miércoles, 31 de enero de 2024

Nada se pierde con vivir, de Enrique Lihn y Jorge Quien

1.

Nada se pierde con vivir lleva como aclaración inmediata, debajo de su título, la repartija de responsabilidades entre los autores arriba citados: son tres monólogos del poeta chileno Enrique Lihn, dibujados por el ilustrador argentino Jorge Quien. En 2023 apareció esta reedición a cargo de la editorial Tren en movimiento, que engorda a la original -aparecida hace una década por Loco Rabia- con un prólogo del chileno Guillermo Valenzuela (que se suma al del argentino Pablo de Santis), y un texto postrero o epílogo del argentino Lautaro Ortiz, que se suma al del chileno Rodrigo Olavarría. De esa manera se mantiene la armonía transcordillerana. El libro me lo regaló Beladrich, hola Beladrich.

2.

Los tres poemas-monólogos que Jorge Quien eligió para ilustrar (o para volver historieta) son, diría, poco menos que imbatibles. O sea, el libro para fallar tenía que fallar en lo gráfico, y, pues, no falla. Así que el libro se mantiene invicto. Mientras leía no lloré porque los machos no lloran, pero ta' para llorar un poquito. Sobre todo el primero y más conocido, "Monólogo del padre con el hijo de meses" (La pieza oscura, 1963), del que me habló hace poco Marcos Krivocapich a propósito de su novela Ésta ciudad es hermosa. Los otros dos poemonólogos mortuorios, "Monólogo del viejo con la muerte" y "Monólogo del poeta con su muerte", son igual de lindos, o quizás una partícula menos. En fin, librazo (y van...).



Un hombre ridículo y otros cuentos, de Fedor Dostoievski

 1.

Fedor o Fiódor Mijailovich Dostoievski, qué grande sos, mi escritor decimonónico favorito, cuánto vales. Uno de los cuatro más capos del mundo (según un ranking falopa que establecí en los albores de este blog, hace más de mil años), hace tanto que no te leía. Hace diez años, exactamente. Seguís tan depresivo como siempre, pero a la vez, qué chistoso.

2.

Este tomito de ediciones Terramar, sin corrección alguna (muchos errores de tipeo y quizás de traducción) incluye tres cuentos: el del título, otro más bien largo que se llama "Era cariñosa y humilde" (como ésta), y uno último más cortito (como ésta) intitulado "Bobok (Narración Fantástica)". 

3.

"Un hombre ridículo" empieza como muchas historias de Fiódor, con un protagonista que se desprecia a sí mismo y nos quiere contar una historia. Resulta que el tipo es un miserable, nada le importa del mundo, y decide acabar con su vida. No va de que, frente a la decisión de suicidarse, entra en un colapso filosófico: si me voy a morir dentro de breves instantes, entonces no debería importarme el mundo, que acaba cuando acabo yo; sin embargo, ¿por qué siento cosas por esa niña pobre y descalza en la nieve que me pidió ayuda hace una hora, y a quién desprecié? En esas cavilaciones, se duerme, y casi todo lo que sigue es un sueño: el tipo en el sueño se mata, pero no muere, su alma transmigra por el espacio exterior (medio 2001 Odisea del espacio) y llega a un mundo sin pecado, en el cual vive muchos años (siempre en el sueño) y al que llega a pervertir, porque él trae el pecado. Cuestión que ese mundo, que es a la vez la Tierra pero otra, se termina por convertir en esta misma Tierra. Al hombre ridículo lo condenan por sus pecados, que son los de todos, se jesusiza digamos, y entonces despierta. Ya no quiere suicidarse. Ahora es un profeta errante, convencido de que su sueño no fue tal. Como cuento no es muy bueno, como alegoría cristiana no sé. Qué cristiano que era Fiódor.

4.

"Era cariñosa y humilde" también incluye un suicidio, el de una jovencísima esposa. El narrador es el marido, un típico protagonista que se desprecia a sí mismo, que empieza a contarnos la historia de su matrimonio mientras contempla el cadáver inmaculado de su difunta. Tiene muchos mini capítulos, y dos partes. Como cuento, es buenísimo. Lástima la edición.

