domingo, 10 de noviembre de 2013

Velcro y yo, de Martín Rejtman


1.
Los remito a la reseña de acá abajo (salteando una). Leí Tres cuentos, me encantó, quise leer de inmediato el único libro que no había leído del capo de Martín Rejtman y acá estoy. Lo leí, me encantó. Este es un libro que salió originalmente en 1996, y se reeditó en 2011. Es muy noventoso en sus temas y alusiones. Se lee en dos patadas también. LEANLO. CORRAN A CONSEGUIRLO. Ah re.

martes, 5 de noviembre de 2013

Me verás volver, de Celso Lunghi


1.
¿Por qué todos los personajes, TODOS, "hunden" la mano en el picaporte? Qué raro.

2.
La novela está bien, es entretenida, es SUGERENTE... no da miedo, pero sí presenta algunas imágenes inquietantes. Y se lee en un periquete. O sea, droga es. Pero tiene mil problemas. MIL. Supongo que le dieron el premio por lo original, por lo joven del autor (igual Mairal era joven cuando ganó el premio Carlín con Sabrina Love y le rompe el toor), por ser el primer y único tipo que menciona a Beatriz Guido como influencia suya, y por lo ecléctico. Supongo eso para no suponer que no había un proyecto más a la altura. Todo bien igual con Celso eh. Lo recomiendo, a pesar de lo que digo. Pero me resultó predecible. Y no me gusta el título, que hace referencia directa a Soda Stereo sin tener nada que ver. En fin.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tres cuentos, de Martín Rejtman


1.
Aparentemente, fue hace mucho que leí los otros libros de Martín Rejtman, Literatura y otros cuentos y Rapado. No aparecen reseñados acá, y este acá ya tiene unos seis años -los mismos que mi trabajo en la biblioteca, mmh-. Hace mucho también fue que con los chicos fuimos fanáticos de Silvia Prieto y de Los guantes mágicos, y un poco menos enfáticamente de Rapado(Estoy casi seguro de que fue durante los estertores del VHS, o más bien de la era Blockbuster -porque los estertores del VHS en realidad fueron después, cuando sólo quedaban los videoclubes de barrio con viejos VHS, algunos DVDs originales, y temporadas "pirateadas" de series como Lost-. Todavía quedan videoclubes, pero sobreviven gracias a los estudiantes de cine y a los reacios a la Internet, y ya funcionan como locales de culto, un poco como funcionan las comiquerías -en el sentido de que los usan pocas personas con cierta especialización cultural, no sé, profesionales jovatos, o mi tía que mira pelis francesas o iraníes contemporáneas y que igual creo que ya se hace bajar las pelis por mi primo-). Hace menos fue que vi Copacabana, y también la fabulosa Entrenamiento elemental para actores, en la medida en que fueron saliendo. Todo esto para decir que Martín Rejtman es para mí uno de los contemporáneos más capos, lejos, y que lo corroboro en este libro. Es más: lo recuerdo con este libro, porque un poco me había olvidado de lo mucho que me gusta lo que hace y lo capo que me parece. Agarré el libro más porque me pareció que lo iba a leer rápido, a lo droga, porque recordaba su virtud de ser literatura liviana, que por el otro motivo menos particular, más general y abarcativo, de ser re capo. Qué capo.

2.
Es tan capo que hay un montón de cosas de la vida que son "muy Rejtman". Por ejemplo, pensé en un momento, si me roban la bici me voy a sentir en un cuento de Rejtman. (Toco madera y me toco un huevo). O el otro día, cuando fui en un remis al Luna Park y el remisero resultó ser pastor evangélico y no paró nunca de hablar, fue muy Rejtman.

3.
Tres cuentos es el libro que salió este años. Los tres cuentos son muy buenos, y están ordenados en sentido creciente. El primero me gustó mucho, el segundo me gustó más, el tercero es fabuloso, fantástico, magnífico. Sería una gran película de Rejtman, pero necesita mucho presupuesto. En un flash tiene algo de El año del desierto también. O sea no, pero vieron que yo relaciono todo con El año del desierto. Quiero decir que tiene elementos fantásticos -en el sentido del género- y eso me sorprendió en grado sumo. Ahora, AHORA, voy a leer Velcro y yo.

domingo, 20 de octubre de 2013

Una boda en Brownsville, de Isaac Bashevis Singer

1.
Recomendado por mi papá desde siempre, y más reciente por Joni también (que leyó El mago de Lublin, creo), terminé de convencerme de leer a Bashevis Singer por esta contratapa de Juan Forn. Nacido en Polonia, en ese entonces parte del Imperio Ruso, el 14 de julio de 1904, y fenecido en Miami, en ese entonces parte del Imperio Yanqui, el 26 de julio de 1991, el Isaco es famoso por: 
a. Escribir en idish. En su etapa yanqui traducía al inglés él mismo, y las versiones en inglés son las que se tradujeron a otros idiomas como el castellano: es curioso porque son de alguna manera segundas versiones del propio autor. Esto está relatado en la nota de Forn mencionada recién. 
b. Ganar el Nobel en 1978, supongo que motivado por el hecho de escribir en idish, una lengua ahora sí muerta.

