilustrado, mesero confianzudo,

machín de estudio, peronista del primer mundo.

¿Sabes que no sabes y por eso te crees sabio?

Tu infancia palaciega se transmite 

de generación en generación

la soja se disuelve en las manos de los pobres.


Cogemos en balcones cada vez que me ves;

tu cuerpo superior, increíblemente, admira el mío.

¿Qué es lo que no estoy entendiendo?

¿Qué soy yo para ti?

"Te amo", me dices.

¿Es broma?


En cualquier caso mi hogar está en el tríptico

Cono Sur, eres tú el depósito de mi alma.


La cachetada era tan buena que el beso del final le quita efecto. Igual el poema me gusta caleta.


2.

Ahora bien, quiero decir dos o tres cosas más sobre Mil noches de Sudamérica y su autor, el nuevo poeta chileno Alex Anwandter (o el siempre poeta chileno ahora salido de ese closet). Una, que me parece lo más poeta chileno de todo que tu primer libro de poesía chilena (¿será el primero? que yo sepa sí, pero qué se yo) se publique por una editorial argentina más bien chica y más bien de nicho (de nicho trolo). ¿Se conseguirá del otro lado de los Andes, este libro...? Dos, que no me parece una coincidencia que el último poema esté en la página 99, y en la 100-101 el índice y bye feas. Me parece de loco prolijo. Tres, que hay un poema que me hizo desternillar de la risa en la línea B, pero mal, como si estuviera leyendo Douglas Adams, que se titula "Mannahatta". Cuatro, que sospecho que Alex leyó a Santi Nader (no es improbable, los publicó el mismo editor en la misma colección) y lo sospeché frente a algunos poemas que parecen cuentos (con un aire a los de Santi) como el intitulado "Martes en la mañana". Cinco, que me voy no sin antes transcribir otro poema:

Soy chileno:

sólo soy

terremotos y versos de amor.

3.

P.D.: 

Fui a la presentación de Mil noches de Sudamérica en La Paz Arriba, el mismo día en que, antes, había escrito esta reseña. En la presentación me enteré que, lógicamente, el libro sí se publicó en simultáneo en Chile, por otra editorial. 

Anoté que dijo esto: "Entrar en diálogo con la tradición chilena es de los varones, yo quiero algo más chico, lo de la servilleta y el lápiz". Y esto: "Algo que me gustó de escribir poesía es lo barato que es". También anote "Entre Claudio Bertoni y Residencia de la Tierra", pero ya no sé a qué se/me refería. ¿Que su poesía se ubica o se quiere ubicar ahí, en ese entre?

Yo, borracho, le grite a Alex que lea el poema de Buenos Aires. A la segunda vez dice: "No".

domingo, 1 de septiembre de 2024

Un apartamento en Urano: Crónicas del cruce, de Paul Beatriz Preciado

 1.

Inesperadamente atrapante me ha sabido resultar este libraco del filósofo postestructuralista transfeminista nacido en Burgos y conocido por su afición a la testosterona sintética y su vínculo sexoafectivo con la Virginia de los Puentes. Me pareció lindo, divertido, interesante, y bárbaro para traer a colación en situación de aula.

2.

No sé cómo serán sus otros hits literarios (Testo Yonqui, Disforia Mundi) pero este resulta especialmente ágil por dos motivos: la extensión de los textos, y el vocabulario. Y ambos salen de la misma cosa: este libro es una compilación de las columnas de opinión que Preciado publicó en el diario francés Libération entre 2013 y 2018, tiempo durante el cual hizo su "transición" de género, con dosis regulares de testosterona y cambio registral de nombre incluido. Así que los textos no son un paper académico, y además ninguno supera las cinco carillas, o 1500 palabras. Preciado habla de su vida, su migración, su cambio de aspecto físico, sus problemas burocráticos para cambiar de "ficción política" (o sea de nombre y género) mientras habla también de Julian Assange (muy bueno ese texto), de la crisis griega, de la crisis de refugiados en Europa o del Candy Crush (muy bueno ese texto también, me hizo reír con esto):

El objetivo de Candy Crush no es enseñarle nada al jugador, sino capturar la totalidad de sus capacidades cognitivas durante un tiempo dado y apropiarse de sus recursos libidinales, haciendo de la pantalla del ordenador una superficie masturbatoria subrogada. El jugador no gana nunca nada en Candy Crush, pero cuando completa un nivel es la pantalla la que tiene un orgasmo, que corresponde a los beneficios generados para la compañía.

