1. Primero pensé que estaba leyendo a un Guillermo De Posfay que tenía un amigo editor, por todo lo de ser artesano y escribir como lo hace en el cuento "El tunel de los nazis". Después me di cuenta que no.
2. Villa Celina es un libro que primero conocí a través de una reseña del Rufián Melancólico (esta reseña). En la contratapa están Cucurto y Mairal diciendo lo bueno que está el libro. Primero me parecía que todos exageraban y que el libro estaba bueno hasta ahí, pero entonces llegué al cuento número 6 y me gustó un poco más, y finalmente llegó al 14 y ya me gustaba mucho, y cuando mencionó al Pity ya me había comprado.
No tengo mucho que agregar, la reseña ya hipervinculada está re buena así que lean esa.
jueves, 19 de marzo de 2009
martes, 17 de marzo de 2009
Viaje por el Scriptorium de Paul Auster
1. Esta novelingui de 185 páginas con la letra MUY GRANDE y márgenes MUY AMPLIOS es eso, una novelingui. Vendría a ser una nueva clasificación: novela, novela corta o nouvelle, novelingui. No sé qué características se le deberían atribuir a las novelinguis; supongo que cuando aparezcan otras y tengamos un conjunto vamos a poder aislar sus particularidades, ceteris paribus.
2. Desde Resistirse queremos felicitar a Paul Auster por ser el primer autor en tener dos reseñas en esta página. ¡Felicitaciones! Que todos tus deseos se hagan realidad.
3. En Viaje por el Scriptorium Auster hace una operación que en la página 70 ya me parecía obvia. Todo lo que supongo que a Auster más copado le debía parecer de su novela es en realidad lo más cliché de los libros de Auster. Pero lo bueno es que está lo otro, las cosas originales de esta novela: los highlights son A. el protagonista es un viejo que se hace pis, muy capo; B. el ritmo. Muy recomendable para leer en colectivos. La tapa también me gustó. Y bueno, es un libro de Auster y como ya dije en el post de La noche del oráculo, Auster es uno de los Contemporáneos.
2. Desde Resistirse queremos felicitar a Paul Auster por ser el primer autor en tener dos reseñas en esta página. ¡Felicitaciones! Que todos tus deseos se hagan realidad.
3. En Viaje por el Scriptorium Auster hace una operación que en la página 70 ya me parecía obvia. Todo lo que supongo que a Auster más copado le debía parecer de su novela es en realidad lo más cliché de los libros de Auster. Pero lo bueno es que está lo otro, las cosas originales de esta novela: los highlights son A. el protagonista es un viejo que se hace pis, muy capo; B. el ritmo. Muy recomendable para leer en colectivos. La tapa también me gustó. Y bueno, es un libro de Auster y como ya dije en el post de La noche del oráculo, Auster es uno de los Contemporáneos.
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Paul Auster
martes, 10 de marzo de 2009
Trainspotting de Irvine Welsh
1. Tenía ganas de ver la película de nuevo antes de escribir esta entrada, para hacer la comparación. La película la vi hace mucho tiempo, y después varias veces entera o a pedazos. El libro lo quería leer más o menos desde que vi la película: me habían dicho (Chelo) que existía el libro y que era mucho mejor que la película, que de por sí ya era buena. Finalmente y gracias al nuevo trabajo de Darío lo encontré, y es efectivamente mucho mejor que la película.
2. La novela Trainspotting de Irvine Welsh más que novela es una colección de cuentos que transcurren en Edimburgo y en un mismo período de tiempo, muchos de los cuales pueden pasar por los capítulos de una novela de orden lineal pero muchos otros inconexos con el curso de los acontecimientos en la vida de los personajes principales, a saber, los protagonistas de la película (Renton, Sick Boy, etc). Tienen sí todos algún punto de contacto: el antihéroe de turno menciona en algún momento de su narración a alguno de los otros, casi siempre evocándolos sin que estén presentes. Esta característica del libro es una de las mejores, la del formato. Yo nunca vi un libro así antes.
3. En cada "cuento" (no es exactamente lo que son) y aunque haya una continuidad con uno anterior, el narrador puede cambiar, y de hecho creo que todos los personajes de la pandilla de drogadictos tienen algún capítulo en el que son narradores. Esta característica es la que diferencia más radicalmente al libro de la peli, que obviamente debió perder esto (para hacer todo el foco en Renton, que en el libro podría considerarse el personaje principal pero de una manera bastante laxa).
4. En particular vale la pena hacer la comparación entre libro y peli con dos escenas: la del "desenganche", cuando Renton sufre el síndrome de abstinencia y el bebé camina por el techo, y el de "choose a car, choose a wife (...) I choose not to choose". La del síndrome, que es probablemente una de las escena más memorables de la película, es superada ampliamente en el libro, apelando al amigo Burroughs, y a la exacerbación del estilo oral que por lo demás está en toda la novela (en este momento no tengo el libro para comprobarlo, pero creo que todos los cuentos/capítulos están narrados en primera persona). El de "I choose not to choose", que en la película aparece como monólogo en off de Renton creo que al principio*, en la novela es un capítulo mucho más largo en el que esta parte es el párrafo final, y el capítulo va del análisis por parte de Renton de los diferentes métodos que usaron diferentes personas (un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social, una novia) para explicarle su adicción a la heroína y por qué debía dejarla. No tiene desperdicio ese capítulo. Y está por el medio de la cosa.
En definitiva la novela está mejor que la película porque, como todos saben, con excepciones como La naranja mecánica las verisones originales literarias siempre son mejores que sus adaptaciones al cine, y en este caso también, despite lo buena que pueda ser la peli. Sobre todo, si la peli está tan buena no es por Danny Boyle (que todo muy lindo con el Oscar pero Slumdog Millionaire no es taaan buena) sino que es por el libro.
* Choose life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol and dental insurance. Choose fixed- interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisure wear and matching luggage. Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who you are on a Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing sprit- crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pishing you last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that?
I chose not to choose life: I chose something else. And the reasons? There are no reasons. Who need reasons when you've got heroin?
5. La dificultad en Transpoitting está en que la versión original en inglés está en slang escocés en la mayoría de los episodios (¡claro, son episodios!¡qué boludo! "m. Hecho puntual y separado que forma parte de un todo". De todas maneras mantengo lo de que no es común, sobre todo porque los protagonistas sean distintos en cada caso), y la traducción de Anagrama es horrible, está enteramente en un slang supongo que barcelonés y uno tiene que hacer un ligero pero constante trabajo de decodificación al leer. Para mí que no es tan conocido en Argentina el libro (la mayoría de la gente a la que le conté que lo estaba leyendo me preguntó "¿qué? ¿hay un libro también? ¿y es anterior o posterior a la película?") porque para comercializarlo bien hubieran tenido que traducirlo de nuevo en castellano de acá, y para colmo no tenemos lunfardo relacionado con la heroína por causas de público conocimiento.
