lunes, 27 de abril de 2015

Hellblazer 2, de Garth Ennis

1.
Sigo con Hellblazer, la historieta sobre John Constantine, el personaje creado por Alan Moore como secundario de La cosa del pantano y luego devenido en estrella por brillo propio. BTW, me bajé de acá la etapa Moore de La cosa del pantano (American Gothic) en la que aparece por primera vez Constantine.

2.
En este tomo mejoró Hellblazer. Se volvió mucho más gore. Y aparece Triskele, el demonio más horrible que haya visto en cómics.

Es mucho más fea así que sin la cara.


3.
Como lector de otro tipo de cómics (manga, historietas argentinas, etc.) no estoy acostumbrado a eso que hacen Marvel y DC de plantar intertextualidades entre todos los títulos de la editorial. Obviamente, es re copado si sos el más nerd del mundo, pero hace muy difícil entrar en algunas historias o creer que los guionistas no están eludiendo sus responsabilidades al no explicar toda una serie de cosas (motivaciones de los personajes, vínculos entre ellos, enemistades, usw.) que omiten al hacer referencia a una historia anterior que uno si no es el dueño de la comiquería, es posible que no haya leído. En este caso, por ejemplo, justo hay una referencia que sí cacé: el Infierno está siendo gobernado por el Diablo, y no por Lucifer (ya el hecho de que sean dos es algo de la mitología Vértigo) porque éste renunció a su puesto, en Sandman. Incluso el diseño del palacio del Diablo es el de la historieta de Gaiman. Pero, ¿hay que haber leído Sandman para leer Hellblazer? Es el problema de tener todo en sistema, así en red, a veces se le complica al nerd apócrifo.

martes, 21 de abril de 2015

Muñecos chicos, de Pedro Lipcovich

1.
Pedro Lipcovich escribe notas periodísticas en Página 12, por lo general sobre temas de Salud, y también publica una vez por mes un cuento corto (o microcuento) en la Fierro, con ilustraciones de diferentes dibujantes de la revista, y tiene el mérito de ser una de las fijas, en esa publicación que lleva 102 números en esta nueva etapa y que en los últimos años se ha vuelto tan despareja (ahora mejoró, pero tuvo una época muy mala la nueva Fierro, y sin embargo el cuento de Lipcovich siempre me agrada). De las ilustraciones de los cuentos, mi favorita sigue siendo la que hizo Chimiboga y que no encuentro en Internet.

2.
La sección de la Fierro se llama "Muñecos grandes". Este libro, Muñecos chicos, de la editorial El Cuenco de Plata, recopila una serie de cuentos cortos del mismo orden que los de la Fierro, entiendo que anteriores a la existencia de la sección (la edición es de 2005). Algunos son muy buenos, otros no tanto, pero todos tienen el mérito de durar máximo dos carillas y mínimo media, con lo que la lectura es satisfactoria en todos los casos (si malo, igual dura poco, si bueno pero breve, dos veces bueno).

3.
Yo lo conseguí en un puesto jipi en un centro cultural porteño por $30 el año pasado, o sea que está muy barato. El diseño de tapa llama la atención por lo feo, en esa editorial que se caracteriza por su diseño (y por su perfil puanner): consiste en una foto de unos playmobiles, inexplicablemente estirada y con un patito que descoloca, y el logo de la editorial se pierde en la foto. También es incomprensible el hecho de que hayan dos cuentos casi iguales, "Caída del oboe" en la página 33 y "Sólo oboes" en la página 93. Parecen dos versiones del mismo cuento, pero la diferencia es tan nimia que supongo que se trata de un error editorial el que hayan pasado los dos cuentos como buenos. A lo mejor estas cuestiones son las que dejaron el libro a precio de saldo. Es una muy buena compra si lo encuentran a ese precio, la mayoría de los cuentos me gustaron y algunos mucho.  

martes, 14 de abril de 2015

Hellblazer 1, de Garth Ennis


1. 
Me sigo desasnando gracias a Diego Cirulo, quien en esta ocasión me prestó el primer tomo de la etapa Ennis de John Constantine. Este tipo, Constantine, de quien acá Internet me avisa que Hellblazer es otro nombre, fue creado por Alan Moore. El de Watchmen y V de Venganza. Yo lo vi por primera vez en Sandman. O sea que lo puso ahí el buenazo de Neil Gaiman. Y Garth Ennis es el de Preacher. Así que listo, estamos todos. Creo que con este cierre de círculo mágico puedo considerarme recuperado de mi vergonzante ignorancia del mundo Vértigo y todo eso.

(Bueno, falta Frank Miller y estamos todos pero a ese también lo leí alguna vez)

2.
Preacher está mejor. Pero mi reseña de Preacher no es muy buena. Qué snob que era en 2009. Ah re. Bueno, más snob que ahora. Lo que tienen en común las dos historietas es que tanto John Constantine como el predicador Custer usan muy poco su magia. Casi nada. En todo este tomo de Hellblazer, Constantine usa magia sólo una vez. Y son cinco historias. Eso es de capo.

3.
Al margen de las comparaciones, me gusta mucho y lo seguiré leyendo. Además, quiero leer la etapa de Moore ahora, ¿no?, medio que debería. 