2.
Muchos deben haber leído a Bashevis Singer, pero el que seguro lo leyó es Etgar Keret.

3.
El cuento "El ayuno" tiene la fórmula de una película de Lars Von Trier. Te presenta desde cierto lugar (externo) a un hombre religioso que por motivos eminentemente psicológicos está pasando por una etapa de delirio místico. Luego abandona ese lugar, y te mete en el del personaje. Ahora el delirio parece más real, la pretensión del hombre de ayunar más que los santos de la Biblia encuentra un fundamento lógico, aunque persiste el de la locura en primer plano. Hasta que ocurre algo mágico (o una alucinación) (o algo mágico). La lógica que se revela como verdadera no es la moderna, sino la mágica, medieval. Fin. Me gustan mucho esas historias que permiten un gran uatafac (qué carajos, en español), y a la vez bancan la parada del pensamiento premoderno. Y en el caso de Bashevis es mejor porque no es posmo, ¡es antimoderno! y no parece ser una pose. Una comparación entre el mundo de Lars en películas como Anticristo y Contra viento y marea y algunos cuentos de Bashevis Singer da para un paper. Capaz alguna vez lo haga.

4.
Muchos de los cuentos de este libro podrían compartir una antología con los cuentos fantásticos de Bukowski. Por la fórmula de la que hablaba más arriba, y por el humor negro.

5.
Voy a leer más de Isaac, seguro, pronto. Me parece un escritor de la san puta. Y me parece que tiene un mundo interesantísimo. Se sale totalmente de las historias de shtetl que me podría haber imaginado hasta ahora. ¿Saben a qué me hizo acordar, por ejemplo? Al cortometraje que se halla al comienzo de la película de los hermanos Cohen, Un hombre serio. Bueno, y a la película en sí. Es una forma del judaísmo yanqui mucho más interesante que la nana Fine o Barbra Streisand. Y hablando de Barbra: la película Yentl está basada en un cuento de Bashevis Singer, contenido en este libro. El cuento está espectacular: es mucho más oscuro, sexual y ambiguo que lo que la película que me mostraron en la primaria jamás podría ser. Me dieron ganas de hacer una versión moderna, sólo para hacerle honor al cuento.

jueves, 17 de octubre de 2013

La novela luminosa, de Jorge Mario Varlotta Levrero


1.
Terminé de leer La novela luminosa y leí la introducción de nuevo. Ahí dice que El discurso vacío y Diario de un canalla son de alguna forma continuaciones de La novela luminosa. ¿Quién me los presta?

2.
Amé. Mucho. Gracias Ceci Ursi por la recomendación. Sin embargo, no creo que todos vayan a amar. El libro que en tapa dice La novela luminosa debería llamarse en realidad Diario de la beca, seguido de La novela luminosa, como las novelitas de Casas. Porque es así: el diario de la beca es la muy mayor parte del libro. El Diario de la beca, sinopsis: En el 2000 a Levrero le dan una beca Guggenhaim para que termine La novela luminosa, que había empezado veinte años antes y nunca había podido completar. Para poner a funcionar la escritura, empieza el diario de la beca. Es un diario, donde escribe cosas cotidianas. Que además, porque el tipo está bastante loco, son pocas y repetitivas: historias relativas a su computadora -y al uso patológico que le da-, a sus alumnos de taller, a su salud, a una paloma muerta en una terraza aledaña. Y también algunas historias relativas a personas: a Chl, una mujer, a su médica, su ex-mujer, algunos amigos. Y en el medio, opiniones sobre literatura, música, la vida. Y de pronto magia. Hay un momento en que el diario de la beca se vuelve tan flashero que pensé que el tipo había convertido su diario en una novela de ficción (propiamente dicha, que de todos modos lo es: el diario tiene trabajo de corrección, lo dice él mismo. El diario lo decidió publicar él.)

3.
La novela luminosa es mucho más corta, y muchas cosas de las que lees ahí las leíste de otra manera en el Diario. Es un encanto, pero no sé cómo se leería sin la lectura previa del Diario (y no puedo saberlo). Supongo que peor. Lo que sí es notable, muy llamativo, es que entre el Diario y La novela parece haber un cambio ideológico. No porque se contradigan, en lo absoluto: sino porque todo lo que descarga en La novela -que no es una novela propiamente dicha sino más bien, como dice él mismo, un artefacto ligado más al género panfletario- parece estar escrito por otra persona, o, mejor dicho, por una persona que tendría otra vida cotidiana y otras reflexiones en su diario, que las que te encontrás, sorprendentemente, en el Diario. Para un lado y para el otro. Sobre todo lo digo con respecto al último de los capítulos, que se titula "Primera Comunión".