6. No sé si, como dice la contratapa, "merece vender más ejemplares que la Biblia", pero seguro entró en mi top algo (top ten seguro, a lo mejor top menos también).
2. La novela Trainspotting de Irvine Welsh más que novela es una colección de cuentos que transcurren en Edimburgo y en un mismo período de tiempo, muchos de los cuales pueden pasar por los capítulos de una novela de orden lineal pero muchos otros inconexos con el curso de los acontecimientos en la vida de los personajes principales, a saber, los protagonistas de la película (Renton, Sick Boy, etc). Tienen sí todos algún punto de contacto: el antihéroe de turno menciona en algún momento de su narración a alguno de los otros, casi siempre evocándolos sin que estén presentes. Esta característica del libro es una de las mejores, la del formato. Yo nunca vi un libro así antes.
3. En cada "cuento" (no es exactamente lo que son) y aunque haya una continuidad con uno anterior, el narrador puede cambiar, y de hecho creo que todos los personajes de la pandilla de drogadictos tienen algún capítulo en el que son narradores. Esta característica es la que diferencia más radicalmente al libro de la peli, que obviamente debió perder esto (para hacer todo el foco en Renton, que en el libro podría considerarse el personaje principal pero de una manera bastante laxa).
4. En particular vale la pena hacer la comparación entre libro y peli con dos escenas: la del "desenganche", cuando Renton sufre el síndrome de abstinencia y el bebé camina por el techo, y el de "choose a car, choose a wife (...) I choose not to choose". La del síndrome, que es probablemente una de las escena más memorables de la película, es superada ampliamente en el libro, apelando al amigo Burroughs, y a la exacerbación del estilo oral que por lo demás está en toda la novela (en este momento no tengo el libro para comprobarlo, pero creo que todos los cuentos/capítulos están narrados en primera persona). El de "I choose not to choose", que en la película aparece como monólogo en off de Renton creo que al principio*, en la novela es un capítulo mucho más largo en el que esta parte es el párrafo final, y el capítulo va del análisis por parte de Renton de los diferentes métodos que usaron diferentes personas (un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social, una novia) para explicarle su adicción a la heroína y por qué debía dejarla. No tiene desperdicio ese capítulo. Y está por el medio de la cosa.
En definitiva la novela está mejor que la película porque, como todos saben, con excepciones como La naranja mecánica las verisones originales literarias siempre son mejores que sus adaptaciones al cine, y en este caso también, despite lo buena que pueda ser la peli. Sobre todo, si la peli está tan buena no es por Danny Boyle (que todo muy lindo con el Oscar pero Slumdog Millionaire no es taaan buena) sino que es por el libro.
* Choose life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol and dental insurance. Choose fixed- interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisure wear and matching luggage. Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who you are on a Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing sprit- crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pishing you last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that?
I chose not to choose life: I chose something else. And the reasons? There are no reasons. Who need reasons when you've got heroin?
5. La dificultad en Transpoitting está en que la versión original en inglés está en slang escocés en la mayoría de los episodios (¡claro, son episodios!¡qué boludo! "m. Hecho puntual y separado que forma parte de un todo". De todas maneras mantengo lo de que no es común, sobre todo porque los protagonistas sean distintos en cada caso), y la traducción de Anagrama es horrible, está enteramente en un slang supongo que barcelonés y uno tiene que hacer un ligero pero constante trabajo de decodificación al leer. Para mí que no es tan conocido en Argentina el libro (la mayoría de la gente a la que le conté que lo estaba leyendo me preguntó "¿qué? ¿hay un libro también? ¿y es anterior o posterior a la película?") porque para comercializarlo bien hubieran tenido que traducirlo de nuevo en castellano de acá, y para colmo no tenemos lunfardo relacionado con la heroína por causas de público conocimiento.
6. No sé si, como dice la contratapa, "merece vender más ejemplares que la Biblia", pero seguro entró en mi top algo (top ten seguro, a lo mejor top menos también).
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miércoles, 4 de marzo de 2009
El baile de Irène Némirovsky
1. Ayer a la mañana me acordé que por la tarde me quedaba en el trabajo, es decir que hacía doble turno, es decir que trabajaba diez horas. Un montón pasar de cinco a diez. Cinco no es nada. Diez es una barbaridad. La cuestión es que mientras colocaba en su lugar algún libro onda Gioconda Belli en la edición horrible de La Nación o algo similar me encontré con este otro, El baile de Irène Némirovsky, mal ubicado y me llamó mucho la atención. La tapa es muy linda, el tamaño es muy copado, nunca antes lo había visto ni había sentido nombrar a la autora. Seguramente alguien lo devolvió recientemente después de un largo encanute.
2. Irène Némirovsky nació en Rusia en 1903 y era lo suficientemente grande como para entender todo lo que pasaba cuando con su familia tuvieron que rajar por la revolución bolchevique. Rajaron a Finlandia primero, y luego se instalaron en París. La vida de Némirovsky en Francia fue la de una self-hating jew que no se entiende o no se sabe si sólo estaba tratando de zafarla o simplemente era antisemita. Finalmente tuvo que tratar de zafarla, cuando se vinieron los nazis, mandándole cartas a los editores de las revistas antisemitas en las que había publicado cuentos para que la ayuden a ser aceptada como francesa antes que como judía (nunca le dieron la ciudadanía a su familia), pero todos sus denodados esfuerzos terminaron en la cámara de gas en Auschwitz, Polonia, en 1942. Así que se murió (fue asesinada) a los 39. Y era re linda (en realidad re fea pero cool):


Némirovsky tratando de imitar Jùlio Córtazar

Némirovsky tratando de imitar a Darío en su foto del pasaporte polaco

Sí, sí, mirá que no me canso

¡Ca-pa!

Némirovsky tratando de ser un poco Fabiola

3. Miren que espantoso. Me apareció gugleando "nemirovsky"
--> http://palermovalley.com/blog/about/
4. En fin. El baile es una nouvelle según la definición del secundario. Lo más remarcable es su composición: no hay nada sobrante, ningún dato de más: todo está puesto en pos de contar una historia en particular, que además, es una historia del carajo. Buenísima la historia, de esas que se superan a sí mismas en cuanto a significados en varios planos al mismo tiempo, de esas cuyos personajes y situaciones son representativos de una época (los '20), una clase social (los nuevos ricos), una ciudad (París), un pueblo (el judío), una edad (la hija, Antoinette, tiene 14 y la autora, de 27 en ese momento, la construye de una manera soberbia, realmente sorprende su aptitud para la construcción de un personaje con una personalidad muy bien definida también a nivel general, es decir en sus rasgos psicológico-evolutivos de nena de 14 años) (y la madre, de unos cuarenta y pico, tmabién). Etc. Y además de todo eso, a nivel histórico también es relevante, como documento digamos, escrito por una judía convertida al catolicismo y luego antisemita, de una familia guituda, justo antes de la caída de Wall Street (la de 1929, no la de ahora) y en el período de entreguerras y de gestación del nazismo en Europa. Es un libro sólido.