4.
Visualmente es un poco aburrido, por lo menos este tomo: parece todo un estudio de la cara de Constantine. Por ejemplo:


viernes, 3 de abril de 2015

Mi novio es un duende, de Lawrence Schimel

1.
En casi todos los cuentos de Mi novio es un duende se repite el mismo esquema. Un personaje (a veces gay, muchas veces sin que eso tenga incidencias en la historia) está en su situación de equilibrio, y BAM, algo con la tradición mágica celta (duendes, brujas, hombres lobo, vampiros, un gallinero con patas). Casi todos los cuentos, además, terminan con la revelación mágica, o sea, no pasa nada después, viven felices para siempre. En un par de los cuentos el esquema es amoroso: personaje en situación amorosa, algo que no entiende, BAM, se coje a una vampiresa (traducido como vampira encima). A todo esto hay que sumarle que la traducción es horrible. Por ejemplo, el cuento que abre el volumen, en inglés se titula The Drag Queen of Elflandse. Tanto el cuento como el libro. Los editores españoles, en un arranque de brillantez o de pacatería, decidieron usar dos traducciones distintas. El cuento se llama "Una drag queen entre los duendes". Tiene sentido, aunque por el contenido del mismo entendemos que deberían haber usado el ahora muy popular término de "elfo", en el sentido de Legolas y Galadriel y todos esos muchachos tan simpáticos, en lugar del navideño duende. Ahora bien, el libro se llama Mi novio es un duende, cosa que no tiene por otro lado ninguna relación con lo que pasa en el cuento. El resto de los cuentos están traducidos con la misma pereza o el mismo apuro, aunque en algunos es más grave que en otros.

2.
Los cuentos que están bien son aquellos que se salen de ese esquema. "El herrador y los elfos", por ejemplo, cuenta una historia, además de tener el BAM de los elfos. O sea que hace el chistecito de cruzar actualidad con magia tradicional tipo celta pero como medio y no como fin. Ese es el que más me gustó. "Sonidos negros" habla del "duende" en el sentido que se le da en el flamenco, y hace un cruce entre lo mágico y lo metafórico que también llega más allá de lo que se propone Schimel en los otros cuentos. Después hay uno más que no tiene magia ("La posesión estimula la necesidad") pero no es un gran cuento. Y el último ("Puentes en llamas") no lo entendí. En algunos cuentos la acción transcurre en el pasado, tipo edad media o algo por el estilo. Esos están un poco menos forzados.

lunes, 30 de marzo de 2015

La trágica comedia o cómica tragedia de Mr. Punch, de Neil Gaiman y Dave McKean

1.
Me terminé los tomos de Sandman de la Biblioteca Popular Diego Cirulo, así que el eximio editor me presta esta otra historia, autoconclusiva, del mismo autor, ilustrada por quien en Sandman tiene a cargo las portadas. Me advierte "Esta da miedo en serio".



2.
En Gran Bretaña hay una obra de títeres tradicional, que ya cumplió más de 300 años, protagonizada por dos títeres de guante, Mr. Punch y su esposa Judy. La novela gráfica de Gaiman y McKean trata de un niño, alterego de Gaiman, y de un verano en una Gran Bretaña muy nublada en la que la obra es representada una y otra vez. El niño es dejado al cuidado de sus abuelos en una ciudad balnearia, mientras la madre, embarazada, se acerca a la fecha del parto. El niño entiende lo que puede de los turbios acontecimientos que suceden a su alrededor, mientras presencia una y otra vez la obra de Mr. Punch, el títere que mata a su hijo bebé, a su esposa, al policía que viene a arrestarlo, al verdugo y hasta al propio diablo. Lo más interesante de la historieta es la técnica del arte, que mezcla dibujos con fotografías, creando un clima muy lóbrego, posible reconstrucción gráfica de la memoria que un adulto tiene de los hechos más oscuros de su niñez. Porque el tema, en el fondo, de La trágica comedia o cómica tragedia de Mr. Punch, es la memoria. Aguante Gaiman.

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lunes, 23 de marzo de 2015

Sandman VI: fábulas y reflejos, de Neil Gaiman

1.
En este sexto tomo de Sandman, el hombre con el apellido de poblado patagónico-galés aprovechó al máximo las posibilidades que le brindaba tener de protagonista a un eterno (Sandman es Sueño, o Morfeo, más que un dios, anterior a todo, y por lo tanto puede estar implicado en cualquier historia) y se recorre la Historia de la humanidad, cambiando de dibujantes como de bombacha. Hay personajes históricos, como Joshua A. Norton, el tipo que se autoproclamó Emperador Norton I de los Estados Unidos en el siglo XIX (es hermoso lo que hace Gaiman con este personaje; de otro modo, Norton también apareció en Lucky Luck, como "El Emperador Smith"); también son de la partida el ciudadano Robespierre, Julio César, Marco Polo, y el califa de Bagdad Harún Al-Rashid, en la historia más hermosa de todas (y la que tiene los más hermosos dibujos). Por otro lado, las posibilidades de Sandman no se limitan a lo histórico, así que también hay mitología griega, licántropos de Europa Oriental, personajes inventados de la actualidad o del mundo Vértigo como Johanna Constantine (la antepasada del XVIII de John Constantine)...

2.
Como decía, la historia que más me gustó es la que se titula "Ramadán", protagonizada por Harún Al-Rashid. La metáfora, referida a la capital persa, se vincula con la Guerra del Golfo de 1991. Es notable y espantoso que no haya perdido vigencia de un tiempo a esta parte.

domingo, 22 de marzo de 2015

76, de Félix Bruzzone

1.
Tengo un problema con Opendoor que es que por H o por B nadie me lo presta aún, siempre pasa algo. Ahora pasó que Malena me dijo que me lleve este que era buenísimo y entonces dije para qué me voy a llevar los dos leo uno y después leo el otro y así fue como no me llevé Opendoor.

2.
Félix Bruzzone. Nació en el '76. Sus dos padres fueron desaparecidos por la dictadura cívico-militar, lo cual no es un dato soslayable en un libro de cuentos que se llama 76. Los cuentos son más o menos autobiográficos, cubren un arco amplio de la vida de su protagonista (desde la niñez hasta el presente del libro), excepto el último, que es uno de los agregados en la reedición muy linda de Momofuku que lleva como subtítulo "Un clásico + dos nuevos cuentos". El cuento se llama "2073" y es de ciencia ficción. Igual algo (mucho) tiene que ver con el tema de la militancia, la guerrilla, la represión y los desaparecidos. 