4.
Mario Levrero es un gran escritor. Gran. Y tiene una prosa muy pregnante. Igual creí que cuando me tocara escribir esta reseña iba a verme en la situación de estar escribiendo como él, y lamentablemente no está pasando. (Esto es un comentario Levrero: Google no reconoce la palabra "pregnante" y en su lugar me sugiere "repugnante". Tampoco reconoce, y esto siempre me sorprende, la palabra "Google".)

5.
Cierre con frases imperativas: Si ya saben que les gusta Levrero, no dejen de leer La novela luminosa. (En un momento me pregunté: ¿tiene Levrero en Uruguay la importancia que debería? ¿Es La novela luminosa un best seller en Uruguay, o por lo menos en el sentido en que puede serlo Bolaño en algún lado -seguramente en España-? Si son uruguayos, no dejen de leer a Levrero). Si no saben si les gusta Levrero, pero les gustan los diarios, lean La novela luminosa. Si sólo les gustan la novelas propiamente dichas, dejen. Se la van a perder.

6.
Una cosa más. Leí todo el diario sin saber qué aspecto tenía Levrero en la realidad real. En un principio creí que se parecía a uno de esos viejos con obesidad mórbida que se cierran el cinturón a la altura del pecho y se meten la chomba adentro del pantalón, y nunca se cortan las uñas. Más adelante -cuando deja el tono patético con respecto a las mujeres- pensé que debía ser más bien un viejo flacucho pero más o menos entero, con barba pinchuda y actitud nerviosa, como un personaje de South Park. Bueno, no era ninguna de las dos. A los potenciales lectores de La novela luminosa les recomiendo el ejercicio: no busquen la foto, la realidad es bastante más convencional.  

viernes, 13 de septiembre de 2013

Ni fu ni fa, de Luis Salinas

1. Es un cuento, un cuentito. Para chicos. Con ilustraciones de Sergio Kern, que es el que hizo las ilustraciones de El último mago o Bilembambudín, que era mi libro favorito de los diez. En realidad no tiene ni lomo, por lo que quedaría exento de tener que ser reseñarlo, pero me pareció muy bien así que lo quería decir. ¡Muy bien! Para mayores de 7 años.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Persépolis, de Marjane Satrapi



1.
¿Vieron la película? Yo también la había visto. La vi ese año que estuvo en el papifi, en el horrendo horario del sábado a las 12 de la noche, en el Abasto, solo, porque alguien me plantó. Y la película me pareció tan-tan linda, que así y todo salí a las 2 de la mañana recontento.

2.
La novela gráfica -otro de los casos en que, como ocurre con Ombligo sin fondo, está justificadísimo el término- también es requetelinda. Y además está bueno saber algo de Irán, algo por lo menos, ¿no? Si tienen la oportunidad, léanla, digo yo.




3.
Qué linda que es la Marjane Satrapi.

viernes, 6 de septiembre de 2013

2017 : nueva poesía contemporánea - tomo 1, de Sebastián Kirzner (comp.)

1.
Hace mucho mucho tiempo (como tres años) la FLIA (Feria del Libro Independiente y Alternativa) fue en Puán. Fue muy flachero weón, que el patio tuviera vida, otro tipo de vida. Ese patio está muy desaprovechado. Deberían levantar las baldosas y plantar pasto. Y no lo digo de jipi, lo digo de paisajista (?). En fin, en esa FLIA fue que terminé gastando el grueso de mi capital en este libro, que era nuevo, del puesto de Milena Caserola. En ese entonces lo empecé, leí hasta la mitad y no sé por qué avatares de la vida lo colgué en la mitad, y volvió ahora, recientemente, en forma de lectura de baño.  

2.
2017 es una antología (dactología) aparecida en 2009, de poemas escritos mayormente entre 2000 y 2009 por autores nacidos entre 1977 y 1990, dice el prólogo de 2020. El compilador es Seba Kirzner, ahora conocido como Sagrados Sebakis, autor de, por ejemplo, Gordo, libro ya reseñado acá. Y el territorio es América: mayoritariamente el Cono Sur. Mis favoritos fueron dos, por lo menos de la segunda mitad del libro que es la que acabo de terminar: A. Salcedo, autor de un libro de Nulu Bonsai que planeo obtener la próxima vez que vaya a una FLIA (La mafia del hidrógeno, de donde está extractado lo que tenemos en 2017), y un chileno de apellido Herrera Estai (más chileno que los porotos, no sé si Estai es un chiste para resaltar lo chilote o es la neta, la raja) que hace poemas matemáticos y me pareció muy bien.

3.
El soporte material: muy lindo diseño (el lomo en vertical me parece un acierto, la tipografía también), buena encuadernación, dos prólogos, 46 poetas compilados, cuatro epílogos y bios de los autores (¡con foto!) al final de la obra. Básicamente, una edición de lujo para lo que es la edición independiente. Hay tomo 2. También lo procuraré.