3.

Paul es medio lo más, recomiendo mucho leerlo, y también ver su peli lindísima Orlando, ma biographie politique, y después escucharlo hablar de la misma en esta entrevista con la radio pública española Ser.

martes, 6 de agosto de 2024

La puerta del viento, de Alberto Laiseca

 1.

Me lo compré en Gualeguaychú.

2.

Es una novela pero capaz es más bien un ensayo. Como novela, es la historia de un soldado americano en la guerra de Vietnam, el teniente Reese, y de un soldado vietnamita, que de alguna manera son la misma persona, el teniente Lai, así, sin explicación ni solución de continuidad. En un punto Reese está muerto además, o es invisible, pero después no. Y también es la historia de Alberto Laiseca mandándole infructuosamente una carta desde Argentina al presidente Johnson para ir a luchar en la guerra de Vietnam.

3.

Por otro lado, como ensayo, es un alegato a favor de la guerra de Vietnam, de EEUU metiéndose a pelear esa guerra. Sostiene que los comunistas eran peores que los yanquis, y que los yanquis perdieron la guerra por no ser lo suficientemente despiadados, por cumplir acuerdos. No me queda claro que sea todo un ejercicio de retórica: a mí me dio la impresión de que Laiseca sostenía realmente esa postura. Pero capaz no, capaz es todo una enorme ironía: no me quedó claro. Los argumentos son discutibles pero consistentes. El libro es cortito y de Mansalva, con su característica alineación sin justificar y sus páginas casi vacias, lo leí en un par de sentadas y la pasé muy bien.

4.

Qué manía la de Laiseca con las tetas cercenadas eh. 

lunes, 5 de agosto de 2024

Colonia Mauricio, de Marcos Alpersohn

1.
Tengo un vínculo intenso con este libro, que excede el espacio de esta reseña. Acá voy a tirar unas ideas y unos datos más bien sucintos, que se ampliarán en otro lado.

2.
Primero que nada contar que el autor, Marcos Mordejai ben Israel Alpersohn, es mi trastatarabuelo. O sea, soy su chozno. O sea, es el tatarabuelo de mi mamá, o sea el bisabuelo de mi abuela, el abuelo de mi bisabuela, etc. Nació en 1860 en Lantzkroin (Kamenetz-Podolsk, Rusia) y en 1891 llegó a la Argentina con su mujer (mi trastatarabuela, cuyo nombre me falta, más sobre esto después) y algunos de sus hijos a través de la Jewish Colonization Association del Barón Mauricio de Hirsch. Se instaló en Colonia Mauricio, lo que más tarde sería Carlos Casares (PBA). Murió en Buenos Aires el 24 de julio de 1947.

3.
Este libro de memorias, que Marcos escribió y publicó en idish a comienzos de los años '20, narra la llegada de un grupo de inmigrantes (exiliados) judíos europeos a la Argentina de 1891, y cómo pasaron de ser comerciantes, artesanos, estudiosos, obreros o lúmpenes a los famosos "gauchos judíos" que vivían de la agricultura y la ganadería en este país perdido de la mano del Señor. Marcos era uno de los pocos intelectuales de su camada (no todos sabían leer y escribir), y según deja entrever su relato, esto le dio muchas veces un lugar de preeminencia entre sus vecinos, ocupando lugares de vocero, redactor de cartas al lejano Barón, entre otras. Así que en sus memorias, escritas veinte años después de los hechos narrados, Marcos habla desde ese punto de vista, el de quien a veces fue testigo y otras protagonista. 