3.
De todos el que más me gustó es el primero, en el que el protagonista es un nene. Me parece buenísimo. Me pasa con Bruzzone algo parecido a lo que me pasa con Ramos, creo que escribe muy bien, o quizás mejor, o quizás me pega más a mí, en este cuento protagonizado por un nene. Igual no hay ninguno que no me haya gustado (difícil que eso pase), todos están buenos.

4. 
Me gustó mucho que en el otro de los nuevos cuentos, intitulado "Fumar abajo del agua", ciertos hechos narrados a lo largo de los otros cuentos son vueltos a contar, pero de otra manera, a veces completamente distintos a la última vez que los leímos, y así de pronto te das cuenta de que autobiográfico no significa lo que creías (o te acordás, te acordás de Bukowski que escribe tres veces distintas la secuencia de las macetas en la repisa sobre la cama que se caen de a una en su cabeza cuando cojiendo la mina golpea insistentemente la pared).

5.
Antes confundía a Bruzzone con Bruzzese.

viernes, 20 de marzo de 2015

Buscar drogas en Wikipedia, de Malén Denis

1.
A Malén Denis la vi leer (y la escuché leer) en un ciclo de poesía que había en el Club del Arte. Llegué tan tarde que los puestos estaban guardando sus libros y el público se componía de ponele siete u ocho espectadores entre los que se contaban organizadores y poetas que habían leído. Malén leyó "la contemplación del desastre o mi casa un domingo" y creo que "big" y algunos más. Pegamos onda. Después pregunté varias veces si estaba en lugares y al final me lo compré en una fiesta y de pronto apareció Malén Denis y le pedí que me lo firme así que ya saben.

2.
Después lo leí y me gustó tanto como cuando lo escuché. Lo leí en Punta del Este. En marzo. O sea, lo terminé hoy. Estoy en Punta del Este. Es 20 de marzo. En Punta del Este sólo hay viejos y viejas que no sé si viven acá o pasan mucho tiempo. Salen a caminar a la tarde por la playa vestidos de salir. Hoy vi una señora, mayor ella, que estaba caminando en la playa, esto es real, con zapatos con plataforma y un poco de taco, pollera, blusa, y una cartera sobre. En la playa, una cartera sobre. Con el marido, claro, que estaba vestido de tenista viejo que sale a pasear por la playa en Punta del Este. El libro es de Nulú Bonsai. La edición es linda. Los dejo con Malén Denis:

TE GOOGLEÉ PARA SENTIRTE CERCA
abro un archivo con la idea
de decir todo lo que sé del amor
me distraigo con otras cosas
acomodo imágenes de películas e íconos pop
en carpetas en el escritorio de la computadora
quisiera que mi cerebro fuera el escritorio
de esta computadora
que hubiera un orden posible


saber mi composición específica
el espacio que ocupa cada cosa
dónde se ubica cada cosa


completo este archivo con letras
quiero hablar del amor
hablo del desorden del cerebro
y de cómo desearía que el mío
fuera una computadora.


completo este documento con palabras
quiero hablar de él
hablo de fotos que colecciono
para creer en la belleza
como en una religión


es tarde y estoy cansada pero no duermo
me digo: no es insomnio si se quiere
sigo acomodando las imágenes
aplastadas en el fondo de la pantalla


es tarde y estoy cansada pero me obligo
a entender: no es amor si él no te quiere
mi computadora no es mi cerebro
mi cerebro no es un escritorio
esto no es insomnio
es mi existencia la que se aplasta
contra la pantalla
en el fondo

jueves, 19 de marzo de 2015

Biografía ilustrada de Mishima, de Mario Bellatín

1.
Mishima era un escritor japonés hasta que se suicidó ritualmente, seppuku mediante, haciéndose el harakiri y haciéndose decapitar acto seguido por su amigo Morita, en un cuartel militar que tomó para tal fin en 1975. Mishima extrañaba el pasado imperial de Japón. No leí nada de él, debería. Así como en la horrible Jacobo el mutante el protagonista era el extinto escritor polaco Joseph Roth, quien vivía una serie de aventuras incoherentes, en esta novela (la tapa dice "novela", para mí es un poco corta para novela aunque tiene 53 páginas -las fotos no valen-) el protagonista es Mishima, después de cometer seppuku, es decir, Yukio Mishima sin cabeza.

2.
Me gustó mucho. Por su extensión, se lee de una sentada. Intuyo que la operación en este caso habrá sido construir un relato desde una serie de fotos más bien raras (muchas fuera de foco nomás) que usa como punto de partida inventándoles nuevos significados para incluirlas en la historia de Mishima, al estilo de esa película de Herzog en la que el tipo mediante la voz en off resignifica material de muchos documentales suyos e inventa una historia sobre extraterrestres (¿alguién se acuerda cómo se llama? lo pasaron en la Lugones en un ciclo de docus de Herzog). A lo mejor me equivoco y fue al revés: después de escrito el cuento buscó fotos y... Pero supongo que no. Lean el cuento y vean las fotos después, como sugiere el orden de la publicación.