5. Yo sé que casi todos los libros que reseño acá se llevan un buenísimo como calificación y parece que me gusta todo, pero es porque suelo agarrar libros que ya sé que me van a gustar, como me pasó con Matadero Cinco o con Franny y Zooey. Por eso mismo, este que lo agarré por la tapa sin saber nada sobre él me merece mayores elogios, por haberme sorprendido. Un besito.
2. Irène Némirovsky nació en Rusia en 1903 y era lo suficientemente grande como para entender todo lo que pasaba cuando con su familia tuvieron que rajar por la revolución bolchevique. Rajaron a Finlandia primero, y luego se instalaron en París. La vida de Némirovsky en Francia fue la de una self-hating jew que no se entiende o no se sabe si sólo estaba tratando de zafarla o simplemente era antisemita. Finalmente tuvo que tratar de zafarla, cuando se vinieron los nazis, mandándole cartas a los editores de las revistas antisemitas en las que había publicado cuentos para que la ayuden a ser aceptada como francesa antes que como judía (nunca le dieron la ciudadanía a su familia), pero todos sus denodados esfuerzos terminaron en la cámara de gas en Auschwitz, Polonia, en 1942. Así que se murió (fue asesinada) a los 39. Y era re linda (en realidad re fea pero cool):


Némirovsky tratando de imitar Jùlio Córtazar

Némirovsky tratando de imitar a Darío en su foto del pasaporte polaco

Sí, sí, mirá que no me canso

¡Ca-pa!

Némirovsky tratando de ser un poco Fabiola

3. Miren que espantoso. Me apareció gugleando "nemirovsky"
--> http://palermovalley.com/blog/about/
4. En fin. El baile es una nouvelle según la definición del secundario. Lo más remarcable es su composición: no hay nada sobrante, ningún dato de más: todo está puesto en pos de contar una historia en particular, que además, es una historia del carajo. Buenísima la historia, de esas que se superan a sí mismas en cuanto a significados en varios planos al mismo tiempo, de esas cuyos personajes y situaciones son representativos de una época (los '20), una clase social (los nuevos ricos), una ciudad (París), un pueblo (el judío), una edad (la hija, Antoinette, tiene 14 y la autora, de 27 en ese momento, la construye de una manera soberbia, realmente sorprende su aptitud para la construcción de un personaje con una personalidad muy bien definida también a nivel general, es decir en sus rasgos psicológico-evolutivos de nena de 14 años) (y la madre, de unos cuarenta y pico, tmabién). Etc. Y además de todo eso, a nivel histórico también es relevante, como documento digamos, escrito por una judía convertida al catolicismo y luego antisemita, de una familia guituda, justo antes de la caída de Wall Street (la de 1929, no la de ahora) y en el período de entreguerras y de gestación del nazismo en Europa. Es un libro sólido.
5. Yo sé que casi todos los libros que reseño acá se llevan un buenísimo como calificación y parece que me gusta todo, pero es porque suelo agarrar libros que ya sé que me van a gustar, como me pasó con Matadero Cinco o con Franny y Zooey. Por eso mismo, este que lo agarré por la tapa sin saber nada sobre él me merece mayores elogios, por haberme sorprendido. Un besito.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Matadero Cinco o La cruzada de los niños de Kurt Vonnegut
1. Si quieren leer un libro realmente lindo, inteligente e importante, acá está y éste es. ¡Ta-tan! Hacía mucho tiempo que no leía un libro así, importante digo. Importante en el sentido opuesto a vanal, importante como necesario. Eso, necesario.
2. Brevemente: Kurt fue a la segunda guerra mundial como soldado yanqui y fue hecho prisionero de guerra. En condición de tal estuvo en Dresde, Alemania, el día de 1945 en que la fuerza aérea de los Estados Unidos tiró 4000 toneladas de bombas y mató (según Matadero Cinco: hay otras versiones, Wikipedia dice que ahora se calcula entre 30.000 y 40.000 pero que primero se calculó que 275.000) 83.793 personas, (y la bomba atómica en Hiroshima mató a 71.379). Durante el bombardeo, estuvo junto a otros prisioneros yanquis refugiado en un matadero, el Matadero Cinco ("Schlachthof-fünf"). Cuando emergió a la superficie (porque el matadero era subterraneo) se encontró con la ciudad completamente asesinada:
Un hecho significativo es que la masacre ocurrida en Dresde fue ocultada a la sociedad yanqui durante muchos años, y por lo tanto Vonnegut (y Billy Pilgrim, el protagonista de la novela) la debe haber pasado un poco peor para digerirlo que de no haber sido así.
3. Dos motivos que explican mi calificación de necesario para este libro: La primera es su sub-título o segundo título, La cruzada de los niños. Kurt fue a la casa de otro veterano que pasó por la experiencia de Dresde junto a él, para hablar de lo vivido y que lo ayudara a cómo encarar el libro.
(del primer capítulo del libro, que es una suerte de introducción).
Ese es el motivo número uno: es un libro sobre la Segunda Guerra Mundial que no es épico. Y tampoco es lastimero. Para nada. De hecho, me olvidaba de decirlo, es un libro de sátira más que cualquier otra cosa. Y esa sátira viene en forma de ciencia ficción.
La segunda no sé. Hay algo más, además de lo ya mencionado, en este libro, que lo hace necesario. En el sentido de útil.
4. A continuación un fragmento que ilustra esto que no sé bien lo que es que tiene este libro y hace que su lectura sea y no sea ociosa (que sí sea, en el sentido positivo del disfrutarlo, que no sea, en el negativo de la vanalidad). El fragmento es lo que más me gustó de todo (de hecho me pareció increíble) y si piensan que van a leer el libro, les recomiendo que no lo lean ahora en el blog porque en su correcto contexto va a estar seguramente mejor. Lo pongo en letra negra así si lo quieren leer lo marcan y si no, no. Ah, no, no sé cómo poner en otro color la letra. Ya fue. Leanlón. Ideal para dar peulá.
