miércoles, 27 de noviembre de 2024

Corazón tan blanco, de Javier Marías

 1.

Un pensamiento recurrente durante la lectura de esta novela de 300 páginas y pocos puntos y aparte era que hoy no se hacen novelas así, este estilo pasó de moda (ya va a volver). Hoy la tendencia es a ser menos barrocos y a priorizar la trama sobre la forma, me parece, y novelas como esta (o como las de Saer, o como La astucia de la razón de José Pablo Feinmann El Bueno, por poner ejemplos no relacionados) casi no se ven. El único escritor actual en esta línea que se me ocurre ahora es Fermín Eloy Acosta, y es bastante único en su especie. 

2.

Corazón tan blanco cuenta una historia, pero al principio los elementos están dispersos, parecen ser varias historias, algunas banales, inconexas, y lo que está por delante es el discurso, el narrador protagonista, pero sobre todo la prosa un poco obsesiva y reiterativa (por eso me remitió a La astucia de la razón) que a veces reproduce párrafos enteros que ya aparecieron en otro capítulo. Es lindo cómo las tramas se empiezan a interconectar, a veces más por temática que por la vía de la causa y consecuencia. 

3.

Le voy a poner la etiqueta Droga porque no lo podía dejar de leer. No parece pero se mueve a través del suspenso. Hay un misterio que se devela al final. Hay momentos en que los lectores atamos cabos que cuando los atas parecen obvios pero no los viste antes. Me encantó, la pasé re bien.

4.

Este libro durmió en su estante por lo menos 17 años, hasta que no sé por qué lo agarré este mes de noviembre de 2024 a cuento de nada. Tal vez quería leer un libro que no tuviera nada que ver con lo que venía leyendo, pensando, mirando. Yo creo que me lo regaló Mariano pero él no se acuerda. Fue escrito en 1991, y la edición de Compactos Anagrama que leí yo es del '96. 

lunes, 25 de noviembre de 2024

Los ojos de Greta Garbo, de Manuel Puig

 1.

Poco antes de caputar en un hospital mexicano, Manuel Puig publicó una serie de cuentos breves en una revista italiana de moda y actualidad, la revista Chorus. Llegó a publicar siete, y lo curioso es que fueron escritos directamente en italiano, idioma que Manuel conocía perfectamente desde los '50, cuando sus estudios superiores en la escuela de realización de Cinecittà. Este librito de escasas 137 páginas compila esos cuentos, traducidos al castellano por el amigo José Amícola en 1993, y además incluye dos conferencias de Puig sobre cine: una que habla de la carrera de la diva Dolores del Río, y otra mucho más interesante, lo mejor del libro diría, que se titula "El fin de la literatura". Los cuentos no revisten mayor interés.

2.

¿Sabían que Puig escribió dos películas de Ripstein? Yo sabía de una, El lugar sin límites (1978), adaptada de la novela de José Donoso, en cuyos créditos Puig no aparece porque antes del rodaje se pelearon. Pero además escribió (y sí aparece acreditado) el guion de la película El otro (1984), adaptación de un cuento de Silvina Ocampo ("El intruso"), que a su vez fue amiga de Puig, como menciona la Enríquez en La hermana menor.

3.

Leí este libro (que me regaló Manu, gracias Manu tkm) como parte de mi incursión en los amigos trolos de Silvina Ocampo. Próximamente: Wilcock.

jueves, 31 de octubre de 2024

Papelucho gay en dictadura de Juan Pablo Sutherland

1.
Cito de Wikipedia: "Papelucho es una serie literaria infantil creada por la escritora chilena Marcela Paz, que narra las aventuras cotidianas de un niño chileno. Publicado por primera vez en 1945, la serie se prolongó hasta 1974, aunque las sucesivas reediciones llegan hasta hoy". Esta es una data que me faltaba en la lectura.

2.
Papelucho gay en dictadura es un libro chiquito, simpático, fragmentario, de autoficción, memorias y crónica. Narra la infancia y adolescencia de alguien muy parecido a Juan Pablo Sutherland, de una forma que se parece mucho a la del libro de memorias, con fotografías del autor y su familia incluidas. Toca temas como el despertar sexual, la militancia comunista durante el régimen de Pinochet, la homofobia (oficial y revolucionaria), la cultura pop (¿lo tenían al exdiputado humanista Florecita Motuda?), la televisión, la literatura.

3.
Es anterior a Grindermanías, y no sé si es superior pero sí que lo disfruté más. Podría ser un buen libro para comprar de regalo. Cómo me gusta Chile, po wn.

martes, 29 de octubre de 2024

Bonjour, de Liniers

 1.