Escala en Pharagonescia, de Moebius

1.
Moebius es uno de los historietistas franceses más famosos de todos, pero nunca lo había leído. Me encantó. Me quiero comprar todos. Este título, Escala en Pharagonescia, es un album de la colección Métal Hurlant, que es el nombre que tenía una revista que fundara el mencionado. Son nueve volúmenes, de Norma de España, me va a salir un huevo y medio comprármelos así que probablemente no lo haga.



2.
Las historietas son una sucesión de cuentos, algunos bien surrealistas y otros un poco menos. Me hicieron acordar mucho a las historias del libro de Manara y Fellini: probablemente Moebius los haya leído. Y también me hizo acordar a Akira: probablemente Katsuhiro haya leído a Moebius, o ambos se hayan leído recíprocamente. Moebius tiene famosos cómics creados en colaboración con Alejandro Jodorowsky. Espero leerlos alguna vez.

martes, 20 de agosto de 2013

El oficinista, de Guillermo Saccomanno

1.
Lorenzo y yo hablamos de literatura argentina. Yo hice una declaración audaz e innecesaria, y afirmé que El año del desierto de Pedro Mairal era la mejor novela argentina de la década del 2000. Lorenzo afirmó a su vez que lo era El oficinista de Guillermo Saccomanno. Ninguno de los dos había leído la otra. Intercambiamos. De más está decir que no soy quién para decidir cuál es la mejor novela argentina de ninguna década, sobre todo porque no leí todas las novelas o siquiera casi todas las novelas de ninguna década, pero lo bueno de la literatura es que podés decir esas cosas y no pasa naranja. En fin. La cuestión es que a los dos nos gustó mucho la novela del otro, y curiosísimamente, tienen muchos puntos de contacto. Tiro ahí la idea para que la agarre algún estudiante de letras en busca de investigación: "El año del desierto y El oficinista: la Argentina post-debacle y la distopía futurista". Seguro que ya existe igual. Y El año del desierto no es exactamente una distopía, aunque sí, y no es futurista, aunque sí. Bueno, dejen.

2.
¡Qué buena que está El oficinista! Lo mejor con las novelas siempre es agarrarlas sin saber nada de sus tramas, y fue mi caso. Por el título y la tapa me imaginaba algo medio Bertleby, y algo de eso hay, pero no me imaginaba la parte cyber-punk del asunto, la parte Neo-Tokio está por explotar. Además, es la primera novela que leo de Saccomanno -había leído cómics- y tenía una idea distinta de su prosa. Como decía antes, lo mejor con las novelas es... así que no digo más nada. Súper recomiendo. Eso.

3.
Cuando la lean discutimos el final.

sábado, 17 de agosto de 2013

Para vivir un gran amor, de Vinicius de Moraes

1.
A mí me gusta Vinicius de Moraes, y me siento un poco hereje por lo que voy a decir, pero este libro es una mierda. No debe haber sido una mierda siempre, ojo: hace cuarenta años, cuando salió por vez primera, debía ser vanguardia (bueno, no tanto), pero ahora es una mierda: es cursi -muy cursi-, es machista, es pretencioso, y es tonto. El humor que tenía se quedó en el tiempo y ahora es tonto. Los poemas que debían ser románticos y caballerescos con un toque de picardía, ahora son cursis y machistas. La comparación de una mujer con una guitarra ya no está buena. Hace poco, en una entrevista que hice, un músico que hasta entonces me había caído muy bien me hizo el elogio de su hermana y me dijo: "Es una mujer muy útil; a mí me es muy útil". ¿No es horrible? Y el tipo creía sinceramente que estaba diciendo algo bueno. Algo así me causan los poemas "románticos" de Vinicius. Eso, y la impresión de que para él todas las mujeres son la misma cosa, la misma mujer.

2.
La historia de la edición argentina de Para vivir un gran amor es que el editor de De la Flor se fue a Río a buscar a Vinicius (al que acá no conocía nadie aún) y a convencerlo para obtener los derechos de este libro, que en su momento fue un éxito arrollador y que hoy día va por su 22a edición (en 2009). Unos años después vendrían los discos en La Fusa: Vinicius entró al público argentino primero como poeta, tal y como se narra en Nuestro Vinicius, reseñado hace un tiempo en este blog. A este libro le siguió otro, Para una muchacha con una flor, y otro, que se titula Antología poética, uno verde que también fue un éxito y que también llevan publicándose más o menos desde entonces por la misma editorial. Son muy lindos todos, y baratos, eso se puede decir en favor.

3.
Tampoco es que todo el libro sea una cagada. Algunos textos son lindos, algunos son interesantes y unos pocos me parecieron excepcionales. "Samba de Breque", un cuento sobre un hombre que a la muerte de su hijo pequeño se pone a cantar una samba, y "La bella ninfa del bosque sagrado", de cuando conoció a Ava Gardner (como diría Rabinovich, qué hembra), son de esos que digo. Pero la mayoría me pareció deplorable. Es un libro que cuenta más como intención. Es un buen regalo por ejemplo para un papá o tío al que le guste mucho Vinicius de Moraes pero que no lo vaya a leer nunca, porque como objeto garpa. He dicho.