4.
La otra característica del libro, y lo que para mí le da el verdadero interés, es que no es un libro complaciente sino todo lo contrario: es un libro opositor, una denuncia contra la JCA y sus burócratas, filántropos y mandamases, con excepción del Santo y mistificado Barón tan bueno en sus intenciones y tan mal entornado (el Barón en la prosa de Alpersohn parece el Perón de los '70s para Montoneros, ochenta años antes y en idish). Como dice el capo de Eliahu Toker, traductor y comentarista del libro en su prólogo a la primera edición en castellano, "Alpersohn es el anti-Gerchunoff; su libro está escrito con furia; sus protagonistas no son idealizados 'gauchos judìos' sino inmigrantes de carne y hueso, colonos desgarrados en la dura lucha con una tierra, con un país y con una estructura nada piadosos".

5.
También según Toker, "Colonia Mauricio es, para algunos de los principales críticos de la literatura idish argentina, la obra más importante escrita en esa lengua en estas latitudes". No tengo mucho punto de comparación (creo que Gerchunoff era quizás mejor escritor, y hasta ahí llega mi conocimiento del tema) pero es verdad que este libro más allá de su valor histórico funciona como novela, y te digo más, como novela épica. El barco cruzando el Océano, el cautiverio sanitario en el Hotel de Inmigrantes, el choque de culturas, ¡la tormenta que destruye el campamento! (estoy escribiendo esto el 26 de diciembre: reviso el capítulo titulado "La primera catástrofe en Mauricio" y descubro que hoy es el aniversario del pampero destructor), por mencionar algunas imágenes. Tiene asesinatos, dictadorzuelos, revoluciones, ¡bígamos!, debates talmúdicos... Además tiene eso de novela decimonónica onda folletín, con capítulos que terminan con cliffhanger. No es entretenida todo el tiempo, pero tiene puntos muy altos.

6.
Un par de ideas/datos sueltos:
- El lugar de las mujeres en esta historia: hay muchas, pero rara vez tienen nombre. El colmo es el personaje de la esposa de Marcos, por ende mi trastatarabuela, que aparece todo el tiempo y nunca con nombre. Lo voy a tener que averiguar por otro lado.
- Colonia Mauricio es el primer tomo de una trilogía, según Toker es el tomo divertido (no dice así pero entendí eso). Tengo que comprar los otros dos. Están publicados por Editorial Prometeo
- Tengo que ir a conocer Carlos Casares. Parece que se puede visitar la casa de Marcos.

7.
Lo último que voy a decir, por si algún inversor de riesgo lee mi blog, es que ando en búsqueda de quién me financie la adaptación de Colonia Mauricio a guión de largo. Les prometo una peli carísima tipo Killers of the Flower Moon de Scorsese, con un toque de Las uvas de la ira de John Ford.


Marcos Alpersohn, mi trastatarabuelo.

jueves, 1 de agosto de 2024

Huevos de toro, de Ralf König

 1.

Otra de Konrad y Paul. Acá Paul se obsesiona con un obrero español, mientras Konrad se enamora de su joven alumno de piano. Creo que es la más porno de todas las que leí hasta ahora. Y de nuevo logra ser desoladora.

miércoles, 24 de julio de 2024

Teorema, de Pier Paolo Pasolini

 1.

El no tan extraño caso del libro comprado en Puán por 15 pesos hace más de diez años y recién leído ahora, habiendo visto la película. 

2.

Debe haber sido un hit porque el mío es sexta edición 1970, mismo año de la primera edición, deben haber tirado ejemplares a lo loco. PPP cuenta en la contratapa que escribió el libro al mismo tiempo que hacía la película (estrenada en 1968), que una cosa (la novela) no precede a la otra (la peli), y que en realidad todo el proyecto fue primero poesía. La peli es todo lo que uno espera que sea sabiendo la trama, un poco demorona quizás, me gustó más después de leer muchos análisis que en el visionado. Y la novela es casi la misma historia, casi contada igual (muchas veces el procedimiento narrativo es contar lo que vemos, las acciones de los personajes, y nada más) salvo por algunos capítulos que en la peli no aparecen, algunas poesías (lo que más me gustó) y algunas citas bíblicas. Si bien está todo muy bien y qué capo PPP, esto no es una recomendación. Vean la peli, en todo caso.