2. Brevemente: Kurt fue a la segunda guerra mundial como soldado yanqui y fue hecho prisionero de guerra. En condición de tal estuvo en Dresde, Alemania, el día de 1945 en que la fuerza aérea de los Estados Unidos tiró 4000 toneladas de bombas y mató (según Matadero Cinco: hay otras versiones, Wikipedia dice que ahora se calcula entre 30.000 y 40.000 pero que primero se calculó que 275.000) 83.793 personas, (y la bomba atómica en Hiroshima mató a 71.379). Durante el bombardeo, estuvo junto a otros prisioneros yanquis refugiado en un matadero, el Matadero Cinco ("Schlachthof-fünf"). Cuando emergió a la superficie (porque el matadero era subterraneo) se encontró con la ciudad completamente asesinada:
No pudieron salir del refugio hasta media mañana del día siguiente. Cuando los americanos y sus guardas aparecieron, el cielo estaba negro de humo. El sol era un pequeño punto malhumorado. Dresde parecía un paraje lunar. No quedaba nada, excepto lo mineral. Las piedras estaban calientes. Todos habían muerto.
Así fue.
Un hecho significativo es que la masacre ocurrida en Dresde fue ocultada a la sociedad yanqui durante muchos años, y por lo tanto Vonnegut (y Billy Pilgrim, el protagonista de la novela) la debe haber pasado un poco peor para digerirlo que de no haber sido así.
3. Dos motivos que explican mi calificación de necesario para este libro: La primera es su sub-título o segundo título, La cruzada de los niños. Kurt fue a la casa de otro veterano que pasó por la experiencia de Dresde junto a él, para hablar de lo vivido y que lo ayudara a cómo encarar el libro.
Sólo después de que los niños se hubieran marchado me di cuenta de que yo no le gustaba a Mary, o que no le gustaba algo de aquella noche (...). Estábamos allí intentando recordar, y Mary continuaba haciendo ruido. Al final entró en la cocina otra vez y tomó otra cocacola. De nuevo sacó una bandeja de cubitos de la nevera, a pesar de que aún quedaba un montón de hielo, y la golpeó en la fregadera.
Después se volvió hacia mí, permitiéndome comprobar lo enfadada que estaba y lo culpable que era yo de su enojo. Había estado todo el tiempo hablando consigo misma, de manera que lo que entonces dijo fue sólo un fragmento de una conversación muy larga:
- ¡Entonces no erais más que niños!
- ¿Qué? -pregunté.
- Durante la guerra no erais más que unos niños, como los que ahora juegan arriba.
Asentí. Es cierto, durante la guerra no éramos más que unos necios e ingenuos bebés, recién sacados del regazo de la madre.
- Pero no lo escribirás así, claro -prosiguió. No era una pregunta: era una acusación.
- Yo... no sé -balbucí.
- Pues yo sí que lo sé -exclamó-. Pretenderás hacer creer que erais verdaderos hombres, no unos niños, y un día seréis representados en el cine por Frank Sinatra, John Wayne o cualquier otro de los encantadores y guerreros galanes de la pantalla. Y la guerra parecerá algo tan maravilloso que tendremos muchas más. Y la harán unos niños como los que están jugando arriba.
Entonces comprendí. Era la guerra lo que la ponía fuera de sí. No quería que sus hijos ni los hijos de nadie murieran en la guerra. Y creía que las guerras eran promovidas y alentadas, en parte, por los libros y el cine.
Así pues, levanté mi mano derecha y le hice una promesa.
- Mary -dije-, no creo que nunca llegue a terminar ese libro. (...) Sin embargo, si algún día lo termino, te doy mi palabra de honor de que no habrá ningún papel para Frank Sinatra o John Wayne... Y además -añadí-, lo llamaré La cruzada de los Inocentes.
Después de eso, Mary O'Hare fue amiga mía.
(del primer capítulo del libro, que es una suerte de introducción).
Ese es el motivo número uno: es un libro sobre la Segunda Guerra Mundial que no es épico. Y tampoco es lastimero. Para nada. De hecho, me olvidaba de decirlo, es un libro de sátira más que cualquier otra cosa. Y esa sátira viene en forma de ciencia ficción.
La segunda no sé. Hay algo más, además de lo ya mencionado, en este libro, que lo hace necesario. En el sentido de útil.
4. A continuación un fragmento que ilustra esto que no sé bien lo que es que tiene este libro y hace que su lectura sea y no sea ociosa (que sí sea, en el sentido positivo del disfrutarlo, que no sea, en el negativo de la vanalidad). El fragmento es lo que más me gustó de todo (de hecho me pareció increíble) y si piensan que van a leer el libro, les recomiendo que no lo lean ahora en el blog porque en su correcto contexto va a estar seguramente mejor. Lo pongo en letra negra así si lo quieren leer lo marcan y si no, no. Ah, no, no sé cómo poner en otro color la letra. Ya fue. Leanlón. Ideal para dar peulá.
Entonces, tras haberse aislado ligeramente del tiempo, vió la última película, primero al revés, de fin a principio, y luego otra vez en sentido normal. Era una película sobre la actuación de los bombarderos americanos durante la Segunda Guerra Mundial y sobre los valientes hombres que los tripulaban. Vista hacia atrás, la historia era así:
Aviones americanos llenos de agujeros, de hombres heridos y de cadáveres, despegaban de espaldas en un aeródromo de Inglaterra. Al sobrevolar Francia se encontraban con aviones alemanes de combate que volaban hacia atrás, aspirando balas y trozos de metralla de algunos aviones y dotaciones. Lo mismo se repitió con algunos aviones americanos destrozados en tierra, que alzaron el vuelo hacia atrás y se unieron a la formación.
La formación volaba de espaldas hacia una ciudad alemana que era presa de las llamas. Cuando llegaron, los bombarderos abrieron sus portillones y merced a un milagroso magnetismo redujeron el fuego, concentrándolo en unos cilindros de acero que aspiraron hasta hacerlos entrar en sus entrañas. Los containers fueron almacenados con todo cuidado en hileras. Pero allí abajo, los alemanes también tenían sus propios inventos milagrosos, consistentes en largos tubos de acero que utilizaron para succionar más balas y trozos de metralla de los aviones y de sus tripulantes. Pero todavía quedaban algunos heridos americanos, y algunos de los aviones estaban en mal estado. A pesar de ello, al sobrevolar Francia aparecieron nuevos aviones alemanes que solucionaron el conflicto. Y todo el mundo estuvo de nuevo sano y salvo.
Cuando los bombarderos volvieron a sus bases, los cilindros de acero fueron sacados de sus estuches y devueltos en barcos a los Estados Unidos de América. Allí las fábricas funcionaban de día y de noche extrayendo el peligroso contenido de los recipientes. Lo conmovedor de la escena era que el trabajo lo realizaban, en su mayor parte, mujeres. Los minerales peligrosos eran enviados a especialistas que se encontraban en regiones lejanas. Su tarea consistía en enterrarlos y esconderlos bien para que así no volvieran a hacer daño a nadie.