4.
P.D.: Aguante Ferreira Gullar.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Hola América, de James Graham Ballard

1.
En este solemne acto, le hacemos entrega al señor Jaime Grajam Ballard, por este libro y, hasta que se redima, por su existencia, del premio al escritor más decepcionante del universo.

2.
Hola América (1981) es una novela de mierda sobre un futuro distópico en el que los Estados Unidos de América fueron destruidos y evacuados por un cataclismo ecológico en los '90s (causado por la URSS). Cien años después, una expedición europea desembarca en el viejo nuevo mundo para investigar unas extrañas emisiones de radiación. Los expedicionarios atraviesan el país, de Nueva York a Las Vegas: en el camino el chiste es que por el drástico cambio climático, en cada lugar se encuentra el bioma opuesto al que hay en el mundo real: la costa este es un desierto de arena, Nevada es una jungla densa y llena de animales salvajes (descendientes de los de los zoológicos... muy dudoso), etc. Hasta ahí, el argumento podría ser el de una buena novela. Quizás todo lo bueno murió en la traducción. No creo.

3.
La historia es errática y muy poco atrapante. Los personajes no tienen personalidad: o sea, tienen una personalidad enunciada, pero, salvo el capitán Steiner, no están realmente caracterizados. Onda, se podrían haber muerto todos y no me hubiera pasado nada como lector. Las referencias a la cultura masiva yanqui son -al contrario de lo que dice en wikipedia, "sutiles"- muy muy obvias y grasa. Los desarrollos de lo que pasó en Estados Unidos en esos cien años -la formación de tribus de "Ejecutivos", "Divorciadas", etcétera-, son muy boludos, porque Ballard no se decidió ni por el chiste ni por la ciencia ficción propiamente dicha, entonces le quedaron algo así como unos retardados mentales que montan en camellos y tienen nombres de marcas y corporaciones. Incluso las referencias a los presidentes norteamericanos, que normalmente me hubieran gustado -hay 43 robots que son los presidentes desde Washington hasta Carter, más uno inventado- está arruinada por unos muy mersas y mal enganchados comentarios políticos para lectores del siglo XX. Y como si todo esto fuera poco, no hay ni un comentario acerca de qué pasó con el resto de América. ¡Es muy imbécil! O sea, se supone que un cataclismo hizo que se pierda América del Norte para sus propios habitantes, así como para europeos y asiáticos. Y cien años después entran a explorar, y se sorprenden de todo porque todo es más o menos inesperado para ellos. De México tampoco explican nada pero se da a entender que sigue habiendo mexicanos en México. ¡¿Y el hemisferio sur?!

4.
Me lo vendió un tipo en una comiquería a la que entré para gastar plata. Me vendió dos libros de Ballard, porque le dije que no había leído nada y bueno, me convenció. La verdad es que pagué 30 pesos por el libro, editorial Minotauro edición de 2003 nuevo. O lo tenía choreado o no sé. La edición es linda.

domingo, 11 de agosto de 2013

Historias negras, de Enrique S. Abulí y Jordi Bernet

1.
Mi papá me prestó este libro que es de Glénat, esa editorial española de cómics que parece que se las trae, porque me vengo topando con sus publicaciones sin cesar y sin intentarlo. Antes fueron mangas: Next World, de Osamu Tezuka, y Relatos insólitos de samurais, de Hiroshi Hirata. Ahora es este libro que reúne historias cortas de estos autores españoles parece que requete exitosos (por lo menos el guionista, Bernet). Son relatos de humor negro, con una vuelta de tuerca casi siempre eficaz en el último cuadrito. El dibujo es muy clásico, blanco y negro.


2.
Me gustó.

jueves, 8 de agosto de 2013

En cinco minutos levántate María, de Pablo Ramos

1.
Orgullosamente: este libro me lo robé de una librería muy conocida, que está (o estaba, ahora en ese local hay un negocio de ropa deportiva) en un shopping muy conocido,de una zona de esta ciudad conocida entre otras cosas por una canción en cuyo título y letra es mencionada, que escribió un músico conocido por haber sido italiano, haber cantado en inglés, haber sido pelado por el asco que da tu sociedad y haber muerto trágicamente de una adicción a algo con lo que había reemplazado una adicción a otro algo, conocido por ser peor que ese primer algo de cuya adicción, al final, murió. El libro me lo robé en un mismo operativo comando junto a De ratones y de hombres, cuya reseña pueden leer en este blog también. Buen choreo, buenos botines. Realizado sólo porque se pudo, y también por la adrenalina. Fue la primera y única vez que hice tal cosa en un shopping. Véase sobre esto -el robo de libros-, este otro escrito mío en este otro, abandonado, blog.