3.
Otros libros empáticos con este: El caballero inexistente (por la no cabeza); Matadero 5 (por la estructura: lo que hace Bellatín con la estructura es muy de maestro del mundo, y es parecido a lo que hace Kurt en Matadero 5 aunque Kurt es más ordenado y lineal y Bellatín es más poético y random), y Lanzarote de Houellebecq (por las fotos). También, seguramente, ese de Bellatín de la nariz, que no leí aún pero tengo y prontamente leeré así les digo si era o no. Y por otro lado, ¿no es un poco de la familia de la película Post Tenebras Lux, del mexicano Carlos Reygadas?

lunes, 9 de marzo de 2015

Sandman V: Juego a ser tú, de Neil Gaiman

1.
A game of you es el nombre original de éste quinto "arco argumental" de Sandman, originalmente publicado en 1993, reeditado ahora, adquirido por Diego Cirulo y prestado a mí por él. Una vez más, Gaiman me produce piel de gallina. En esta historia Sandman casi no interviene. La protagonista es una personaja secundaria de otro de los arcos argumentales, Barbie, de Casa de muñecas; y la historia cuenta además con la participación especial de otra personaja, terciaria diría, del primer arco argumental (Hazel). Barbie, en la vida diurna una lumpen neoyorquina, era princesa en un reino onírico, en uno de los archipiélagos del Sueño. Desde que no sueña, el Cuco está acabando con la vida de todos los habitantes de la isla. 


2.
Hay un sujeto en otro blog que dice que la historia es muy aburrida, que le costó terminarla para hacer la reseña, y que cree que es aburrida porque es una "historia para mujeres". Qué nabo. En efecto, Juego a ser tú está protagonizado enteramente por mujeres: Barbie, la princesa; Wanda, una travesti; Tesalia, una ñoña; Hazel y Foxglove, que son pareja. Y podríamos contar también a Maisie Hill, la linyera mal dibujada; a Bárbara Wong, la voz en la radio; a Luz, la lora; y hay más pero ya sería espoileo. Y también hay una cita:  
Los niños y las niñas son diferentes, ¿lo sabías? Los niños tienen fantasías en las que son más rápidos, o más listos, o pueden volar. (...) Las niñas tienen otras fantasías mucho menos enrevesadas. Sus padres no son sus padres. Sus vidas no son sus vidas. Son princesas. Princesas perdidas de reinos lejanos.
Pasemos de largo la conjetura de este señor de que se aburrió con Sandman V porque es para nenas, pero quedémonos con la parte de las nenas. En el prólogo, escrito por una tal Alisa Kwitney que era editora adjunta de Sandman (qué envidia todo lo que cuenta de entrar a trabajar en DC), dice que en los cómics que ella leía las mujeres eran "el Otro", pero en Sandman: 
...las mujeres tenían el mismo peso emocional y la misma humanidad que los hombres, y una igualdad de condiciones en lo referente a poderes mitológicos y estatus icónico. O sea, Muerte no sólo era una hembra... era una mujer.
Es cierto. O sea que Gaiman es una especie de feminista del cómic. Además vean que hermoso lo que hace con su señora en un escenario:


Queremos tanto a Neil Gaiman.

3.
Estoy casi seguro de que hay unas viñetas de Molg H. que son iguales (¿citas?) a estas tres viñetas de Sandman, pero ahora no las encuentro. Quizás me equivoco. Igual son muy Molg H.



sábado, 7 de marzo de 2015

Diarios de bicicleta, de David Byrne

1.
David Byrne (ex cantante de The Talking Heads, solista hace mucho, uno de mis músicos favoritos sin dudas) recopiló en 2009 anotaciones de viajes que había hecho recientemente, casi siempre para tocar, todas ciudades a las que llega con su bici plegable. A priori yo creía que era un poco como el libro de Murakami de las maratones (no lo leí), pero sobre la bici. Bueno, no. Se trata mucho menos del asunto de las bicicletas de lo que yo creía. Resulta que David es un militante de la bici, el libro no deja de tener un prólogo y un epílogo en los que aboga por las ciudades pensadas para la bici, en el primero hablando de urbanismo y bardeando a Le Corbusier por su Ciudad Radiante y a Robert Moses, el culpable de las autopistas en Nueva York, y después en el epílogo, en el que habla de sus emprendimientos como militante de la bici y en particular de un evento que organizó para promover las ideas urbanísticas pro-bici que toma de un tal Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá, y de lo que éste hizo en esa ciudad (y que aparentemente primero habría sido hecho por otro señor en Curitiba, a otra escala. Léase metrobuses). Salvo por estos dos capítulos, el cuerpo del libro (que es bastante largo, aunque se lee muy rápido y está lleno de fotos, yo lo leí íntegramente en un par de viajes largos en el tren a Ramos Mejía) trata sobre todo de las ciudades que visita David, la historia de esos lugares, las costumbres, la música, y en menor medida las cosas que hace él ahí, y la bici aparece muy de vez en cuando (y no en todos los capítulos).

2.
Entonces, en resumen, el libro es un compendio, hilado por viajes, de las cosas que piensa David sobre las cosas. Por ejemplo, en el capítulo sobre San Francisco, una visita a Silicon Valey lo lleva a reflexionar sobre las innovaciones tecnológicas y el espíritu emprendedor (es un capítulo bastante stevejobsiano), y más tarde al asistir a una muestra de artistas con problemas mentales se pregunta qué es el arte:
Para mí, una mancha en la acera o una masa informe de material aislante puede contener un valor estético comparable al de algunas obras de Franz West, por ejemplo. Tan sólo resulta que una está en la sala de un museo y la otra se suele encontrar en un solar abandonado. Me temo que mi definición de lo que es buen arte es bastante extensa, y no está determinada por la biografía de su creador. A veces, para mí, el arte ni siquiera necesita un autor. No me importa quién o qué lo ha hecho. Para mí, el arte ocurre entre la cosa -cualquier cosa- y la mirada (o la mente) del espectador. Quién o qué lo hizo es irrelevante. No necesito ver el currículum para que me guste.
Los capítulos: "Ciudades norteamericanas" (donde el tema recurrente es el de la crisis económica y su impacto en el urbanismo -acá sí relacionado con las posibilidades de la bicicleta), "Berlín", "Estambul", "Buenos Aires", "Manila", "Sidney", "Londres", "San Fracisco" y "Nueva York". Me gustaron mucho los de Estambul y Manila, básicamente porque no sé nada sobre esas sociedades. En el capítulo sobre Manila, el viaje de David a Filipinas es parte de su investigación para lo que luego sería el musical y disco con Fat Boy Slim, Here Lies Love, que es la historia de Imelda Marcos, hoy viuda del ex presidente/dictador filipino Ferdinand Marcos. Este capítulo de este libro es todo lo que sé sobre la historia de Filipinas.