Los pilotos americanos mudaron sus uniformes para convertirse en muchachos que asistían a a las escuelas superiores. Y Hitler se transformó en niño, según dedujo Billy Pilgrim. En la película no estaba. Porque Billy extrapolaba. Y se imaginó que todos se volvían niños, que toda la humanidad, sin excepción, conspiraba biológicamente para producir dos criaturas perfectas llamadas Adán y Eva.
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domingo, 22 de febrero de 2009
Franny y Zooey de Jerome David Salinger
1. Yo creí que me iba a encontrar con un libro lindo, pero Franny and Zooey no es un libro lindo. Es excelente, pero no es lindo. Franny y Zooey son lo misántropo, Houellebecq es un amigo al lado de ellos. Me caen mal, pero, simultáneamente, me generan mucha empatía. Por ejemplo en esta parte:
La empatía en esta parte la tengo con "todo el mundo" más que con Zooey.
2. Remarcable la estructura del libro y la forma en la que Salinger logra ir cambiando de registro, de persona, de género. El libro arranca con un personaje, y después se va de ese personaje, lo deja en la historia y lo saca de cuadro, y hace eso varias veces, mete y saca de cuadro personajes, y genera muy bien un clima (que me parece debe ser jodidísimo de lograr) de que aunque hayan dos personajes en una escena, y un escenario específico (porque es muy cinematográfica la novela), los otros personajes (los otros hermanos Glass, los padres Glass, Lane) se mantienen como en el éter, como suspendidos en el aire a partir del diálogo de Franny y Zooey, o de Bessie y Zooey. Las cartas, el guión, los personajes que hablan por otros, las citas a otros autores que personajes encuentran dejadas por otros personajes, una maravilla narrativa, realmente. Y además, entre la primera parte ("Franny") y la segunda parte ("Zooey") lo imprevisible del camino que toma la trama me resultó de lo más asombroso.
3. Véase el punto 4 del post de El gran Gatsby.
Puedo decirte qué hago exactamente. Hago que todo el mundo sienta que en realidad no desea hacer un buen trabajo, sino que sólo desea hacer un trabajo que sea considerado bueno por todos aquellos a quienes conoce: los críticos, los patrocinadores, el público, incluso la maestra de sus hijos.
La empatía en esta parte la tengo con "todo el mundo" más que con Zooey.
2. Remarcable la estructura del libro y la forma en la que Salinger logra ir cambiando de registro, de persona, de género. El libro arranca con un personaje, y después se va de ese personaje, lo deja en la historia y lo saca de cuadro, y hace eso varias veces, mete y saca de cuadro personajes, y genera muy bien un clima (que me parece debe ser jodidísimo de lograr) de que aunque hayan dos personajes en una escena, y un escenario específico (porque es muy cinematográfica la novela), los otros personajes (los otros hermanos Glass, los padres Glass, Lane) se mantienen como en el éter, como suspendidos en el aire a partir del diálogo de Franny y Zooey, o de Bessie y Zooey. Las cartas, el guión, los personajes que hablan por otros, las citas a otros autores que personajes encuentran dejadas por otros personajes, una maravilla narrativa, realmente. Y además, entre la primera parte ("Franny") y la segunda parte ("Zooey") lo imprevisible del camino que toma la trama me resultó de lo más asombroso.
3. Véase el punto 4 del post de El gran Gatsby.
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J. D. Salinger,
uno de los cuatro más capos del mundo
martes, 10 de febrero de 2009
El atravesado de Andrés Caicedo
1. Primero salió en todos los diarios, la promoción de ¡Qué viva la música!. Después leí el prólogo de Casas, de parado en el mostrador de Gambito. Después creo que salió en Ñ una nota del mismo Casas sobre Caicedo, y después leí el ensayo alusivo en Ensayos bonsai. Así que lo estoy leyendo a Caicedo exclusivamente por sugestión de Casas. Y Casas le robó todo a Caicedo.
2. Eloisa Cartonera publicó El atravesado, de Caicedo. Así que lo leí. Y Casas le robó todo a Caicedo. O mucho. Y Cucurto también. El atravesado es una novela corta (de 50 páginas) que está buenísima, mal (o sea bien). El tipo tiene una cosa muy especial que es como que el interlocutor, o sea el lector... eso, que el lector es el interlocutor. El asunto está en primera persona y se dirige a una segunda persona que sos vos, y te caracteriza, mucho. Por ejemplo en una parte dice (página 41) "Ahora, camarada, dése un vueltón si es que está cansado de tanto oírme decir cosas. O pida una cerveza bien fría. O camine metámonos al cine, que están dando una vieja de vaqueros ¿usted tiene monedas?". Así, con esa puntuación. Eso se lo copia Cucurto, la puntuación. Y Casas le copia los temas, lo de las peleas de barras y hasta lo del amigo oriental. No digo que Casas no haya tenido un amigo oriental, pero debe haber sido un motivo más de indentifiación.
3. Hay que apurarse a leer a Caicedo si se quiere ser cool, que dentro de poco lo van a conocer todos. Como a Onda Vaga, que ya no se lo puede escuchar porque lo conocen todas las chicas de All Stars.
2. Eloisa Cartonera publicó El atravesado, de Caicedo. Así que lo leí. Y Casas le robó todo a Caicedo. O mucho. Y Cucurto también. El atravesado es una novela corta (de 50 páginas) que está buenísima, mal (o sea bien). El tipo tiene una cosa muy especial que es como que el interlocutor, o sea el lector... eso, que el lector es el interlocutor. El asunto está en primera persona y se dirige a una segunda persona que sos vos, y te caracteriza, mucho. Por ejemplo en una parte dice (página 41) "Ahora, camarada, dése un vueltón si es que está cansado de tanto oírme decir cosas. O pida una cerveza bien fría. O camine metámonos al cine, que están dando una vieja de vaqueros ¿usted tiene monedas?". Así, con esa puntuación. Eso se lo copia Cucurto, la puntuación. Y Casas le copia los temas, lo de las peleas de barras y hasta lo del amigo oriental. No digo que Casas no haya tenido un amigo oriental, pero debe haber sido un motivo más de indentifiación.