5.

El último cuento es muy chistoso: un protagonista que no se desprecia a sí mismo pero que sin embargo es un borracho y quizás un loquiloqui, sale a pasear y recala en el cementerio, donde de casualidad están velando a un pariente suyo. Aburrido de la misa, sale a pasear entre las lápidas, y por motivos que desconocemos, empieza a escuchar la conversación que entre sí mantienen los muertos en sus tumbas. Es bastante chistoso, me reí un poquito para afuera en la Línea B.

6.

Fiódor corazón te amo nos veamo nos besemo.

Almer definitivo, de Manuel Loza

 1.

Lo más importante que tengo para decir sobre este libro es que lo encontré casi enterrado en el estante de abajo de todo en una librería muy bonita de Baradero, PBA, a precio diría que de 2022. Así que tremendo éxito. Por lo que tengo entendido, está agotado este, el primer libro del también autor de Estrella Roja.

2.

Almer es un caballero de la Mesa Redonda, devoto del Rey Arturo, no sé si apócrifo o canónico pero rodeado de personajes conocidos de la leyenda inglesa, como Sir Gawain y la bruja Nyneve (por cierto, ¿vieron The Green Knight? qué buena peli). Tiene aventuras y aprende cosas. A veces es muy criptoperonista, otras sólo un poco. Hay magia, pero no en todos los capítulos, algunos se mantienen en el terreno del realismo socialista. Unas pocas tienen su inicio nudo y desenlace prolijito, varias empiezan in medias res. Una de las historias, quizás la más interesante, habla de salud mental, aunque al final Almer estuviera embrujado en vez de deprimido, lo que le quita un poco el punto al cuento. 

3.

Loza sin dudas dibuja bárbaro (véase la tapa), pero a veces no se nota. Cada capítulo tiene otro estilo de trazo y sombreado y en demasiadas ocasiones la experimentación le juega en contra a la comprensión de las imágenes: capaz sea la impresión. Pero también puede ser que en algunas batallas haya problemas de ejes, porque me perdía en la acción, como en esos mangas de Macross que no se entiende nada qué nave está arriba, qué robot al costado, para dónde se mueven. 

4.

En definitiva, son muchos los problemas. Estrella Roja me gustó más.

sábado, 20 de enero de 2024

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce seguido de Diario de bar, de Roberto Bolaño y A. G. Porta

 1.

Desbloqueo mágico de domingo de este blog inmundo listos preparados ya. 

2.

Leí este libro en enero, estamos en setiembre (fines de). Igual me lo acuerdo bastante, me quedaron sus imágenes y sus climas. Lo más extraño de la cosa es que tuve mi época de fanatismo por Roberto hace una década, cuando leí casi todo lo que pude de este capo del mundo, y en esa época también fue que me robé este libro.* Pero no lo leí. Lo acopié. Lo amarroqué. Quizás no me atraía que hubiera sido escrito a cuatro manos con otro sujeto que no tenía de nada. A la vez, qué bueno que te quede un Bolaño por leer. A mí me debe quedar alguno de los póstumos seguramente. Y la poesía, no leí la poesía completa. 

3.

Consejos de un discípulo... es todo lo que podés esperar de una primera novela de Bolaño. Que es, como ya dijimos en algún lado de este blog, uno de los escritores que mejora novela a novela, como Dostoievski. Uno que se dedicó a pulir su estilo hasta el fin (y por eso 2666 es la mejor novela de Bolaño, como Los Karamazov para Fiódor). Sin embargo, Never Deleuze, esto que digo no convierte a Consejos... en la peor novela de, sino que la convierte en la más "boceto de lo que será". Boceto de Los detectives salvajes, de Una novelita lumpen

4.

Cuenta la historia de una pareja de lúmpenes, justamente, que se entregan al crimen casi que porque pueden, y van avanzando en su raid criminal como los amantes de True Romance hacia un final trágico -creo, el final no me lo acuerdo tanto-. La historia incluye una femme fatale latinoamericana hot, el protagonista es un proto García Madero, hay trolos y referencias a la cultura pop. Y noches sórdidas de bares. Y drogas. La verdad es que está buenísima la novela.