2.
Hace mucho, leí La ley de la ferocidad de Pablo Ramos, y en mi reseña fui excesivamente duro con ella. No la recuerdo con la carga negativa que le puse a la reseña. Por el contrario. Bueno, En cinco minutos levántate María no es una continuación de La ley... (en todo caso, sería eso que ahora se llama precuela), pero participa del mundo de la otra. Y hay una primera (en orden de aparición), que se llama El origen de la tristeza y que ahora quiero leer.

3.
En cinco minutos levántate María es el monólogo interno de la María del título, madre del Gabriel de La ley de la ferocidad: una mujer de sesenta y pico que vive en una habitación sin ventanas en una casa de clase media baja del conurbano bonaerense. María se despierta en medio de la noche, por un presentimiento, o un sueño, no sabe bien; y en vez de levantarse de inmediato de la cama, como hace siempre (porque quedarse en la cama despierta es de enferma), decide quedarse cinco minutos más (muchos cinco minutos), pensando en su vida, en sus hijos, en su nieto, en su marido, en su padre.

4.
Me gustó mucho En cinco minutos. Y lo leí vorazmente, por lo que éste también se gana la etiqueta droga. Y otra virtud: es corto. Hacía tiempo que quería leer una novela corta: leí dos. También lleva la etiqueta afroargentinos, porque, misteriosamente, en cierto momento de la novela, María va a la Sociedad Caboverdiana de Dock Sud, a visitar a un primo negro que le dice que consiguió trabajo en el Congreso de la Nación: dos elementos totalmente afroargentinos y basados en hechos reales, que si no fuera por una mierda legal ustedes podrían ver -esperemos que en un futuro puedan- en la serie Afroargentina de canal Encuentro, en la que participé como guionista. Capaz Pablo Ramos es afro, es muy posible, o capaz es él el que tiene un primo afro. Claramente -digo, no tengo ningún fundamento pero igual- el personaje de Gabriel es autobiográfico, así que puede ser.

5.
De un tiempo a esta parte Los Tipitos leyeron La ley de la ferocidad, e hicieron una canción en base a, en cuyo videoclip actúan el propio Pablo Ramos y, llevando el cajón, el amigo Héctor Raggio.


También de un tiempo a esta parte, Pablo Ramos grabó un disco con letras suyas, junto al capísimo y multitasking Gabo Ferro. Se llama El hambre y las ganas de comer, y lo escuchan acá.

6.
El final, las últimas treinta o cuarenta páginas, las leí hoy, ocho del ocho, caminando del trabajo a casa, como hubiera querido el General. Lloré con la historia de Pablito, en Díaz Vélez y Salguero.

jueves, 1 de agosto de 2013

Crimen en el Barrio del Once : el primer caso del comisario Lascano, de Ernesto Mallo

1.
Muy, muy bien. Buenísima.

2.
¿Se acuerdan que algún tiempo atrás leí y reseñé un libro de un yanqui sobre la dictadura argentina, una novela, ficción, sobre un judío que se llamaba Baruj? No, obvio que no. Bueno, se llamaba Ministerio de Casos Especiales, el autor es un tal Englander, y yo tampoco me acordaba y la tuve que buscar. Es de las reseñas que llevan la etiqueta "para leer esto mejor lean la Viva". El protagonista no se llama Baruj, se llama Kadish: mucho peor. La reseña está buena, soy un groso. En fin, que la novela que nos interesa hoy, Crimen en el Barrio del Once, tiene eso en común: es una historia X en el contexto de la última dictadura argentina (en el '79, más específicamente), que no se puede desarrollar sin que el contexto interceda, porque el contexto es ineludible. Algunos personajes tienen existencia en vínculo directo con el tema de la dictadura: Eva, "subversiva" en fuga, Giribaldi, milico de un grupo de tareas, Biterman, prestamista. Otros no: Pérez Lastra, Lara, el propio Lascano y su circunstancia de viudo. Aunque se trate de un comisario. No es por ser nacionalista, pero mientras el neoyorquino Englander leyó mucho pero no sabe de lo que habla, Mallo nació en La Plata y fue militante de izquierda durante la dictadura. O sea, no tiene que fijarse en Wikipedia para escribir su novela. Opera parecido, pero de forma mucho, mucho más elegante. No sé por qué me molesta tanto lo de Englander. Supongo que por lo pretencioso.

3.
Por ahí leí en una reseña de otro que al autor le interesa más hablar del contexto (o hacer hablar al contexto) que la trama misma. Puede ser. Al otro le parecía mal o algo así. A mí me parece que el libro es lo que es, y está buenísimo.

4.
Tiene un modo muy original de presentar los diálogos. Muy ágil. Y el libro, todo él, es muy droga y además no tiene doscientas páginas. Y es un policial negro. Cumple, creo, las reglas del género. No les voy a decir nada más porque mejor no saber y leer desde ahí. Recomiendo para los que siempre me piden recomendaciones droga.