2.

Qué potro Terence Stamp.

viernes, 19 de julio de 2024

No toda la vida vamos a estar juntos, de Juan Gabriel Miño

 1.

"Quiero conocer a un desconocido de verdad, me agoté de los del arte, necesito uno que sea violento y fútil". Quizás sea el único libro de mi biblioteca que incluye la palabra fútil.

lunes, 1 de julio de 2024

Konrad y Paul: Superparadise, de Ralf König

 1.

Obsesionado con Ralf König, me compré muchos libros juntos (todos los que encontré usados en la plataforma de los garcas amarillos). Resultó que este era: 

a. una novela gráfica re larga (nada me gusta más), 

b. súper porno,  

c. súper seria! En la línea de La noche más loca.

2.

Como es lo primero que leo de estos personajes me perdí un poco con quién era quién, pero no importa, se disfruta todo igual. Me reí en vos alta, me calenté, hice ruiditos y exclamaciones y aguante König.



jueves, 20 de junio de 2024

Linterna mágica, de Ingmar Bergman

 1.

La pasé bárbaro con este libro errático, detallista y un poco (a veces) aburrido. Bergman eligió un montaje paralelo para sus memorias: pasa de hablar de su nacimiento en 1918 (el mismo día que yo, aguante yo), de su padre pastor protestante y su madre reticente al cariño, a la puesta de Strindberg que está haciendo en 1986, ya retirado del cine post Fanny och Alexander. De ahí salta a su infancia y el descubrimiento de la imagen en movimiento (vía linterna mágica, increíble capítulo), después salta a 1955, vuelve a la pubertad y todo así, espasmódico. A veces se pone chismográfico (hay un capítulo en particular donde cuenta sus encuentros con Chaplin, Garbo, Olivier, otros) pero no es lo que más hace. Lo que más hace es hablar de su vida en el teatro, que evidentemente ocupó mucho más tiempo y espacio en su existencia que el cine. Como al comienzo lo quería leer para preparar una clase sobre Persona me saltié un par de partes sobre teatro, pero antes de terminar de leerlo volví para atrás para no perderme nada. Me re enganché.

2.

Hay un capítulo tremendo sobre su visita adolescente a la Alemania nazi (tremendo mal). Un Ingmar de 16 años viaja a un pueblo en Alemania en un plan de intercambio estudiantil, y para en la casa de una familia alemana (también de un pastor) que es, por supuesto, nazi. Corre el año 1934 o 35. Justo justo uno de los días que Ingmar pasa en Alemania, se celebra un desfile nazi en una ciudad cercana (ni más ni menos que en Weimar) con la presencia de Adolf Hitler. Cuestión: Bergman vio a Hitler en persona, bastante de cerca, dar un discurso frente a miles de personas en estado de éxtasis religioso. "Yo no había visto jamás nada parecido a este estallido de fuerza incontenible. Grité como todos, alcé la mano como todos, rugí como todos, amé como todos". El día de su cumpleaños lo pasa estando allá y la familia alemana le regala una foto de Hitler. Obviamente, alcanza con ver El huevo de la serpiente para saber qué pensó el Ingmar adulto de todo eso, pero es zarpada la confesión de fascinación adolescente que hace el hombre cincuenta años después de los hechos, y cómo está escrito... Bueno, todo el libro, qué bien escrito. (Y traducido, supongo). 

3.

Ingmar es alto forro y me gusta que no se preocupe demasiado de pintarse con mejores colores. Tuvo muchos hijos, que probablemente lo odien, más abandónico no se consigue. Encima va tirando el datito de cuando nace uno u otra, pero nunca los menciona con nombre, ni los vuelve a mencionar después de nacidos. Cancelado Ingmar.

4.

Hay un capítulo muy divertido sobre su enfrentamiento con la AFIP de allá. Incluye un exilio y a Barbra Streisand.

sábado, 15 de junio de 2024

El hombre nuevo y Pretty Baby de Ralf König

 1.