3.
Tema aparte es el capítulo sobre Buenos Aires. Una buena opción es agarrar el libro en la librería y leerse el capítulo de Buenos Aires de dorapa (capaz sean necesarias dos lecturas de dorapa para terminarlo), porque es muy divertido. Asombrosamente, empieza hablando de los afroargentinos. Transcribo:
Buenos Aires está emplazada lo bastante al sur como para ocupar la zona templada que separa esta ciudad -y Santiago de Chile, justo al otro lado de los Andes- de sus vecinos tropicales, un poco más al norte. Hay también enormes diferencias psicológicas: los argentinos tienden a considerarse más europeos, y por consiguiente más sofisticados, que sus vecinos brasileños. Naturalmente, ¡ejem!, los músicos y otros tipos de artistas no comparten una actitud tan esnob como esa, pero, en general, es una pauta que se percibe y se observa tanto en la arquitectura como en la cocina y la forma de vestir.
A pesar de que tanto en el sur de Brasil como en Argentina se asentaron sucesivas oleadas de italianos y alemanes, entre otros, los argentinos probablemente negarán que haya elementos africanos que conformen su cultura, mientras que en Brasil, más al norte, tales elementos siguen siendo claros y visibles, y en muchas ocasiones los brasileños se enorgullecen de su sangre y su cultura africanas. En Argentina, los africanos prácticamente han desaparecido, pero lo cierto es que su influencia permanece, camuflada y negada, aunque intacta.
O sea, no David, no desaparecieron, leé está reseña, pero por lo demás tiene toda la razón.
Lo siguiente que dice también me asombra:
podría contar con los dedos de una mano el número de gente del lugar que vi circulando en bicicleta.
Y luego se pregunta porque en Buenos Aires nadie anda en bici. ¿Qué raro, no?
Otros temas: las repercusiones del New Wave en Buenos Aires (Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes), Mercedes Sosa, Charly García, el cementerio de la Recoleta, una muestra en el Malba, San Cayetano, Leon Gieco, el Palacio de Aguas, la noche de Buenos Aires (¿están todos duros?), el "aburguesamiento" de Palermo, hablar al vesre, perritos, Juana Molina, la compañera Cristina, entre otros temas apasionantes.

4.
Es re libro de vacaciones.

miércoles, 25 de febrero de 2015

La jornada de un escrutador, de Ítalo Calvino

1.
En Turín funciona un Cottolengo. Cuando después de la guerra se instauró la democracia en Italia, el Partido Comunista tenía muchos potenciales votantes, casi la mitad del país. Los muchachos de la cristiandad (los democristianos) impulsaron una ley de voto universal, tan universal que hasta votaban los discapacitados del Cottolengo: electorado cautivo de los democristianos. No me queda claro qué peso real podía tener ese dato en la elección, pero simbólicamente es aberrante. La jornada de un escrutador es una novela corta en la que un miembro del Partido Comunista, Amerigo Ormea (Amerigo, Italo, ¿cachaí?) tiene que ir a ser fiscal de mesa (escrutador) en el Cottolengo de Turín, en la elección de 1953. 

2.
Como siempre, Calvino no puede ser más crack. A diferencia de otras cosas suyas, esta es un poco más densa de leer, con algunas partes netamente reflexivas, pero al igual que las otras es muy divertida, tiene algunas imágenes increíblemente bellas (el principio, caminando bajo la lluvia en Turín; el campesino y su hijo) y un manejo de las escenas que me saco el sombrero. Dice Calvino que tardó diez años en escribir esta novela (la idea se le ocurrió el 7 de julio de 1953, cuando fue candidato del PC y visitó el Cottolengo de Turín por diez minutos) y que, además del asunto político, trata en ella los temas de la infelicidad natural, el dolor y la responsabilidad de la procreación, temas que nunca se había atrevido a tratar antes. También dice que la novela es de la familia de La nube de smog y de La especulación inmobiliaria (la primera la amo, la segunda aún no tuve el placer).

lunes, 23 de febrero de 2015

El camino de la luna, de Pablo Ramos

1.
Me había dicho que este libro (de cuentos, el último que publicó Ramos hasta ahora) me iba a gustar menos que el otro libro de cuentos del autor (Cuando lo peor haya pasado). No fue así.

2.
Mis cuentos favoritos fueron los protagonizados por chicos (bah, por Gabriel Reyes, alterego de Ramos). Ratifico que Ramos es un gran gran autor de literatura juvenil y que me quiero comprar su novela específicamente juvenil (por la que ganó ese premio en Alemania), El sueño de los murciélagos. En este libro, los cuentos con chicos son "La historia de la música" y "Nadar en lo profundo". También me gustó mucho "La chica del pelo verde". Alto corto sería. Debería filmarlo. "Elefante muerto" es muy hermoso, igual que "Castañas asadas". Y también me gustó, aunque me pareció un poco más pasatista (me costó elegir esta palabra, pero es más descriptiva que sencillo o simple) "Wunderbare katastrophe", sobre un episodio vivido por Pablo R. en su estadía en Berlín -a donde fue por una beca de escritor, creo-. Los dos primeros me parecieron los peores -o menos interesantes- (aunque el segundo, "La fría oscuridad del universo", tiene una imagen muy buena: la del escritor cuarentón acostado en un colchón en un living, de noche, atrapado entre cuerpos de adolescentes durmiendo o haciendo ruidos a su alrededor. Es difícil de contextualizar lo que estoy diciendo, tienen que leer el cuento.