5.
¿Habrá secuela? No encuentro nada en Internet. El título da a entender eso, pero puede ser un engaña pichanga. Espero que haya. Ernesto si estás leyendo esto respondeme que me muero.

sábado, 20 de julio de 2013

Felices los ñoños, de Juan Vegetal y Grandes vestimentas, de Javier Velasco

1.
Mis amigos Mati y Ioni tienen una editorial que se llama Galería y publica libros hermosos de cómics, humor gráfico e ilustración. Y hace poco publicaron estos dos, mis favoritos hasta la fecha. Esta es la página de Galería Editorial, recientemente renovada.

2.
Felices los ñoños es una selección de dibujos e historietas de Juan Vegetal, un muchacho que tiene mucha actividad en Internet y una habilidad con los marcadores que yo envidio. Acá pueden ver cosas suyas. Tiene muchos chistes de pokemones, pero ojalá tuviera más.


3.
Grandes vestimentas no es historieta, sí es ilustración, y un poco también humor gráfico, pero no solamente. El autor es Javier Velasco, un tipo joven con bastante trayectoria, que tiene otro libro publicado pero en España y de otra cosa. Grandes vestimentas es, sobre todo, una gran, simple y muy original idea. Mejor que explicarlo es mostrar un ejemplo. Estos son huérfanos de ficción:


La edición incluye un índice onomástico que está buenísimo no sólo de por sí sino también porque en distintas páginas/categorías hay personajes que se repiten (con distintas vestimentas), y el índice te permite buscarlos. Y está lindísima. En Internet se encuentran muchas más imágenes, porque este libro como todos los de Galería surge de cosas que circulaban en la web sin soporte material, pero mi recomendación es evitar la navegación zapping y comprarse el libro. Este es uno de los tantos casos en que la sorpresa tiene mucho que ver con el disfrute.


4.
El hit de Felices los ñoños:

viernes, 19 de julio de 2013

Escritos sobre la cocaína (selección), de Sigmund Freud

1.
Aaaah. Qué polémico eh. Bueno, no es polémico. En ese sentido es una decepción. De los nueve textos que contiene, algunos ni hablan de la cocaína: son distintos tipos de textos (ensayos, cartas, artículos, discursos) en los que en algún momento dice la palabra cocaína. El único que realmente justifica el título del libro es el primero, "Über Coca", que es un artículo muy científico para una revista ídem de 1884, en el que habla de los posibles usos medicinales y de otros tipos de la planta de coca y de la cocaína también. Después hay como tres textos que son versiones o agregados al recién mencionado. Y después hay un par de cartas de la época en la que Segismundo usaba cocaína, y un par de textos sobre interpretación de sueños en los que analiza sueños propios, en los cuales o bien aparece mencionada la cocaína, o bien él la trae en su interpretación a partir de un recuerdo. Muy tirado de los pelos para estar incluído en un libro con "escritos sobre la cocaína". Algunos tienen una intro de Anna Freud que justifica la inclusión de los mismos (en las cartas por ejemplo), que más que nada parece todo una operación de Anna para acusar al padre de merquero.

2.
Superada la decepción (-eh, ¿no era como El almuerzo desnudo?-" re tarado el pibe), el libro me resultó interesante. Quizás porque nunca (que yo recuerde) había leído a Freud. En los textos más densos, es más didáctico de lo que esperaba. Y en las cartas observamos la megalomanía del amigo Freud, y también es entretenido eso. Por otro lado, "El sueño de la inyección de Irma" (1895) está muy bueno para conocer el método de interpretación de los sueños de Sigmund, porque es una aplicación muy detallada y explicada del mismo.

3.
De todos modos, es uno de esos libros que sólo me interesan a mí. No lo lean, y serán más felices.

lunes, 15 de julio de 2013

Los pollos no tienen sillas, de Copi

1.
En los primero números de Fierro allá lejos y hace tiempo, solían publicar chistes de Copi, y a mí me parecían fabulosos. Cuál no fue mi sorpresa cuando me enteré de que eran chistes del pasado remoto, y de que Copi no era un dibujante contemporáneo. Después me enteré de quién era Copi, leí una novela que publicó Eloisa Cartonera (La guerra de las mariquitas), dos obras de teatro (Tango-charter y Eva Perón) y un libro de cuentos (Virginia Woolf ataca de nuevo), pero siempre me pregunté por qué no publicaban claramente lo mejor de Copi, sus historietas de la Mujer Sentada. Bueno, por fin lo hicieron, y todo es muy bueno pero sigo pensando que la Mujer Sentada es lo mejor de Copi. Espero que publiquen más.

viernes, 12 de julio de 2013

Danza de dragones, de George R. R. Martin

1.
Meses y meses leyendo al hijo de puta de Jorge Martín. Danza de dragones es el quinto libro de la saga que empieza con Juego de tronos, y está mucho más que a la altura de las circunstancias. Calculo que todos los que leímos hasta acá coincidiremos en que el quinto es mucho mejor que el cuarto, o por lo menos mucho más divertido, pero no mejor que el tres: por ahí le anda, igual. No quiero spoilear nada a nadie así que voy dejando acá. Sólo quiero decir que siento un poquito de alivio de haberlo terminado y de que haya que esperar (probablemente años) para que salga el próximo. En un punto, más de 1000 páginas fue demasiado.