En 1987 el Quino de los trolos alemanes occidentales publicó las dos novelas gráficas que nos ocupan, Der bewegte Mann (cuya traducción literal sería "El hombre en movimiento", traducido en España como "El hombre nuevo" supongo que como chiste guevarista, y en inglés como "Maybe...Maybe not" para los yanquis y "The Most Desired Man" para los ingleses). En 1988 publicó su secuela, Pretty Baby (en inglés, en el original y en todas sus traducciones). Resulta que son de los títulos más conocidos de este capo máximo, porque fueron llevadas a LA GRAN PANTALLA como una sola película en el año 1994, con actores de carne y hueso, bajo el título original de Der bewegte Mann (con todas sus traducciones antes mencionadas; en castellano igual la película se llama El hombre deseado). Cuestión que la película suprascripta es la más taquillera de la historia alemana. Qué me contursi. Yo la vi con Gonza en el Club de Osos de Buenos Aires y fue un planazo.

2.

Sinopsis: El paki Axel simula un intento de suicidio, para llamar la atención de su novia Doro, que lo quiere dejar. La marica Waltrud asiste como invitado especial a un grupo de varones "antipatriarcales" que, diríamos hoy, se quieren deconstruir, y en esa casa conoce a Axel, que está durmiendo en el sillón, y que es un chongazo. Sin embargo, hasta acá no nombramos el protagonista, Norbert, amigo de Waltrud y eventualmente de Axel... pero no les cuento nada más. Eso es sólo el punto de partida de El hombre nuevo. De la secuela sólo decirles que la leí primero, sin saber que era secuela de otro libro, y me funcionó igual.

3.

Ambas historietas tocan todas las teclas de las grandes obras de König: te reís, te calentás, empatizás y tomás partido. Es un capo del guión König, insisto en que no es uno de los historietistas más famosos de la industria nomás porque es de nicho.

4.

A todo esto, la adaptación a cine está muy bien. Obvio que está mejor la historieta, pero está muy bien. Le falta sexo, claro. 

jueves, 6 de junio de 2024

El corazón de un perro, de Laurie Anderson

 1.

Tremendo libro de ¿poesía? que se lee en un día y cuya muy linda edición PARAGUAYA (¡de Ciudad del Este!) es además bilingüe (en inglés original y castellano trucho), lo que es una suerte porque a mí gusto la traducción está bastante mal hecha, con perdón del traductor. (Es el riesgo de hacer una edición bilingüe, ¿no? que te juzguen la labor traductora).

2.

Laurie Anderson (música, performer, escritora y cineasta neoyorquina viva) habla en El corazón de un perro de: 

- Su perra rat terrier Lolabelle.

- Su madre.

- El Nine Eleven.

- La sociedad vigilada.

- Su infancia.

- El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte.

- La muerte.

Es en general muy conmovedor. También en algún momento es gracioso. Y una parte, la del hospital en su infancia, cuando se rompió la espalda en un accidente y debió permanecer internada mucho tiempo, conviviendo con niños quemados y agonizantes, es de terror.

3.

Hay una película, también de Laurie Anderson, que es una versión audiovisual de este mismo libro, aunque no sé qué fue primero y qué después. Me imagino que el libro fue primero. La película también es muy hermosa y conmovedora, pero creo que el libro me impactó más. Si mal no recuerdo, en la película (que le produjo HBO) también se habla de la muerte de Lou Reed, marido de la Anderson, que en el libro no aparece.

4.

Me lo regaló Florencia Noemí, a quien le mando un besito.

miércoles, 5 de junio de 2024

El resplandor, de Stephen King

 1.