3.
Muy buena la tapa:

miércoles, 18 de febrero de 2015

Evita vive y otros relatos, de Néstor Perlongher

1.
Me lo compré por 40 pesos en la mesa de saldos de Santiago Arcos frente a Puán. Los primeros tres relatos solos, que son los incluidos bajo el título "Evita vive", amortizan el costo. Dice Perlongher en una nota al final del tercero:

...Los peronistas usaron la consigna "Evita vive", con diferentes aditamentos: "Evita vive en las manifestaciones populares", "Evita vive en las villas", "Evita vive en cada hotel organizado" (slogan del Movimiento de Inquilinos Peronistas). 
Estos textos juegan en torno a la literalidad de esa consigna, haciendo aparecer a Evita "viviendo" situaciones conflictivas y marginales.
Es decir, son tres relatos en los que Evita, que había muerto, reaparece frente a una persona o a un grupo de personas, como una muerta viva o una no muerta, y el registro es fantástico, no hay explicaciones y los testigos a los que se les aparece Evita (aparece como la Virgen, un poco), parecen confundidos pero no horrorizados ni maravillados. Y son profundamente maricas, los tres cuentos. Son muy breves. Yo sólo conocía el primero de los tres, porque Noelia Prieto hizo de él un monólogo en un Sucede. Me parecieron fascinantes y como decía al principio, justifican la compra del librito por sí mismos.

2.
En el tomo también hay un prólogo y cuatro otros textos de Néstor. El prólogo es infumable, de esos que están tan mal escritos, tan enrevesados -aunque seguramente el autor del prólogo cree que eso es escribir "académicamente"-, que no se entiende nada de lo que quiere decir (ojo, a lo mejor tiene ideas brillantes sobre la obra de Perlongher, no sé porque no entendí nada). "Azul", el segundo texto del libro (después del tríptico de Evita), es un experimento con el lenguaje, a mi entender poesía; y el siguiente, "Chola, o el precio", también, aunque en ese texto Perlongher propone algo más parecido a una trama y además trabaja una temática -la familia, el perdón-. "El sabra" me resultaría muy difícil de describir. Es una narración, es un falso texto de investigación histórica, tiene dibujitos, tiene imágenes muy horribles y tiene humor. Me gustó. Me pareció rarísimo también. Supongo que es una experimentación en relación con los géneros literarios pero no puedo pensar tanto y un análisis de ese texto requiere pensar más de lo que este blog puede permitirse en este momento y con este calor. "El informe Grossman", que es el último, contiene tres partes también. La temática general es la guerra de Malvinas, y el abordaje general es ultra queer. El primero de los componentes tiene forma de investigación y empieza así:

Un manifiesto del desaparecido Ejército de Liberación Homosexual de las Malvinas (en el exilio), propalado en junio de 1982, revelaba un aspecto poco conocido de esa remota guerra. Según denunciaba la organización, la invasión de las islas por 40.000 soldados argentinos e ingleses, colocaba a las 8 maricas nativas (kiers, en kelper) ante un desmesurado imperativo: satisfacer los apremios sexuales de la tropa.
Y los otros dos textos son falsos testimonios de colimbas movilizados a las islas. Tienen humor (un humor muy oscuro) y mucho mucho sexo.

3.
El perfil del autor tiene todo que ver con lo que escribía pero esta es una de esas ocasiones en que los remito a Wikipedia y me voy discretamente por esta pequeña puertita.

miércoles, 28 de enero de 2015

Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, de Philip K. Dick

1.
Tardé en engancharme, porque Felipe Ka Pito hace algo muy raro, que es lo siguiente: plantea el argumento, súper fuerte el argumento, y después se va por las ramas y uno, el lector, se pregunta por qué está leyendo páginas y páginas de algo tan lateral y por qué el protagonista se preocupa por boludeces cuando debería estar concentrado en su problema principal, infinitamente más importante. A la larga, el autor vuelve al cauce, el protagonista se concentra, y el lector entiende que Felipe escribe así caóticamente porque es un capo y no por otra cosa, pero para entender eso hay que perseverar en la lectura.

2.
Qué gran título, ¿no?

3.
Jason Taverner es un famosísimo cantante y conductor de televisión en el futuro, multimillonario, famoso y diseñado genéticamente. Una noche sufre un atentado y a la mañana siguiente se despierta en una habitación de un hotel de mala muerte, siendo un desconocido. O sea, él es él, incluso tiene puesto su traje de millonario y un fajo de billetes en el bolsillo, pero no tiene documentos (y en este futuro, el Estado es un Estado policía mundial, en guerra interna constante contra la subversión representada por los estudiantes universitarios -por todos los estudiantes universitarios-) y nadie parece reconocerlo, nadie sabe quién es. Desde ahí partimos: Jason tiene que resolver su situación, siempre a riesgo de ir a parar a una granja colectiva como un estudiante subersivo si algo le sale mal. Y entonces: mujeres, mujeres locas, drogas, policías, paranoia, sexo, autos voladores y racionamiento de cigarrillos.

4.
El planteo es de por sí bueno, pero las derivaciones son mejores, y la resolución es brillante. Eso sí, como decía en el punto uno, hay que sobrellevar la impresión de deriva del principio para darse cuenta luego de que Dick sí se está ocupando de la trama, aunque uno crea que no, y a pesar de que algunas de las derivas sean sólo eso (incluso hay un capítulo, el de los canas que irrumpen en un departamento equivocado para encontrar a un gordo peludo en la cama con un nene, que no tiene más relación con la trama que el hecho de estar ubicado en el mismo universo: es como el capítulo de la escuela de Sandman IV; y siempre es agradable encontrar un cuento dentro de una novela).