3. Hay que apurarse a leer a Caicedo si se quiere ser cool, que dentro de poco lo van a conocer todos. Como a Onda Vaga, que ya no se lo puede escuchar porque lo conocen todas las chicas de All Stars.
lunes, 9 de febrero de 2009
Más que humano de Theodore Sturgeon
1. More than human (1953) es uno de los libros de ciencia ficción editados por Minotauro de los que ya hablé en mi mejor y menos leído post (aquel sobre Ciudad de Clifford D. Simak (acá)). Lo primero que debo decir sobre este libro es que los X-Men le deben bastante. Aunque la idea principal no sea la misma, existen los siguientes elementos en común: mutantes, evolución, superpoderes diferentes según cada uno. Se diferencian ampliamente en aquello en lo qué evolucionan, es decir en cuál es el homo posterior al homo sapiens (si les digo les cago el libro, y no quiero hacerlo). En Más que humano es mucho más creativo que en los X-Men. No así los poderes, que sí son más lógicos (nadie tira hielo, ni fuegos artficiales, ni rayos de los ojos, ni le salen espinas del culo, etc.; son más bien los superpoderes con nombres o prefijos en griego) aunque menos originales (a nuestros ojos nerds de hoy día, no así a los del '50)
2. Más que humano ganó un par de premios en su momento, y otros retrospectivos también. Tiene adaptación a novela gráfica (gracias Wikipedia). Y fue elogiado por los diarios que se apresuraban a aclarar que para ser ciencia ficción, estaba muy bien. Porque a la gente la ciencia ficción no le gusta (a la gente bien, a la gente cool) (y los remonto de nuevo al post de Ciudad). Lo cierto es que, para ser ciencia ficción, su prosa está muy bien, y eso sí hay que aclararlo, porque los escritores de ciencia ficción suelen estar más ocupados en su trama que en su prosa. En el caso de Sturgeon, llama la atención lo bien que está escrito. Hasta tiene partes en las que interviene la poesía (por ejemplo "Los bordes y los marcos de las ventanas asomaban entre las puntas del follaje", que en inglés es "The edges of the hedges, the ledges and wedges", con versito y todo) y parece ser que en su idioma original, tiene cierta métrica por la cual el ritmo de lectura no sé qué cosa. Y también nos puede deleitar con líneas que no tenían nada de políticamente incorrectos en los '50 y hasta eran muy progres por su contenido, como este: "En aquella guarida, mitad cabaña y mitad caverna, junto a aquel fuego que humeaba en medio de la habitación y aquella carne que giraba lentamente sobre la llama, con la ayuda de dos negras que apenas sabían hablar, un bebé mongoloide y una niña de lengua afilada que parecía despreciarlo, Lone construyó el aparato". Aclaro que las dos negras también son niñas, de hecho son más niñas.
3. En conclusión: a los amantes de la ciencia ficción les va a gustar seguro, a los no amantes también les puede gustar, pero claro que hay que tener cietos recaudos tomados, saber de antemano que es un libro del '53, con todo lo que eso conlleva en la ciencia ficción yanqui. A mí me gustó. Fin.
2. Más que humano ganó un par de premios en su momento, y otros retrospectivos también. Tiene adaptación a novela gráfica (gracias Wikipedia). Y fue elogiado por los diarios que se apresuraban a aclarar que para ser ciencia ficción, estaba muy bien. Porque a la gente la ciencia ficción no le gusta (a la gente bien, a la gente cool) (y los remonto de nuevo al post de Ciudad). Lo cierto es que, para ser ciencia ficción, su prosa está muy bien, y eso sí hay que aclararlo, porque los escritores de ciencia ficción suelen estar más ocupados en su trama que en su prosa. En el caso de Sturgeon, llama la atención lo bien que está escrito. Hasta tiene partes en las que interviene la poesía (por ejemplo "Los bordes y los marcos de las ventanas asomaban entre las puntas del follaje", que en inglés es "The edges of the hedges, the ledges and wedges", con versito y todo) y parece ser que en su idioma original, tiene cierta métrica por la cual el ritmo de lectura no sé qué cosa. Y también nos puede deleitar con líneas que no tenían nada de políticamente incorrectos en los '50 y hasta eran muy progres por su contenido, como este: "En aquella guarida, mitad cabaña y mitad caverna, junto a aquel fuego que humeaba en medio de la habitación y aquella carne que giraba lentamente sobre la llama, con la ayuda de dos negras que apenas sabían hablar, un bebé mongoloide y una niña de lengua afilada que parecía despreciarlo, Lone construyó el aparato". Aclaro que las dos negras también son niñas, de hecho son más niñas.
3. En conclusión: a los amantes de la ciencia ficción les va a gustar seguro, a los no amantes también les puede gustar, pero claro que hay que tener cietos recaudos tomados, saber de antemano que es un libro del '53, con todo lo que eso conlleva en la ciencia ficción yanqui. A mí me gustó. Fin.
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jueves, 5 de febrero de 2009
El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald
1. Este post tardé mucho en escribirlo porque no sé qué poner. Es más, como tardé mucho en escribirlo y antes ya escribí y subí los de Hollywood y El atravesado, este probablemente no lo lea nadie (porque se suben cronológicamente con el día en que los "creo" (crear tiene un significado mucho más trascendental que el que le da Google. un post no se debería "crear". en hebreo en la biblia donde dice "En el principio creó Dios los cielos y la tierra", el verbo que se usa para "creó", es "bará" -Bereshit bará Elohim et ha shamaim ve et ha haretz- y no se puede usar para nada más que para referirse a la creación; después, si te querés referir a lo que "creó" alguien, tenés que usar otro verbo, "libnot" (en el infinitivo; en su conjugación en tercera persona del presente, como en "bará", se dice "baná"), que se traduciría como construir)).
2. Sobre el libro de F. Scott Fitzgerald: Básicamente, lo leí porque antes, como ya saben, leí Norwegian Woods, y en Norwegian Woods el protagonista menciona una y otra vez esta novela como su favorita de todos los tiempos. No tengo la de Murakami acá como para citarla, pero decía algo así como que de El Gran Gatsby podía aprender todo. Creo que en el primer capítulo ya lo dice. La novela (de Scott Fitzgerald) es una tragedia moderna y seguramente sea también un análisis y una crítica social del Estados Unidos de ese entonces y es la primera "novela americana" y bla bla bla, ya hay muchísimo escrito sobre ella y lo pueden encontrar everywhere. Les dejo el link a una nota del diario El País de España que habla (en realidad de otra cosa pero) de "los ojos del doctor T. J. Eckleburg": ¡chulingui!