Lo primero que tengo para decir sobre este libro es que se lo compré a una persona en situación de calle. En Corrientes casi Yatay hicieron un edificio monstruoso y repugnante, que probablemente esté habitado por las mismas fuerzas inmemoriales que ocupaban el Hotel Overlook, pero hace un año o dos estaba en obra y en la vereda del mismo se había instalado un pibe de mi edad (o sea un señor) que además de dormir ahí había hecho una suerte de altar a la Virgen, con cajones de frutas y una estampita, adornado con algunas flores de plástico y objetos rándom, como por ejemplo este ejemplar de El resplandor de Stephen King. Lo cierto es que me confundí y pensé que el libro estaba en exposición para su venta, pero cuando le pregunté al señor este me dijo que no, que era parte del altar. ¿Me lo vendés?, le pregunté no obstante, a lo que me respondió que sí, "yo ya lo leí". Fin de la historia de origen.

2.

Todavía no volví a ver la película -seguramente la última y única vez que la vi haya sido en mi adolescencia- pero de todos modos voy a decir que el libro pierde gracia porque uno ya sabe lo que va a pasar. Hay diferencias grandes en cuanto a cómo pasan las cosas, tanto al comienzo como al final (no tanto en el de mientras) pero siento que me hubiera gustado mucho más sin el spoiler, y eso es un punto en contra de la novela. 

3.

La película empieza ya en el hotel: en la novela hay por lo menos cien páginas previas que están muy bien, todo la historia de Jack y Wendy, de sus padres, del alcoholismo, lo del bracito de Danny. Voy a empezar a contar todo porque sino no estoy diciendo nada así que SPOILERU ALERTU. 

4.

En comparación, creo que la diferencia más estructural es que Kubrick le quitó importancia a la telepatía de Danny y al rol del señor Hallorann -que en la película, por mi recuerdo, está pero no se entiende nada-, cuando en la novela todo lo del "esplendor" está explicadísimo y justifica el título. Y como decía, le retiró todo el juego previo a la novela, pero esa es una decisión óptima e inapelable para una película: que todo empiece y todo termine en el Overlook. Lo que sí que es icónico en la película, y en la novela está desaprovechado o mal usado directamente, es el tema de la escritura y el bloqueo de escritor. Por qué digo mal usado: porque está planteadísimo, y después se lo olvida. Abandona la cuestión de la obra de teatro que Jack está escribiendo y que en un principio es tan importante. ¡En la novela no está lo de "Sin televisión y sin cerveza Homero pierde la cabeza"! Quién lo hubiera dicho. 

5.

Y después, acá entre nos, tiene un par de paparruchadas la novela: lo de la caldera es la sorpresa peor escondida de la historia de la literatura universal (ah re exagerado), y lo del REDRUM, buoh. Traté de  pensar de verdad cómo sería si uno no supiera la respuesta del acertijo, ¿la revelación resulta realmente tal? Me suena que no. En fin, la pasé re bien, pero no está en mi ranking del Estebancito Rey. Muy por debajo de Tommyknockers, que crece en el recuerdo.

viernes, 24 de mayo de 2024

Los arreglos, de Marina Yuszczuk

 1.

Una hipótesis: es un libro sobre casas. La del primer cuento, que necesita los arreglos del título. La del vecino asesino, allende la medianera. La casa con los terroríficos ruidos nocturnos, en el segundo cuento. La que está en venta sobre la avenida Entre Ríos, con las habitantes cripis. La que es un monoambiente con un fondo enorme con parrilla, en el cuento lesbiano del tomo. El depto de la tallerista de poesía, en un barrio lejano. La casa que está en calma cuando están solamente las mujeres. Y la del jardín frontal con las flores que dan nombre a la editorial de este libro, Rosa Iceberg. 

En este re-cuento me quedaron sólo dos cuentos afuera, así que casi casi que podemos dar la hipótesis por probada.

2.

Esta es una reseña express así que sólo agregaré que ayer en lo de Josefina (la montajista bahiense) me di cuenta que hay un par de títulos viejos de Marina (la escritora bahiense), anteriores a Madre soltera, que nunca leí. Y también que ayer, cuando me fui de la casa de la montajista bahiense, como si estuviera en Bahía me encontré de la nada con Mati (el editor bahiense), Andrés (el historietista bahiense) y Emilia (la periodista bahiense) y charlando me contaron que Marina está por sacar un libro nuevo. Primicias bahienses.

domingo, 5 de mayo de 2024

Nunca nunca nunca quisiera volver a casa, de Martín Villagarcía

 1.