Lo más curioso de releer Bonjour, calculo veinte años después de la primera vez, es todo lo que tiene de documento histórico. No me llamaban la atención, se ve, en ese entonces, las tiras sobre las Torres Gemelas o sobre la caída del gobierno de De La Rúa. Si alguien me hubiera preguntado si había humor político en algo de Liniers, hubiera dicho que no, mas hubiera estado equivocado. Bonjour salió en el NO de Página/12 entre 1999 y 2002 y a veces hablaba de actualidad. 

2.

También me llamaron la atención los chistes de trolos (¡hasta en Liniers!). Yo ya me sabía puto en ese entonces, y leyéndolos en 2003-4 un poco me gustaba que hubiera chistes de ídems: me sentía más representado que agredido. Lo cierto es que en algunos casos no hay bardeo (el chiste del cocinero de la tele que en el último cuadrito está con el marido en la cama no es sobre que el cocinero sea trolo), y en otros casos el chiste está lisa y llanamente en que el personaje sea trolo. Cuando ese es el remate del chiste, qué decirles. Pero bueno, no es para caerla a Liniers, acordémonos que en Todo x 2 Pesos el máximo hit era "Tengo un puto en la terraza" (y el puto era una trava, encima).

3.

Al margen de lo antedicho, Bonjour sigue siendo un librazo: es muy buena y muy rara y deforme la idea editorial, con los bocetos detrás de los chistes y tal. Y muchos chistes son brillantes y me siguen haciendo reír: el de los publicistas es hermoso, el de la señora operada y el Ramoncito que le hicieron con los restos también. Nada de Liniers me hizo reír tanto después. 

Este, lo amo.


viernes, 25 de octubre de 2024

Dinero para fantasmas, de Edgardo Cozarinsky

 1.

Cebado por Vudú urbano, leí sin solución de continuidad el otro libro de Cozarinsky que tenía en la biblioteca, que es este. Es muy posterior (2012), y muy distinto al antedicho. Esto para empezar, es una novela, bastante clásica, con un relato enmarcado, un misterio, personajes, un narrador omnisciente que narra una parte y un narrador protagonista que aparece cuando la novela se mete adentro de unos diarios... Es medio bolañuda, bastante entretenida, un poco pasatista pero con cosas lindas. No se las recomiendo ni se las dejo de recomendar. 

domingo, 20 de octubre de 2024

Vudú urbano, de Edgardo Cozarinsky

 1.

Este es otro efecto colateral de haber leído La hermana menor. El primero fue leer a Silvina, y ahora quiero leer más de ABC -tengo en lista la de la guerra del chanchito- y sobre todo a sus amigos trolos que no tenía para nada, como Wilcock y Schoo, y a los que sí tenía pero no lo suficiente, como el capo di tutti capi, Edgardo Cozarinsky.

2.

Este libro estaba en mi stock, comprado nuevo en mesa de saldo creo que en Mar del Plata, y no sabía qué era. O sea, sabía que era de Cozarinsky, por eso lo adquirí. Mucho tiempo lo tuve a Cozarinsky sólo como el director de la increíble y un poco fallida pero qué hermosa y qué trolo película Ronda nocturnaque a pesar de ser argentina vi gracias a que Emanuel me la mandó por correo, en DVD copiado, desde algún lugar de los Estados Unidos en una era pre-Facebook. (Sobre Ronda nocturna hay un documental-backstage de Carmen Guarini que se titula Meykinof, si alguien lo tiene me lo pasa por favor). Después pasaron los años y gracias a Gonza leí Palacios plebeyos y el libro sobre Ronda nocturna. Pero igual, siento que recién ahora que se murió Cozarinsky estoy armándome un perfil más claro de quién fue este señor. Este año vi Dueto (2023) y La Guerre d'un seul homme (1982) y después me sorprendí encontrándolo como personaje de La hermana menor: no sabía que esos mundos se tocaban.

3.

Ahora que leí Vudú urbano creo que empecé a despejar esa X, porque si entendí bien, es el primer libro de Cozarinsky. Aparecido a mediados de los '80s con un prólogo de Susan Sontag y otro de Cabrera Infante (tranqui), se convirtió en una benemérita obra de culto (y van...) para reaparecer por Emecé en 2002 (esa es la edición que tengo yo) y luego ser reeditado por otras compañías. Una de esas otras trae un prólogo de Piglia que me gustaría leer, según me enteré por este artículo re lindo de Zeiger.