5.
Nacho leyó la biografía de Dick y me contó que esta novela es de la etapa mística creo que me dijo, de cuando Dick estaba más loco. En Wikipedia dice que Dick relaciona algunas escenas de la novela con su propia biografía, como el capítulo en el que el policía Félix Buckman abraza a un negro en una estación de servicio. Álvaro me dijo que lo que le gusta del libro es que es ciencia ficción pero si se hicera una adaptación cinematográfica todo podría filmarse en Buenos Aires, en el microcentro: el futuro para Dick también llegó hace rato.

sábado, 24 de enero de 2015

¿A quién quiero engañar?, de Dani Umpi



1.
Creo que este no es el cuarto libro de Dani, sino que hubo otros entre Sólo te quiero como amigo y ¿A quién quiero engañar? de los que la maldad uruguaya o argentina nos privaron (o sea, que no se editaron acá). Por lo pronto, éste nuevo libro, el primero de cuentos que leo de Dani, es de la editorial uruguaya Criatura editora, pero se consigue en Buenos Aires también. Muy linda la edición, con "hojas de respeto" negras de mayor gramaje y todo. 

2.
Por si hay despistadxs que no saben quién es nuestro autor: Dani(el) Umpi(érrez) es un artista uruguayo multitasking. Es músico (y soy fan), tiene dos discos de electropop increíbles: Perfecto (2005) y Mormazo (2011) además de dos discos de covers con piano y voz. Los videoclips del último disco son geniales, mi favorito es éste (por lo bien pensado que está en su -falsa- sencillez):


Dani también es artista plástico (no conozco mucho lo que hace en ese rubro, pero confío) y, obviamente, escritor. Su novela Miss Tacuarembó fue adaptada en la peli homónima, pero mi novela favorita suya sigue siendo Aún soltera, que leí hace mucho, antes de tener este blog.

3.
¿A quién quiero engañar? es, decíamos, un libro de cuentos. Me gustaron todos, más o menos; los que menos me gustaron están buenos igual, y los que más me gustaron me re gustaron ("El recuerdo del futuro", que se parece a la canción "Porvenir" de Mormazo; "El videoarte chileno", "Fotografía", "Tipo de persona", y, en el puesto número uno, "El vestidito transparente"). Lo más notable es que Dani Umpi, que en sus dos primeras novelas planteaba protagonistas femeninas -la señora trans de Aún soltera y Natalia de Miss Tacuarembó- y en la tercera uno masculino -el chico gay de Sólo te quiero- parece que en este libro se propuso explorar todas las voces posibles del arco HLGBTQIA (bueno, no todas esas en realidad: es una forma de decir). Hay protagonistas masculinos y femeninos, hetero y gays de ida y de vuelta. Lo más novedoso en ese sentido son el protagonista hetero de "La represa hidroeléctrica" (a todo esto, muy bolañanos los títulos, aguante), seguido de la lesbiana chilena de "El videoarte chileno". A mí entender lo logró en todos los casos; le creí con todos los protagonistas.

miércoles, 14 de enero de 2015

Llamadas telefónicas de Roberto Bolaño

1.
La hago corta. Bolaño es el mejor, uno de los cuatro más capos del mundo, todo lo que escribe es bueno, no hay como pifiarle. Y como suele suceder, más garantía de confianza tienen sus libros cuando fueron editados en vida de Roberto: nos asegura que él consdieraba que esos textos eran buenos (o legibles, aunque creo que Bolaño sí sabía que era bueno, no me suena que fuera de esos con falsas modestias). Llamadas telefónicas es un libro de cuentos y se editó por primera vez en 1997.

2.
Hay cuentos con temática estadounidense, hay uno muy argentino. Hay uno que tiene elementos de La pista de hielo. Mis cuentos favoritos fueron los dos con temática rusa ("La nieve" a la cabeza, seguido de "Otro cuento ruso"), y el de la actriz porno, "Joanna Silvestri". Ese me encantó. Es un capo. Todos me gustaron, igual.

jueves, 8 de enero de 2015

La supremacía Tolstoi y otros ensayos al tuntún, de Fabián Casas

1.
Qué podemos decir de Casas. En un momento era nuestro escritor argentino favorito. Después perdió la capacidad o las ganas de escribir o de publicar novelas o cuentos o poesía (salvo algunas poesías nuevas, que están junto con sus poesías anteriores compiladas en Horla City y otros y que a mi parecer son peores que sus predecesoras) y se dedicó exclusivamente a esto de los ensayos bonsai (y a publicar en suplementos culturales, y a escribir libros para chicos y guiones ligeros para películas de Alonso, véase mi reseña de Jauja en nuestro blog hermano de reseñas de películas, El mundo del espectáculo). O sea que leímos Ensayos bonsai -hace mucho, más o menos en la misma época en que habíamos leído y releído Ocio seguido de Veteranos del pánico y Los Lemmings y otros cuentos y sus libros de poesía editados por Vox o por Eloísa Cartonera o por Mansalva-, después leímos Breves apuntes de autoayuda, y ahora éste, La supremacía Tolstoi y otros ensayos al tuntún, en el mismo orden que los dos anteriores.

2.
Como siempre, Casas escribe súper bien y sus ensayos bonsai son interesantes aunque no sean los temas que más copen al lector. La ideología de Casas, por otro lado, ha ido poniéndose más y más mustia con el paso de los libros. En repetidas ocasiones afirma que la naturaleza es de derecha, y lo justifica con argumentos pobres y lugares comunes (como lo de la selección natural). La eutanasia no es de derecha, Fabián, y ayudar a los discapacitados o a los ancianos no es de izquierda. Y en uno de los textos tira esta frase, que tiene mucho efecto pero es una idiotez y hasta una hijaputez: 
En este caso se puede afirmar que las Madres de Plaza de Mayo fueron infiltradas dos veces: una vez por el asesino Astiz y otra por el ex presidente Kirchner. 
Bueno. Lo peor es que tira esa  barrabasada y luego cambia de tema: ese ensayo (que lleva el título de su libro anterior, "Breves apuntes de autoayuda") es de los más random del tomo.