3. Y una cita épica:
4. POST-SCRIPTUM: Estoy leyendo Franny and Zooey de Jerome David Salinger (que será futuramente reseñado, a su término) y encontré esto:
Creo que algo similar es lo que dice el personaje del libro de Murakami y creo además que Salinger es mencionado en el libro de Murakami. INTERTEXTUALIDAD AH AH AH SÍ OH YEAH
2. Sobre el libro de F. Scott Fitzgerald: Básicamente, lo leí porque antes, como ya saben, leí Norwegian Woods, y en Norwegian Woods el protagonista menciona una y otra vez esta novela como su favorita de todos los tiempos. No tengo la de Murakami acá como para citarla, pero decía algo así como que de El Gran Gatsby podía aprender todo. Creo que en el primer capítulo ya lo dice. La novela (de Scott Fitzgerald) es una tragedia moderna y seguramente sea también un análisis y una crítica social del Estados Unidos de ese entonces y es la primera "novela americana" y bla bla bla, ya hay muchísimo escrito sobre ella y lo pueden encontrar everywhere. Les dejo el link a una nota del diario El País de España que habla (en realidad de otra cosa pero) de "los ojos del doctor T. J. Eckleburg": ¡chulingui!
3. Y una cita épica:
La mayoría de las mansiones de la costa estaban cerradas. Apenas se advertían luces, excepto las de un transbordador a través del Sound. Y mientras la luna iba ascendiendo, las banales casas se desvanecieron, hasta que, gradualmente, percibí la vieja isla que antaño floreciera para las pupilas de los marinos holandeses; un fresco y lozano pecho del nuevo mundo. Sus desvanecidos árboles, que dieron paso a la casa de Gatsby, habían cuchicheado quedamente ante el último y mayor de todos los sueños humanos: por un fascinado instante, tan transitorio como maravilloso, el hombre debió haber contenido la respiración ante este continente, obligado a una estática contemplación que no entendía ni deseaba, frente a frente, por última vez en la Historia, a algo proporcional a su capacidad de asombro.
4. POST-SCRIPTUM: Estoy leyendo Franny and Zooey de Jerome David Salinger (que será futuramente reseñado, a su término) y encontré esto:
En un punto de El gran Gatsby (que fue mi Tom Sawyer cuando tenía doce años), el joven narrador observa que todo el mundo cree tener al menos una de las virtudes cardinales, y declara, bendito sea su corazón, que a su juicio la suya es la honestidad. La mía, creo yo, es conocer la diferencia entre una historia mística y una historia de amor.
Creo que algo similar es lo que dice el personaje del libro de Murakami y creo además que Salinger es mencionado en el libro de Murakami. INTERTEXTUALIDAD AH AH AH SÍ OH YEAH
lunes, 2 de febrero de 2009
Hollywood de Charles Bukowski
1. Carlos Bukowski escribió y publicó su primera novela a los 50 años (Cartero) y eso siempre me resulta estimulante. En no sé qué cuento dice, justamente, que la vida empieza a los 50. En Hollywood, dice en un momento que la vida sólo empieza a los 65, que nadie los deje engañarse.
2. Hollywood es la anteúltima novela de Bukowski. La escribió en 1989 (cuando yo tenía 3). Sin lugar a dudas, no es la mejor novela del tipo. De las novelas del tipo, la mejor es Pulp, que es la última (1994, el año en que murió, a los 74 años). Pulp es una novela de ficción, de la familia de los cuentos con sucesos "mágicos" (por nombrarlos de alguna manera) (No realismo mágico, Dios me valga, sólo mágico) que hay en Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones, por ejemplo. Así que Hollywood es la última novela en la que Carlos es el protagonista. Es la época en la que vive en una casa grande, con jacuzi, y su mujer es buena y se preocupa porque coma y no le tira masetas en la cabeza y toma alcohol de buena calidad, como es narrado en el libro El capitán salió a navegar y los marineros tomaron el barco, que es un diario que mantenía entre el '91 y el '93 y que alguien decidió publicar en 1998 (con ilustraciones de Crumb). Habla de cómo hizo el guión de una película y de cómo fue el rodaje, y las partes más interesantes son aquellas en las que el rodaje se detuvo y el director (verdadero protagonista del libro, el único conflictuado (¿el protagonista es aquel que tiene el conflicto, o eso lo inventé yo y no es condición necesaria?) además del actor francés François Racine, que me gustaría saber seudónimo de quién es) tiene que hacer alguna cosa medio bukowski para conseguir que prosiga.
3. Ese es el problema de Hollywood, el motivo por el que no me gustó tanto. Bukowski no tiene ya conflicto alguno, salvo un poco de odio a los humanos, pero menos que el que tenía cuando era un pobre pobre. Ya no tiene que ocuparse de pagar nada, porque le llueve el dinero. Que es además uno de los temas del libro. A ver si me explico: el libro está bueno. Yo lo amo a Bukowski, el mueve mi mundo (?), y no leí algo MALO de él (sé que hay un montón de gente piola a la que no le gusta Bukowski, pero ta, para mi es el mejor)(entre otros "el mejor"es que hay). Entonces, en conclusión, fin.
4. Es buenísimo que en un momento le dicen a Bukowski que a no sé qué fiesta va a ir Sean Penn (bajo un seudónimo), que es un fan suyo y que lo quiere conocer, y Bukowski pregunta -¿Va a traer a su novia, la cantante pop Ramona?-.
2. Hollywood es la anteúltima novela de Bukowski. La escribió en 1989 (cuando yo tenía 3). Sin lugar a dudas, no es la mejor novela del tipo. De las novelas del tipo, la mejor es Pulp, que es la última (1994, el año en que murió, a los 74 años). Pulp es una novela de ficción, de la familia de los cuentos con sucesos "mágicos" (por nombrarlos de alguna manera) (No realismo mágico, Dios me valga, sólo mágico) que hay en Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones, por ejemplo. Así que Hollywood es la última novela en la que Carlos es el protagonista. Es la época en la que vive en una casa grande, con jacuzi, y su mujer es buena y se preocupa porque coma y no le tira masetas en la cabeza y toma alcohol de buena calidad, como es narrado en el libro El capitán salió a navegar y los marineros tomaron el barco, que es un diario que mantenía entre el '91 y el '93 y que alguien decidió publicar en 1998 (con ilustraciones de Crumb). Habla de cómo hizo el guión de una película y de cómo fue el rodaje, y las partes más interesantes son aquellas en las que el rodaje se detuvo y el director (verdadero protagonista del libro, el único conflictuado (¿el protagonista es aquel que tiene el conflicto, o eso lo inventé yo y no es condición necesaria?) además del actor francés François Racine, que me gustaría saber seudónimo de quién es) tiene que hacer alguna cosa medio bukowski para conseguir que prosiga.
3. Ese es el problema de Hollywood, el motivo por el que no me gustó tanto. Bukowski no tiene ya conflicto alguno, salvo un poco de odio a los humanos, pero menos que el que tenía cuando era un pobre pobre. Ya no tiene que ocuparse de pagar nada, porque le llueve el dinero. Que es además uno de los temas del libro. A ver si me explico: el libro está bueno. Yo lo amo a Bukowski, el mueve mi mundo (?), y no leí algo MALO de él (sé que hay un montón de gente piola a la que no le gusta Bukowski, pero ta, para mi es el mejor)(entre otros "el mejor"es que hay). Entonces, en conclusión, fin.