4.

Decía que creo que voy entendiendo más de qué se trata Cozarinsky a medida que sumo piezas, y esta es una muy importante: primer libro, pero de una persona que ya había hecho películas y que pasaba los 40; libro sobre el exilio, escrito un poco como ficción, un poco como ensayo y bastante como autoficción o autobiografía; político, sarcástico, libidinal: en fin, da muchas pistas.

5.

Empieza con un cuento, que se llama "El viaje sentimental", y es un despelote de bueno. Un argentino que vive en París y nunca volvió a Buenos Aires se ve de pronto trasladado mágicamente a su ciudad natal (entra a un bar en París, y de golpe es Buenos Aires), y empieza un recorrido pesadillesco por su ciudad, ahora transformada por la dictadura. Alguien podría hacer manso paper comparando este cuento con La larga noche de Francisco Sanctis, siento que tienen muchos puntos de contacto. 

6.

Después del cuento sigue una parte mucho más larga pero también fragmentaria, que se llama "El álbum de tarjetas postales del viaje".  Son textos cortos y ensayísticos, hibridados con narración del yo o algo así, interrumpidos por citas a otros autores, muchas muchas. La prosa es enrevesada, hay que leer despacio, y la referencia inmediata es Calle de mano única de Benjamin, por lo menos en varios de los textos (además es uno de los citados, el Walter). Todas las "postales" están tremendas, y algunas son chistosas. 

7.

En varias de las postales aparece redepente un antiperonismo medio de cotillón (bien onda hermanas Ocampo) que no sé si soy yo que me hace ruido o efectivamente está ahí como puesto, insertado a la fuerza. No digo que no le crea su sentir gorila al joven Cozarinsky, es más bien que pareciera como si el Edgardo quisiera hacer un gesto el incluirlo en los textos, un gesto para pertenecer (a un sector social y político y cultural al que igual pertenecía, pero en el que quizás esos gestos eran mandatorios). En algunos casos hasta pasa que no viene hablando de peronismo y hace una maniobra para meter una goriliada. Es una de las cosas que me llamó la atención, porque en el Cozarinsky viejo no lo hallé (hasta ahora, aunque no sé qué postura política tuvo después de los '80s). Te digo más: el antiperonismo presente en el cuento inicial es mucho más noble y genuino que el de los textos breves, más panfletarios (y aplaudidos por Cabrera Infante). Por otro lado, uno de los textos ("Star Quality") habla directamente de Eva Perón y no es tan gorila: capaz, como buen trolo, sólo odiaba al General. 

8.

Hay un texto ("Cheap Thrills", todos tienen títulos en inglés) sobre cines, que es un preludio de Palacios plebeyos. Re lindo. Y hay otro sobre robos en tiendas ("Shoplifting Casualties") hermosísimo, que es un preludio a mi texto de bloguero viejo (ah re, pero sí, qué curioso, hasta sucede en la misma ciudad). 

miércoles, 16 de octubre de 2024

La rebelión: historias del Cordobazo, de Ian Debiase

 1.

Parece que hay una tendencia, ¿no? ¿ya la podemos confirmar? de historietas nacionales contemporáneas sobre procesos sociales y acontecimientos históricos. Hace poco hablamos de Trelew: la pasión fusilada, de Lautaro Fiszman y Mariana Arruti (y Lautaro además trabajó ya con el tema de la Guerra del Paraguay en Nuda vida); en 2022 causó un justificado revuelo la buenísima novela gráfica Turba, de Lauri Fernández, sobre Malvinas, que yo leí en 2023; y también en 2023 leí El nuevo milenio, de Rocío Espina, sobre la crisis del 2001 (que me encantó mucho mucho). No sé si son suficientes títulos para marcar una tendencia, pero, de haber una tendencia, entra como un caballo La rebelión: historias del Cordobazo, de Ian Debiase, publicada por Hotel de las Ideas igual que Turba. (Otra simetría de La rebelión y Turba es que ambos libros fueron elegidos entre los mejores en el ranking de historietas argentinas de Indie Hoy, La rebelión en primer lugar en 2024 y Turba junto con El nuevo milenio en el selección sin ranking de 2022: esto de la valoración rankinera también nos puede informar sobre una tendencia). 

2.