Esta imagen (tomada del fb que ven ahí): muy guena che!


jueves, 11 de julio de 2013

Un día en la vida de Iván Denísovich, de Alexandr Soljenitsin

1.
Cuando me lo compré en España, usado pero como nuevo, en una 1era edición muy bonita de 1970 que dice en la contratapa "obra autorizada por Kruschev", pensé que no lo iba a leer nunca. Pero este año cursé Historia Contemporánea, y decidí que además de la bibliografía obligatoria, voy a aprovechar la preparación del final para leer algunos libros y ver algunas películas que tengo en casa y que si no es con una excusa académica, no voy a ver/leer nunca. Uno es este.

2.
Resumen histórico: En la década del '30, cuando ya había terminado-fusilado-exiliado-encarcelado a la oposición que supo tener en los '20, el camarada Stalin agarró Siberia y la convirtió en el mayor campo de concentración del mundo, donde si un prisionero lograba escapar de alguna manera, igual los miles de kilómetros de estepa rusa funcionaba como reja por sí mismos y los hacían volver o los mataban. Esos eran los gulag. Muchas muchas personas (entiendo que millones -estoy haciendo esta reseña a ojo, para más datos vaya y wikipedie-) fueron enviadas a los gulag por los más variados motivos. Durante la Segunda Guerra Mundial, un motivo para ir al gulag (por traición) era caer prisionero de los alemanes (era una medida para lograr la "lucha hasta el final"). Esa es la causa por la que Iván Denísovich -personaje ficticio- es enviado al gulag. Alexandr Soljentisin -el autor- fue interno de un gulag porque, estando en el frente, envío una carta en la que hacía una crítica al padrecito Stalin. Cuando murió Stalin,
Kruschev profundizó a partir de 1961 en la labor desestalinizadora. No sólo se difundieron con amplitud los crímenes de Stalin, sino que continuó desapareciendo la simbología vinculada a su persona, y se acentuó la lucha contra las situaciones privilegiadas de una nomenklatura encasillada desde los años estalinistas que seguía sirviéndose de su posición en beneficio propio. También el sistema toleró una cierta apertura cultural, cuyo ejemplo más espectacular sería la publicación de Un día en la vida de Iván Denísovich, de Alexander Solzhenitsyn, en Novy Mir -una revista de tirada amplia-, obra en la que la crítica social y política del sistema comunista era muy explícita.
Bueno, eso no fue a ojo. Fue de "La evolución de la Unión Soviética desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días", Ricardo M. Martín de la Guardia. En Historia del mundo actual, Valladolid, blablabla.

3.
En 1970, los liberales de Estocolmo lo convierten en un bastión del liberalismo antisoviético y le dan el Nóbel. Después Soljenitsin escribe una obra onda ladrillo que se llama Archipiélago Gulag, y la nomenkaluta lo expulsa de la URSS. Después se cae la URSS, y Rusia abraza el liberalismo económico y esa versión bastardiada del liberalismo político que también se conoce en otros países, y de paso abraza a Soljenitsin y lo besa en la boca. Murió en 2008.

Soljenitsin con Putin. Qué cara de escritor ruso que tiene.

4.
En el mismo movimiento en que se compara el nazismo con el estalinismo, se suele comprar a Soljenitsin con Primo Levi. La comparación, por supuesto, es posible. Lo que no encuentro posible, si se intenta ser objetivo, es la equiparación. Ni del estalinismo con el nazismo, pero eso lo hablamos otro día, ni de Soljenitsin con Levi, ni de Un día en la vida de Iván Denísovich con Si esto es un hombre o los otros dos libros de la ahora llamada Trilogía de Auschwitz. Vean sino una pavadita como ejemplo de las diferencias: las condiciones de aparición de ambos textos. A lo mejor Archipiélago Gulag es más legítimamente comparable: capaz un día me anime y la lea.

5.
Ahora sí, la novela que nos ocupa. La trama de Un día en la vida... es, ni más ni menos que un "buen" día posible en la vida de un preso de un gulag. Está muy bien escrita, y aunque algunas partes son excesivamente descriptivas, se puede leer considerablemente rápido y sin sufrir traumas. Ah, eso también, no es una novela traumatizante. Calculo que lo lavado de la historia tendrá que ver en parte con una realidad, y en parte con que Soljenitsin pretendiera que la publicasen. Ahí tienen una enorme diferencia con Si esto es un hombre, las secuelas. En fin. Está bien Un día en la vida. Es una buena novela.