5.

En el mismo libro hay otro coso que se llama Diario de bar, y del que, a ocho meses de su lectura, no recuerdo nada. También hay un muy bonito y muy interesante prólogo del otro autor de ambos textos, el barceloneto A. G. Porta, donde cuenta lo que recuerda del método de escritura, del trabajo con Bolaño. a cuatro manos. Fin de la reseña.

sábado, 13 de enero de 2024

Universo DC por Alan Moore

 1.

Le había echado el ojo a este librazo hacía mucho tiempo, pero esperé. Mi mejor acción de especulador financiero es comprar cómics caros cuando el salto inflacionario ya pasó pero todavía no se actualizaron los catálogos de las comiquerías. Soy un genio de las finanzas. Ahorro en cómics. Del contenido del tomo qué les voy a decir: diversión garantizada.

2.

Entre otras historias, el libro incluye el que para muchas personas es el mejor cómic de todos los tiempos, o el mejor de superhéroes, o el mejor Batman, que es La broma asesina (1988) y que nunca había leído. Vive a la altura de su reputación. Notablemente, todas las películas de Batman posteriores parecen salir del paradigma que establece este guión, especialmente la primera de Burton, pero la de Heath Ledger también.


jueves, 11 de enero de 2024

Desvelos de verano, de Martín Kohan

 1.

Pensé que tenía más leído a Martín Kohan, PERO NO. Mi bitácora lectora no me deja mentir, este es recién el segundo, después del Me acuerdo que leí en 2020. Mirá vos. Me resulta curioso porque, seguramente en base a verlo por streaming o en charlas públicas o adaptado a cine, tenía la sensación de recontra tenerlo manyado como autor. Bueno, no.

2.

Más extraño aún, leerlo fue como reencontrase con un autor, no como leerlo por primera vez. Y eso que Me acuerdo es un libro de... bueno, no es de ficción digamos (id a la reseña linkeada más arriba), mientras que este es de cuentos hechos y derechos. Cuentos cortos además, con fórmula de tales. Lo que los engloba es la estación mencionada en el título, el verano, y algo del impacto final de cada uno. El mejor es el de la mujer que se mete al mar pensando en hacer la gran Alfonsina, y no les cuento qué pasa después.

3.

Es un libro que está bien. Es lectura de playa, también. Me da toda la impresión de que así fue pensado. Lo cual obviamente no es ningún desmérito, sólo un dato de la realidad. Pero debe tener libros mejores. Quiero leer el de la novia de Videla.

 

miércoles, 10 de enero de 2024

Soy una tonta por quererte, de Camila Sosa Villada

1.
Muy arriba el libro nuevo de la Sosa Villada. Habiendo leído solamente Las malas (y algunos twits), pensé que me iba a encontrar con más de lo mismo, en el mejor sentido: o sea, con algo muy bueno, pero dentro del tono general de la novela del éxito. El primer cuento pareció confirmar mi prejuicio, porque es como si fuera un spin off de Las malas, hasta re-narrando episodios autobiográficos que están en esa novela (algo muy Bukowski, que después es increíblemente referenciado). Pero a partir del segundo cuento, la cosa cambia, y con unos más cortos y otros más largos, la Sosa Villada nos ofrece una especie de crisol de razas géneros puntos de vista y narradores, países y épocas, hay para elegir. Hasta tenés realismo puro y fantástico criollo -medio terrorífico-, mitología... lo que quieras. Finales abiertos y cerrados... humor, drama. Es como si hubiera salido a discutir esta idea de la que ella misma se burla en sus redes de "la trava cordobesa esta que escribe autobiografías porque ya sabemos que las travas no pueden escribir otra cosa".

2.
Mi favorito fue el del título, "Soy una tonta por quererte", cuento largo situado en los Estados Unidos de Norteamérica, protagonizado por una travesti mexicana que se hace amiga de Billie Holiday, qué me contursi. También me divirtió mucho "Mujer pantalla", y "La merienda", que tiene tremendo finalllll.