Como ya dijeron otras reseñas, me sumo a la opinión general, este libro está pero que muy bien. Son capítulos cortos, a la manera de cuentos, que van delimitando la forma del Cordobazo de mayo de 1969.  Y si bien son ficcionales, están basados en una investigación documental y de entrevistas tremenda, que se detalla al final del tomo. Uno me hizo llorar, tiene un giro de guión INCREÍBLE y se llama "Carta de mamá".



viernes, 11 de octubre de 2024

El pecado mortal, de Silvina Ocampo

1.

Gonza tenía en su biblioteca este ejemplar hecho pelota, atacado por alguna antigua humedad, impreso en  Argentina en1966 y comprado en Uruguay en diciembre de 2006. El efecto más importante de mi lectura de La hermana menor fueron mis ganas de leer directamente de la fuente, y para mi agrado me encontré con este tomito publicado por Eudeba en el que José Bianco (uno de los varios amigos trolos de Silvina, otro era Cozarinsky), compiló una selección de los para él mejores cuentos aparecidos primero en Viaje olvidado (1937), Autobiografía de Irene (1948), La furia (1959) y Las invitadas (1961). 

Es este libro, pero el ejemplar que leí yo está hecho
mierda. La foto de tapa es de Horacio Cóppola.

2.

Enríquez o alguien citado en La hermana menor explica que hay dos tipos de cuentos de Silvina Ocampo: los que le gustaban a Borges, y los que no. O también: los que parecían cuentos de Borges, con paradojas y finales cerrados (como los dos primeros de este libro, "Epitafio Romano" y "Autobiografía de Irene") y los otros, más perversos, más vulgares, cuentos amigos de los de Julio Florencio y precursores de Manuel Puig. Me parecieron mucho más interesantes -y valiosos- los de este segundo género. 

3.

Uno de los mejores es el del título, que cuenta un abuso infantil y según el libro de Enríquez además es una experiencia de Silvina. Fucking shit. Holly Moses. Después me gustaron mucho, por raros, "El cuaderno", "Las fotografías" (grotesco criollo), "La paciente y el médico" (espectacular), "Voz en el teléfono" (¿quizás el mejor? No lo sé), "El moro" (este es el mejor, este sí, top one), y "Amor". Y después hay uno que no lo entendí: "Icera". Tuve que googlear. Igual no lo entendí.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Jeny y el post-mundo, de Hor Lang

 1.

Para mí Hor Lang (Horacio Langlois) es uno de los autores de cómic más interesantes del presente. Durante la pandemia publicó, primero en Internet y después en papel de árboles asesinados, ese documento histórico para los papers del futuro que es El pequeño Timy. No contento con eso (o capaz estaba re contento, no sé), el muy capo agarró y en las páginas virtuales de webcomicmutante.com empezó a serializar una historieta de aventuras post-apocalípticas cuya protagonista recordaba extrañamente a la hermana del pequeño Timy... ¡pero cómo! ¡es imposible! Y así nomás se mandó una secuela, cambiando completamente el mundo y el género y el formato y el estilo de dibujo de la cosa. That is Jeny y el post-mundo, que pueden leer completo acá o sino acá.

viernes, 27 de septiembre de 2024

La hermana menor, de Mariana Enriquez

1.

Capaz es que esperaba más, pero no me dejó pasmarote la biografía de Silvina Ocampo que escribió la Enríquez. Igual la leí como todo lo de Enríquez, con avidez. Me interesó, pero no me conquistó. Y sobre todo, fueron pocos los momentos donde me pareció que había un diferencial en que la biógrafa de Ocampo fuera Enríquez. Hay un estilo, pero, perdón que lo diga, es el estilo de Leila Guerriero, lo sentí aún antes de encontrar en los agradecimientos su nombre como editora. 

2.

Me pareció bastante chismográfica la cosa, también. Y si bien me encantan los chismes, se me hizo largo el tema de los amores (y de los amores de Bioy), y me gustó más cuando se hablaba de literatura.

3.

Resultados: me dio ganas de leer a Silvina Ocampo -ya empecé-, me dio un poco de asco, sumó argumentos a mi interior creencia de que Borges era un un idiota y un mal bicho además, súper incel (re buen escritor etc. etc., siempre hay que aclarar). A Bioy lo sigo queriendo. También me dio ganas de leer más a Bioy, y a todos los amigos trolos de Silvina (Cozarinsky, Wilcock, Puig, et. al.).

4.