Ahora vomito, después edito. Terminé hoy de leer este libro de editorial De Parado (la editorial más puto de la Argentina) después de muchos muchos meses de agarrarla de a puchitos. Qué pasa: resulta que (como todo el mundo) leo varios libros a la vez, y avanzo con uno u otro según me haya enganchado y también según sus dimensiones y peso y la relación de eso con mi mochila y tipo de salida de mi casa. Porque casi no leo en mi casa, excepto cuando hago caca. Leo más que nada en los tránsitos por la ciudad, salvo en las escasas ocasiones en que un libro es tan DROGA que lo quiero leer todo el tiempo, también en los momentos en que normalmente vería una serie o una película. Cuestión que los libros de De Parado son compactos, tamaño bolsillo de campera, y hasta ahora me venían gustando todos y cada uno de los hasta aquí leídos (revísense sino mis reseñas bajo la etiqueta correspondiente). Este me lo compré usado en La Libre hace por lo menos un año, y en algún momento en que quería llevar un libro pequeño conmigo, lo empecé. Cuál fue el problema:

2.

El problema fue que el libro no anda. No va para atrás ni para adelante. Primer problema, grave: está sobrecargado de escenas de sexo, pero no calientan, más bien aburren, y eso es por un lado por la propia sobreabundancia, y por el otro por lo genérico de las mismas -de las situaciones descriptas en sí, todas citas de Grindr por el mundo, y de la forma en que están escritas -todos los chicos son "hermosos" (mil veces el mismo adjetivo), la mitad son lampiños, el 30% de los susodichos se dilatan solos cuando el protagonista hurga (esa palabra es mía, creo que nunca dice "hurga") sus anos con los dedos ensalivados, etc. etc. Obvio que algunas escenas se desarrollan de otra manera, pero son TANTAS las escenas de sexo (¿serán 100? no las voy a contar, pero arriesgo ese número) que si sólo la mitad son como las describo, ya abruma. Y no se juega nada literario en esos encuentros, eso también: no hay conflicto dramático; tal vez por eso no calienta. Les digo más: la primera escena erótica del libro, y la última, fueron las únicas que me pararon la pija. La primera (página 1) es un cruising en el baño del aeropuerto, que sigue en el avión. Él no sabe con quién se está cruzando, hay un peligro, al toque descubre que la persona tiene un novio, y aunque no pasa nada, hubo riesgo, como lector no sabés qué esperar. La última escena tiene algo parecido: se encuentra con un ex en el último avión, se tapan con una manta y se manosean cual adolescentes en los asientos: hay algo pasando. 

3.

Segundo problema: todo lo que no es sexo es namedropping de marcas, de sitios turísticos y de películas, libros o artistas sobre los que casi nunca se problematiza nada (hay alguna excepción). O sino, descripciones de comidas. O sea: el libro es un diario de viaje, o tiene la forma de un diario de viaje, pero proponeme algo amigo, un conflicto, uno te pido. ¿Qué le pasa al personaje? ¿Va a aprender algo, o amagar a aprender algo? En un momento se atisba la puntita de algo que podía desarrollarse y volverse interesante, una mención a la depresión, al contraste entre la vida para el personaje monótona y gris en Argentina y la exaltación del turismo, pero no se problematiza, no se analiza, no se nada. El personaje toma medio Clonazepan por día. Eso es todo, no lleva a ningún lado. Y entonces lo que termina pasando es que -muy lamentablemente- la mención constante a "cuánto me gusta viajar" y "qué feliz que soy" y "me siento que estoy justo donde debería estar" queda lisa y llanamente en una enorme tilinguería, y nada más. 

4.

En fin, un libro que no me gustó, no pasa nada. Había leído de Villagarcía un cuento, me entero revisando mi blog, que no sólo me gustó sino que fue el que más me gustó de una antología de por sí muy buena. Así que bueno, lo volveré a intentar.