3.
El que menos me gustó fue el último, capaz porque me entusiasmé con que fuera de ciencia ficción distópica onda El cuento de la criada, y después resulta que no va por ahí: va más por el lado del realismo mágico y parece también volver a un mundo cercano al de Las malas. Hasta reaparecen los hombres sin cabeza y la Machi travesti. El cuento es largo así que tuve tiempo de salir de la decepción como para disfrutar del chiste de Chinaski ("¡Es como la pija de Chinaksi! ¡Roja y con las venas púrpuras!") y del buenísimo final.

4.
Conclusión: gran libro, medio infalible, de esos que le podés regalar a casi cualquiera.

lunes, 8 de enero de 2024

París, de Mario Levrero

 1.

Esta novela es un poco insoportable, la verdad. Probablemente la de Levrero que menos haya disfrutado. En todo Levrero el relato camina por la cuerda floja entre lo gracioso y lo angustiante, y en ésta me pareció que se caía más para el lado de lo segundo que de lo primero. Sigue en la línea de Kafka, eso lo explica un poco. Es todo muy onírico-pesadillesco y claustrofóbico, aunque también tiene sus momentos de aire.

2.

París (1970) es la tercera novela de Levrero, aunque en la caja que reúne la Trilogía Involuntaria la hayan puesto en segundo lugar (no sé por qué). Sucede a La ciudad (1966) y a El lugar (1969), y comparte con las anteriores algo de lo kafkiano y urbano, la influencia de El castillo. Dice un tal Constantino Bértolo en el prólogo (que como siempre hay que leer después y no antes porque te cuenta las cosas, qué les pasa) que también podemos encontrar cosas de la literatura del absurdo onda Beckett o Ionesco (concuerdo) y del Juan Pablo Sartre (nunca lo leí).

3.

Lo más importante de todo es que leí por fin en 2022 un libro que debo haber comprado por lo menos en 2008. Me falta uno de la cajita, a ver qué onda. Les cuento en unos años. 

viernes, 5 de enero de 2024

Litoral, de Miguel Ángel Gutiérrez

 1.

Me pasa más con los libros escritos por amigxs o gente conocida: pienso mucho en el proceso de escritura. Porque, qué difícil es escribir, ¿no? Ponerse a escribir ya es difícil. Esto por ejemplo es un humilde posteo, capaz no lo lea nadie, pero para ponerme a escribirlo me tomé seis meses (hoy es 8 de agosto, el libro lo leí los primeros días de enero). Le pregunté a Migue por el asunto, que cómo hacía él, y resulta que su método es escribir la novela ENTERA varias veces, o por lo menos eso entendí: la termina, y después hace una segunda versión, pero no volviendo para atrás a releer y corregir sobre el texto; la escribe de nuevo. Y que con Litoral hizo eso como cinco veces. Tal vez estoy exagerando o adulterando la realidad, porque la verdad es que mi fuente es una conversación que tuvo lugar en el pool San Bernardo, sin ningún marco propicio y hace un montón, pero igual algo así era. Estás loco, Miguel Ángel.

2.

Una pequeña reseña sobre la persona Miguel Ángel: lo conocí en un rodaje, su departamento era la locación, él demostró desde el vamos su proverbial buena onda regalándome un libro sólo porque mencioné con asombro que tenía una pila de ejemplares. El libro en cuestión es Grindermanías, y Migue tenía una pila porque en ese entonces trabajaba para la editorial trasandina Alquimia Ediciones que es también la que publicó la novela que nos ocupa, ganadora del premio Roberto Bolaño 2020. Después lo conocí más, ahora es un amigo, si estás leyendo esto, hola amigo, sos un capo.

3.

Litoral es una novela coral en el estilo de La pista de hielo (del autor que da nombre al premio), con los capítulos titulados con el nombre de quien habla en cada uno (Laura, Boris, Saúl, Silvia), y también es policial (in a way): xl lectorx tiene que poner de su parte para ir armando un rompecabezas que incluye pingüinos muertos (pobres pingüinos qué lindos), un club náutico de milicos conchetumare y a un pirata fantasma que no es LeChuck. Hay una parte muy fea, la pasas un poco mal (como persona), pero también bastante bien (como lector). Y después está la otra cuestión, que nos remite de nuevo a que Migue estás loco y sos un capo, que es el uso de documentos. Documentos reales, recabados en archivos. Porque si bien es sobre todo una ficción, Litoral está construida sobre hechos reales. Lo de los documentos me vuelve loco. Y encima la edición es re linda.