Algo interesante de que sea un libro de Enríquez: lo que de los Ocampo trasunta en la familia aristocrática y sectaria de Nuestra parte de noche. Sobre todo el edificio de muchos pisos en una avenida de Buenos Aires en el que vive la familia de Rosario cuando Juan es un adolescente, es igual al edificio de los Ocampo con un piso para cada hija, en el que Silvina tenía dos por gracia de la muerte de su hermana inmediatamente mayor. Eso, pero también la casa de San Isidro, el vínculo de Silvina con la servidumbre. Lo acabo de descubrir (o decidir): Rosario es Silvina.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Iznogud y las vacaciones del califa, de Goscinny y Tabary

 1.

Cuando yo era un nenuco, en algún canal infantil supieron dar el dibujito de Iznogud. Me acuerdo la música. En ese entonces no había una historieta de Iznogud en castellano adquirible en Argentina. Años después viajé a Francia y me compré los primeros dos tomos en su idioma original, en ese entonces entendía mucho mejor el idioma de los francobelgas. En la última FED descubrí que Libros del Zorzal publicó todo Iznogud en castellano y me compré este, que es el tercero. 

2.

Me resultó mucho más infantil que otras producciones de Goscinny, o sea, que Ásterix y que Lucky Luke. Tiene una lógica de El Coyote y El Correcaminos que es bastante boba. Además, los dibujos son mucho más feos que los de Uderzo o Morris. Igual lo leí y algunos capítulos los disfruté. El último es el mejor. Se llama "La Garrafa de Gasbutahn". Por cierto, amo la traducción argentina.




miércoles, 18 de septiembre de 2024

La novia de Sandro, de Camila Sosa Villada

 1.

Un poema me hizo llorar. El que empieza "Llevé a mi hija de sesenta años a su primera Marcha del Orgullo Gay, el día más caluroso del año". Hermosísimo. Y otro me hizo aplaudir mentalmente en el subte, quizás debería haberme parado a aplaudir ahí re loqui entre la gente de la Línea B. Es el que incluye en un momento el título del libro. Fantástico. Y después otros están bien, algunos mejores que otros, ninguno no me gustó. 

2.

Leído en una edición pirata-con-ideología, comprada en la vereda de la FED, no sé cuánta gracia le haría a la Sosa Villada enterarse, seguramente ninguna. Por mencionar algo a favor de esta edición de la "Colección Recuperaciones" (con el disclaimer: "Títulos que consideramos oportuno editar artesanalmente a bajo costo. Un boicot a la industria editorial extractivista y a la propiedad intelectual"), decir que el ejemplar está hecho a mano y numerado (me tocó el 36).

lunes, 16 de septiembre de 2024

Demencia 21, de Shintaro Kago

 1.

Primer manga en papel publicado por Hotel de las Ideas, a los que últimamente le compro todas las preventas como un yonqui del cómic. No sé por qué creí que era de terror, de tener miedo de a deveras como pasa con Pesadillas de Katsuhiro Otomo. Lo empecé con aprehensión, el primero lo leí en clave terror nomás. Pero después el humor negro se va imponiendo, hasta hacerse claro que es todo un chiste. Algunos capítulos sin graciosos en serio, otros más de sonrisita. La edición es un lujo la verdad (296 páginas, sobrecubiertas, 24 x 17 cm., algunas páginas a color). Además es perfecto para dejar en el baño: los capítulos son autoconclusivos y duran una caca cada uno. Y el autor se apellida Kago. 

martes, 10 de septiembre de 2024

Diario inconsciente, de Santiago Loza

 1.

Qué lindo, qué fuerte. Qué cortito.

2.

Loza cuenta en primera persona lo que recuerda de una internación, a sus 20 años, por un brote, o una serie de brotes. El tiempo en que estuvo loco, o se volvió loco, o fue un loco. Algo que tiene muy lindo este libro es la idea de un diario que se escribe después, y con lo que queda. De alguna manera es lo contrario a un diario, en tanto bitácora que se escribe con la cosa fresca, con la minucia, como el libro de Bioy que hoy está un palo cien. Eso es lindo. Hay un poco de ficción, en el recuerdo, y Loza dice que le da bronca no poder inventar más, que lo intenta pero le sale un registro maquinal, frío. 

3.

Por espíritu me hizo pensar en otro libro nosocómico, muy lindo y muy triste: Hospital Francés de Daniel Gigena.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Dúo, de Colette

 1.

Llegué aquí por una película, buenísima y re linda, que se titula Viaggio in Italia, o Viaje en Italia, o Siempre te amaré, según a quién le preguntes. Es de Roberto Rossellini, actúa su entonces señora Ingrid Bergman, se estrenó en 1954 y estuvo libremente basada en esta novelita de 1934, aunque tiene más diferencias que similitudes. En fin, que la empecé a leer por eso. Llegué por la trama, me quedé por la prosa.