3.
Otra cosa que hace Casas y que es polémica -aunque en esto lo banco- es volver a contar una y otra vez la misma historia, de otra manera y por otro motivo. Al tío Bruno ya lo conocemos, y la referencia al cuento de Bradbury "La Tercera Expedición" está en dos ensayos de este mismo libro, desarrollada largamente las dos veces como si fueran la primera.

4.
Pero lo más polémico de todo es el precio. $215. Yo lo compré a $95 en la librería de enfrente de Puán, Santiago Arcos. Fíjense porque cada tanto ponen un libro de Casas en oferta en la puerta, con la excusa de que el ejemplar está fallado o algo por el estilo (ahí conseguí el anterior, que es de la editorial de la librería, igualmente tobara).

5.
El texto del título, "La supremacía Tolstoi" (gran título), es el más largo y lo más interesante del tomo. Es un ensayo en el que Casas se propone "dar cuenta de mis [sus] investigaciones sobre Tolstoi" y "recomendar enfáticamente su lectura. Nada más". Es re lindo y tengo muchas ganas de leer a Tolstoi, cosa que planeo hacer prontamente.

6.
El último texto, "La solarística", conferencia dictada en la cátedra Bolaño de la Universidad Diego Portales de Chile, es el segundo más lindo.

sábado, 3 de enero de 2015

La Virgen Cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara

1.
En La Vírgen Cabeza hay una mujer, periodista de policiales (Qüity), que tiene una relación amorosa con una travesti villera llamada Cleopatra (o sea una relación onda Laurence Anyways). Cleopatra a su vez habla con la Virgen María, por lo que se la conoce como la hermana Cleo. Qüity y Cleo intentan crear una sociedad utópica en la villa, con cría de carpas en canales, pero en su afán se verán enfrentadas a policías y tranzas sanguinarios. O sea, es un argumento por lo menos estrafalario, que me hizo acordar a algunas novelas de Aira. Lo curioso es que el tono de la novela, o el tono de la narradora protagonista, que es la periodista Qüity, es bastante oscuro, como si fuera el de un policial negro o un policial de conspiraciones políticas (y por momentos la trama toma esos caminos). Sin ir más lejos el primer capítulo habla de hijos muertos, asesinados, en el tono más dramático posible (sobre todo porque yo venía de leer Electrónica, reciencito): yo creí que estaba por leer un dramón. En algunos episodios, la voz de la narración es la de la hermana Cleo: y ahí todo se vuelve más luminoso, más Puig o Dani Umpi.

2.
Las diferencias entre los tono y las tramas, y algunas cosas más como la elipsis zarpada para contar o no contar lo de la ópera cumbia, o el capítulo que rima, hablan de la libertad con la que Cabezón Cámara decidió escribir esta la novela. Aplauso a eso.

3.
La novela está buena. No me voló la cabeza (la virgen cabeza) pero me gustó bastante. La prosa es un poco enrevesada, con muchas palabras fuertes, pero cuando entrás en el ritmo se lee como droga. Yo la leí en dos días.

viernes, 2 de enero de 2015

Electrónica, de Enzo Maqueira

1.
De Enzo Maqueira no sé nada, salvo que nació en 1977 y que en Wikipedia tiene una entrada que es muy autobombástica. Dice: "Su novela Electrónica está considerada la novela de una generación, al retratar con ironía y melancolía el devenir de la clase media argentina semi-culta y universitaria de principios de siglo XXI". Lo que obviamente significa que alguien la ha considerado etc. Yo no diría "la", porque me parece mucho, pero sí diría que es una novela sobre una parte de la clase media de una generación. Hay una protagonista (la profesora) y un personaje secundario que protagoniza una subtrama (su amigo el ninja). Ambos personajes son a la vez la excusa para retratar a todos aquellos que tuvieron veinti a fines de los noventa y comienzos de los dos mil y fueron a ciertas fiestas (electrónicas) y tomaron ciertas drogas (relacionadas con esas fiestas) y que además fueron a Puan. 

2.
Lo primero que descubrís en Electrónica es que está escrita en segunda persona del singular, aunque de golpe pasa a tercera, a veces en la misma frase. El recurso (esto no le quita mérito, pero) es similar al de Agosto de Romina Paula (gran novela que está toda en segunda persona) y al de "Usted se tendió a tu lado" de Julio Cortázar (cuento, que también está narrado en segunda, pero pasa del tú al usted según a qué personaje se refiera). Cuando está justificado por el argumento, como en estos tres casos, el recurso garpa. Por otro lado, por otros motivos (lo de Puán, lo generacional) Electrónica también me hizo acordar a Pola Oloixarac y su en ese momento sobrevaluada novela Las teorías salvajes aunque Electrónica me gustó mucho más. Y una relación más: el padre enchufado al respirador y a la tele en el canal porno es como el padre de El año en el desierto de Pedro Mairal, enchufado a la tele. Qué buena metáfora la puta madre.

3.
La leí en un día, sin parar (por eso lleva la etiqueta "droga", aunque también podría ser temática). A mis amigos les va a gustar. Recomiendo. Está buena para vacaciones. Te atrapa porque la seguís a ella, querés saber cómo está, qué le pasa, qué piensa. La identificación está muy bien lograda. Además, quién no estuvo enamorado y se comió la cabeza alguna vez como le pasa a la profesora.

4.
Al final hace un cameo Sebakis. ¿Lo sabrá?

5.
El eximio director teatral Gonzalo Facundo López prepara (¿para este 2015?) junto al excelso dramaturgo Mariano Javier Clemente la adaptación teatral autorizada de esta novela: se viene zarpada. Permanezcan alertas.