4.

Vayan y cómprenla ya: está en todas las librerías de la galaxia.


jueves, 4 de enero de 2024

Para que sepan que vinimos, de Marina Yuszczuk

 1.

El primer libro del año es del año antepasado y fue leído -a pesar de sus voluminosas casi 300 páginas- en dos sentadas: una en la sala de espera de un banco (dos horas y media, con aplausazo de la clientela piquetera incluido, estamos en los caldeadísimos primeros días de gobierno de LLA y el mundo es bastante horrible) y otra a la vera de una pileta, o piscina como le decimos los chetos, en mis vacaciones  gasoleras pero muy apacibles en la ciudad de Baradero, PBA. 

2.

Para que sepan que vinimos es la novela sucesora en la bibliografía yuszczukística de la premiada, traducida y muy serializable (Amazon, teléfono) novela de vampiras La sed; y la comparación se me impone, sobre todo por lo que tienen en común: editorial, tamaño, condición genérica. Esta no es de vampiras, pero es de fantasmas, y al igual que en La sed la pertenencia a una tradición literaria se aprovecha para un juego con los tópicos del género y un intento por encontrarles nuevos usos y costumbres (argentinas). Eso en la cuenta de las similitudes. Sin embargo, y a pesar de que ambas manejan exactamente la misma cantidad de páginas (290, qué curioso), creo que la mayor diferencia está justamente en la escala, pero no de sus lomos sino de sus acontecimientos: mientras que La sed es épica, orquestal, Para que sepan que vinimos es música de cámara. En La sed se atraviesan épocas y fronteras, hay epidemias y persecuciones y cambios de punto de vista y mucho sexo. En Para que sepan, si bien hay cruces de fronteras (normales y paranormales) y algo en su escenario neoyorquino  podría remitir a cierta escala mayor: la reducida cantidad de personajes, el conflicto interno y el punto de vista (casi) único construyen otro tipo de novela y de clima, algo más íntimo, claustrofóbico. De hecho, siguiendo con la idea de lo audiovisual, mientras que La sed haría una muy buena serie, Para que sepan que vinimos necesariamente debería ser una película.

3.

Sinopsis a las apuradas: Una familia porteña se va de vacaciones. Fernanda, la protagonista, es madre, ama de casa y en menor medida, fabricante de juguetes progres. En esta década pandémica y neoconservadora, Fernanda está casada con Mariano, abogado, chabón, recontra chabón, y es madre de Rosa, de 7 años. La pareja no marcha demasiado. Y encima, Fernanda está duelando a una madre que murió de una enfermedad fea y desgastante. La novela comienza en el aire, en un avión: los tres viajan como turistas a Nueva York, el lugar donde sucede la ficción, en búsqueda de superar el duelo de Fernanda, de reencontrarse como pareja, de ser felices. Claro que lo de superar el duelo va a ser difícil, porque Fernanda se trae con ella, de forma imaginaria o no, a su madre muerta. Ya les dije que es una novela de fantasmas.

4.

El final es tremendo. No quiero espoilearlo, pero sí decir que me sorprendió MUCHO. Le pregunté a Marina si siempre había sabido que la novela terminaba así: me dijo que sí. Y me citó como referencia el final de la película Drag Me to Hell (2009) de Sam Raimi. Yo asentí, claro claro, pero no la había visto. Ta buena.

Cómo ser niño, de Francesco Tonucci

 1.

Frato, humorista gráfico y pedagogo italiano ¡vivo! (no sé por qué asumí que estaría finiquitado), archiconocido por cualquiera que estudie o haya estudiado pedagogía en algún momento, hace puras viñetas sobre su tema. Me topé con un libro compilatorio de sus dibus ochentosos en esta casa que estamos cuidando, perteneciente a una trabajadora social y a un psicólogo: tiene sentido. Escribieron sus apellidos juntos en la primera página, ¿a quién le corresponderá en caso de divorcio?

2.

El libro muy lindo.