2.

Hay una edición de Dúo que se consigue en todos lados, la de la colección Anagrama de Página/12 que salió hace unos diez años y que todavía no se desencuadernó. Es de lo más conseguible porque da muy mesa de saldo. Yo le tenía un poco de idea, como que podía ser medio plomo, y la verdad nada que ver. Todo el asunto sucede entre dos personajes, el matrimonio de Alice y Michel, y la novela, salvo algunas intervenciones de la criada y de otros personajes fuera de cuadro, va de ese diálogo, que la lesbianísima escritora compara irónicamente con un dúo. Todo el chiste está en la escritura, y en la densidad de los personajes, súper vivos, creíbles, empatizables. Qué verga el patriarcado, menos mal que Alberto lo derribó. 

3.

Me gustaría saber más de Colette. Denme un documental de Colette.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Mil noches de Sudamérica, de Alex Anwandter

 1.

Podría centrar toda esta reseña en un único poema, "Noche porteña". En otro, el que se titula con una pregunta ("¿Estás pensando ir a mi tierra maldita?"), en el que Alex describe lo que asumo que es su Chile natal ("El país tiene el trazo de una gota cayendo / que se congela en el frío antártico") hay un verso que dice que allí "Hay una esquina donde te insultan / y duele porque es cierto". Bueno: en el poema "Noche porteña" pasa un poco eso. Alex hace la descripción más agresiva, corrosiva, shady sobre Buenos Aires que recuerde haber leído, seguro la más agresiva escrita por un forastero, y el poema es bueno porque es cierto. Todo cierto, todo confirmado, sobre las cartas la mesa. Volviendo a una vieja costumbre de este viejo blog cuando de poesía se trata, lo voy a transcribir:

Noche porteña

Tú tendrías que vivir en Buenos Aires

es como tú:

siempre está añorando

siempre en crisis

con proyectos socialistas pero criada en un palacio obsoleto

una empleada doméstica -muerta hace algunos años- guarda un lugar de amor íntimo y profundo en su corazón,

lado a lado con su madre -mamá-,

cóncavas de afecto.

Un conserje fascista espera su momento.


No miras a los ojos a tus vagabundos,

pero lo intentas,

y en ese mísero y vano esfuerzo depositas tus nociones de ser lo que llamas

"buena persona".

Bah, en el fondo eres fascista, admítelo.

Taxista ilustrado, mesero confianzudo,

machín de estudio, peronista del primer mundo.

¿Sabes que no sabes y por eso te crees sabio?

Tu infancia palaciega se transmite 

de generación en generación

la soja se disuelve en las manos de los pobres.


Cogemos en balcones cada vez que me ves;

tu cuerpo superior, increíblemente, admira el mío.

¿Qué es lo que no estoy entendiendo?

¿Qué soy yo para ti?

"Te amo", me dices.

¿Es broma?


En cualquier caso mi hogar está en el tríptico

Cono Sur, eres tú el depósito de mi alma.


La cachetada era tan buena que el beso del final le quita efecto. Igual el poema me gusta caleta.


2.

Ahora bien, quiero decir dos o tres cosas más sobre Mil noches de Sudamérica y su autor, el nuevo poeta chileno Alex Anwandter (o el siempre poeta chileno ahora salido de ese closet). Una, que me parece lo más poeta chileno de todo que tu primer libro de poesía chilena (¿será el primero? que yo sepa sí, pero qué se yo) se publique por una editorial argentina más bien chica y más bien de nicho (de nicho trolo). ¿Se conseguirá del otro lado de los Andes, este libro...? Dos, que no me parece una coincidencia que el último poema esté en la página 99, y en la 100-101 el índice y bye feas. Me parece de loco prolijo. Tres, que hay un poema que me hizo desternillar de la risa en la línea B, pero mal, como si estuviera leyendo Douglas Adams, que se titula "Mannahatta". Cuatro, que sospecho que Alex leyó a Santi Nader (no es improbable, los publicó el mismo editor en la misma colección) y lo sospeché frente a algunos poemas que parecen cuentos (con un aire a los de Santi) como el intitulado "Martes en la mañana". Cinco, que me voy no sin antes transcribir otro poema:

Soy chileno:

sólo soy

terremotos y versos de amor.

3.

P.D.: 

Fui a la presentación de Mil noches de Sudamérica en La Paz Arriba, el mismo día en que, antes, había escrito esta reseña. En la presentación me enteré que, lógicamente, el libro sí se publicó en simultáneo en Chile, por otra editorial. 

Anoté que dijo esto: "Entrar en diálogo con la tradición chilena es de los varones, yo quiero algo más chico, lo de la servilleta y el lápiz". Y esto: "Algo que me gustó de escribir poesía es lo barato que es". También anote "Entre Claudio Bertoni y Residencia de la Tierra", pero ya no sé a qué se/me refería. ¿Que su poesía se ubica o se quiere ubicar ahí, en ese entre?

Yo, borracho, le grite a Alex que lea el poema de Buenos Aires. A la segunda vez dice: "No".

domingo, 1 de septiembre de 2024

Un apartamento en Urano: Crónicas del cruce, de Paul Beatriz Preciado

 1.

Inesperadamente atrapante me ha sabido resultar este libraco del filósofo postestructuralista transfeminista nacido en Burgos y conocido por su afición a la testosterona sintética y su vínculo sexoafectivo con la Virginia de los Puentes. Me pareció lindo, divertido, interesante, y bárbaro para traer a colación en situación de aula.

2.

No sé cómo serán sus otros hits literarios (Testo Yonqui, Disforia Mundi) pero este resulta especialmente ágil por dos motivos: la extensión de los textos, y el vocabulario. Y ambos salen de la misma cosa: este libro es una compilación de las columnas de opinión que Preciado publicó en el diario francés Libération entre 2013 y 2018, tiempo durante el cual hizo su "transición" de género, con dosis regulares de testosterona y cambio registral de nombre incluido. Así que los textos no son un paper académico, y además ninguno supera las cinco carillas, o 1500 palabras. Preciado habla de su vida, su migración, su cambio de aspecto físico, sus problemas burocráticos para cambiar de "ficción política" (o sea de nombre y género) mientras habla también de Julian Assange (muy bueno ese texto), de la crisis griega, de la crisis de refugiados en Europa o del Candy Crush (muy bueno ese texto también, me hizo reír con esto):

El objetivo de Candy Crush no es enseñarle nada al jugador, sino capturar la totalidad de sus capacidades cognitivas durante un tiempo dado y apropiarse de sus recursos libidinales, haciendo de la pantalla del ordenador una superficie masturbatoria subrogada. El jugador no gana nunca nada en Candy Crush, pero cuando completa un nivel es la pantalla la que tiene un orgasmo, que corresponde a los beneficios generados para la compañía.

3.

Paul es medio lo más, recomiendo mucho leerlo, y también ver su peli lindísima Orlando, ma biographie politique, y después escucharlo hablar de la misma en esta entrevista con la radio pública española Ser.

martes, 6 de agosto de 2024

La puerta del viento, de Alberto Laiseca

 1.

Me lo compré en Gualeguaychú.

2.

Es una novela pero capaz es más bien un ensayo. Como novela, es la historia de un soldado americano en la guerra de Vietnam, el teniente Reese, y de un soldado vietnamita, que de alguna manera son la misma persona, el teniente Lai, así, sin explicación ni solución de continuidad. En un punto Reese está muerto además, o es invisible, pero después no. Y también es la historia de Alberto Laiseca mandándole infructuosamente una carta desde Argentina al presidente Johnson para ir a luchar en la guerra de Vietnam.

3.

Por otro lado, como ensayo, es un alegato a favor de la guerra de Vietnam, de EEUU metiéndose a pelear esa guerra. Sostiene que los comunistas eran peores que los yanquis, y que los yanquis perdieron la guerra por no ser lo suficientemente despiadados, por cumplir acuerdos. No me queda claro que sea todo un ejercicio de retórica: a mí me dio la impresión de que Laiseca sostenía realmente esa postura. Pero capaz no, capaz es todo una enorme ironía: no me quedó claro. Los argumentos son discutibles pero consistentes. El libro es cortito y de Mansalva, con su característica alineación sin justificar y sus páginas casi vacias, lo leí en un par de sentadas y la pasé muy bien.

4.

Qué manía la de Laiseca con las tetas cercenadas eh. 

lunes, 5 de agosto de 2024

Colonia Mauricio, de Marcos Alpersohn

1.
Tengo un vínculo intenso con este libro, que excede el espacio de esta reseña. Acá voy a tirar unas ideas y unos datos más bien sucintos, que se ampliarán en otro lado.

2.
Primero que nada contar que el autor, Marcos Mordejai ben Israel Alpersohn, es mi trastatarabuelo. O sea, soy su chozno. O sea, es el tatarabuelo de mi mamá, o sea el bisabuelo de mi abuela, el abuelo de mi bisabuela, etc. Nació en 1860 en Lantzkroin (Kamenetz-Podolsk, Rusia) y en 1891 llegó a la Argentina con su mujer (mi trastatarabuela, cuyo nombre me falta, más sobre esto después) y algunos de sus hijos a través de la Jewish Colonization Association del Barón Mauricio de Hirsch. Se instaló en Colonia Mauricio, lo que más tarde sería Carlos Casares (PBA). Murió en Buenos Aires el 24 de julio de 1947.

3.
Este libro de memorias, que Marcos escribió y publicó en idish a comienzos de los años '20, narra la llegada de un grupo de inmigrantes (exiliados) judíos europeos a la Argentina de 1891, y cómo pasaron de ser comerciantes, artesanos, estudiosos, obreros o lúmpenes a los famosos "gauchos judíos" que vivían de la agricultura y la ganadería en este país perdido de la mano del Señor. Marcos era uno de los pocos intelectuales de su camada (no todos sabían leer y escribir), y según deja entrever su relato, esto le dio muchas veces un lugar de preeminencia entre sus vecinos, ocupando lugares de vocero, redactor de cartas al lejano Barón, entre otras. Así que en sus memorias, escritas veinte años después de los hechos narrados, Marcos habla desde ese punto de vista, el de quien a veces fue testigo y otras protagonista. 

4.
La otra característica del libro, y lo que para mí le da el verdadero interés, es que no es un libro complaciente sino todo lo contrario: es un libro opositor, una denuncia contra la JCA y sus burócratas, filántropos y mandamases, con excepción del Santo y mistificado Barón tan bueno en sus intenciones y tan mal entornado (el Barón en la prosa de Alpersohn parece el Perón de los '70s para Montoneros, ochenta años antes y en idish). Como dice el capo de Eliahu Toker, traductor y comentarista del libro en su prólogo a la primera edición en castellano, "Alpersohn es el anti-Gerchunoff; su libro está escrito con furia; sus protagonistas no son idealizados 'gauchos judìos' sino inmigrantes de carne y hueso, colonos desgarrados en la dura lucha con una tierra, con un país y con una estructura nada piadosos".

5.
También según Toker, "Colonia Mauricio es, para algunos de los principales críticos de la literatura idish argentina, la obra más importante escrita en esa lengua en estas latitudes". No tengo mucho punto de comparación (creo que Gerchunoff era quizás mejor escritor, y hasta ahí llega mi conocimiento del tema) pero es verdad que este libro más allá de su valor histórico funciona como novela, y te digo más, como novela épica. El barco cruzando el Océano, el cautiverio sanitario en el Hotel de Inmigrantes, el choque de culturas, ¡la tormenta que destruye el campamento! (estoy escribiendo esto el 26 de diciembre: reviso el capítulo titulado "La primera catástrofe en Mauricio" y descubro que hoy es el aniversario del pampero destructor), por mencionar algunas imágenes. Tiene asesinatos, dictadorzuelos, revoluciones, ¡bígamos!, debates talmúdicos... Además tiene eso de novela decimonónica onda folletín, con capítulos que terminan con cliffhanger. No es entretenida todo el tiempo, pero tiene puntos muy altos.

6.
Un par de ideas/datos sueltos:
- El lugar de las mujeres en esta historia: hay muchas, pero rara vez tienen nombre. El colmo es el personaje de la esposa de Marcos, por ende mi trastatarabuela, que aparece todo el tiempo y nunca con nombre. Lo voy a tener que averiguar por otro lado.
- Colonia Mauricio es el primer tomo de una trilogía, según Toker es el tomo divertido (no dice así pero entendí eso). Tengo que comprar los otros dos. Están publicados por Editorial Prometeo
- Tengo que ir a conocer Carlos Casares. Parece que se puede visitar la casa de Marcos.

7.
Lo último que voy a decir, por si algún inversor de riesgo lee mi blog, es que ando en búsqueda de quién me financie la adaptación de Colonia Mauricio a guión de largo. Les prometo una peli carísima tipo Killers of the Flower Moon de Scorsese, con un toque de Las uvas de la ira de John Ford.


Marcos Alpersohn, mi trastatarabuelo.

jueves, 1 de agosto de 2024

Huevos de toro, de Ralf König

 1.

Otra de Konrad y Paul. Acá Paul se obsesiona con un obrero español, mientras Konrad se enamora de su joven alumno de piano. Creo que es la más porno de todas las que leí hasta ahora. Y de nuevo logra ser desoladora.