4. Es buenísimo que en un momento le dicen a Bukowski que a no sé qué fiesta va a ir Sean Penn (bajo un seudónimo), que es un fan suyo y que lo quiere conocer, y Bukowski pregunta -¿Va a traer a su novia, la cantante pop Ramona?-.
lunes, 26 de enero de 2009
Adiós, Robinson y otras piezas breves de Julio Florencio Cortázar
1. ¿Vieron que cuando fue el dichoso Año Cortazariano (2004), porque se cumplían 20 años de su muerte, editaron todo todo todo lo que este hombre había alguna vez escrito? Bueno, esta edición que tengo acá es del 1995 así que no es el caso, pero podría serlo. Es uno de esos libros de Cortázar que realmente no valen la pena y uno (yo) lo lee más de compromiso (con Cortázar) que por otra cosa. Ta, tampoco es malo. Todo bien loco todo bien.
2. Las piezas breves son: "Dos juegos de palabras", que a su vez contiene "Pieza en tres escenas" (1948) y "Tiempo de barrilete" (1960); "Nada a Pehuajó" y "Adiós, Robinson" (ambas de los '70). Son todas medio chotas, pero zafan. La que más me gustó es la primera. Las otras también tienen algunas cosas que están buenas. El otro día leí en Ensayos bonsai que Casas opina que Cortázar era mejor escritor cuando era reaccionario (exilio a París por antiperonismo) que cuando se volvió zurdo, y un poco de razón tiene. De la etapa reaccionaria sale "Rayuela", por ejemplo, o "Bestiario". De la parte zurda sale "El libro de Manuel". En el caso de este libro esa regla se mantiene, y los primeros dos son mejores que los últimos dos relatos. El que da título a la compilación es el peor de todos, y es casi malo.
3. El llamado "Tiempo de barriletes" fue representado por un grupo de alumnos cuando nosotros estábamos en quinto año. Es el de las mancuspias, para los que se acuerden. Habiendo leído la obra, me doy cuenta de que estuvieron bien los chicos. Mucho más no se podía hacer con eso.
4. (Siento que estoy blasfemando.)
2. Las piezas breves son: "Dos juegos de palabras", que a su vez contiene "Pieza en tres escenas" (1948) y "Tiempo de barrilete" (1960); "Nada a Pehuajó" y "Adiós, Robinson" (ambas de los '70). Son todas medio chotas, pero zafan. La que más me gustó es la primera. Las otras también tienen algunas cosas que están buenas. El otro día leí en Ensayos bonsai que Casas opina que Cortázar era mejor escritor cuando era reaccionario (exilio a París por antiperonismo) que cuando se volvió zurdo, y un poco de razón tiene. De la etapa reaccionaria sale "Rayuela", por ejemplo, o "Bestiario". De la parte zurda sale "El libro de Manuel". En el caso de este libro esa regla se mantiene, y los primeros dos son mejores que los últimos dos relatos. El que da título a la compilación es el peor de todos, y es casi malo.
3. El llamado "Tiempo de barriletes" fue representado por un grupo de alumnos cuando nosotros estábamos en quinto año. Es el de las mancuspias, para los que se acuerden. Habiendo leído la obra, me doy cuenta de que estuvieron bien los chicos. Mucho más no se podía hacer con eso.
4. (Siento que estoy blasfemando.)
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uno de los cuatro más capos del mundo
El otro de Hernán López Echagüe
1. "El otro: una biografía política de Eduardo Duhalde" es el título completo. Es un libro del '96, y por lo tanto le falta un pedazo importante de vida de Duhalde, que seguramente sería muy interesante leer (por ejemplo perdió las elecciones del '99 y por ejemplo fue presidente en el 2002-03). En el '96 fue el libro más vendido del año. Duhalde salió a decir que le iba a hacer un juicio a López Echagüe, a lo que el tipo le contestó que todo bien, que tenía todo documentado, y al final Duhalde no mandó ni una carta documento.
2. Buena lectura para el baño. A mí personalmente me pasa con estos libros de investigación periodística (es el segundo que leo, el otro fue el de Galimberti) que no puedo retener los nombres de todos los mencionados, así que se me vuelve lectura pasatista. Está bien escrito este.
3. Duhalde es muy peligroso. Y feo.
2. Buena lectura para el baño. A mí personalmente me pasa con estos libros de investigación periodística (es el segundo que leo, el otro fue el de Galimberti) que no puedo retener los nombres de todos los mencionados, así que se me vuelve lectura pasatista. Está bien escrito este.
3. Duhalde es muy peligroso. Y feo.
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viernes, 23 de enero de 2009
Ensayos bonsai de Fabián Casas
1. Lo leí en dos días, en la casa de Darío en Escobar. Casas escribe de manera muy adictiva, o más bien se lee de manera muy adictiva.
2. Casas es el mejor escritor argentino contemporáneo. Le quitó el puesto en mi podio personal a Fresán.
3. De Casas leí: primero, Ocio seguido de Veteranos del Pánico (prestado), segundo, Los Lemmings y otros cuentos, robado tras muchos días de planearlo del puesto de Tusquets de la Feria del Libro, tercero, Oda, comprado en una FLIA, el de Eloísa Cartonera, cuarto y quinto, El Salmón y El spleen de Boedo, la semana antepasada también en Escobar y también de Daro, y ahora Ensayos bonsai. Todos son lo máximo y recomiendo todos.
4. Ensayos bonsai es una recopilación de textos de casas (de ensayos bonsai) aparecidos en diferentes medios, revistas y blogs principalmente. Tanto en los casos en los que yo conocía el tema del que hablaba como en los que no, Casas la rompe. En los ensayos de temas que yo no manejaba, aparecieron mencionados todos estos títulos de libros que acepto como regalos en cuanto se les presente la posibilidad de regalarme algo, y si no, les paso como dato útil en sus vidas.
FABIÁN CASAS RECOMIENDA (entre otros, estos son los que a mí me interesan leer y no leí aún):
- Andrés Caicedo: "¡Viva la musica!" (la edición argentina viene con prólogo de él), "Angelitos empantanados", "El atravesado", "Destinitos fatales", "Calicalabozo" (salvo el primero, los primeros no están en Argentina. Si alguien viaja a Colombia, tráigame uno, yo se lo pago). (Sí, ya sé, nadie viaja a Colombia). (Estuve transcribiendo muchos documentales colombianos y me dio ganas de ir).
- Fernando Vallejo, "La virgen de los sicarios" (vi la película, que es una mierda, pero supongo que el libro debe estar bueno).
- William Faulkner, "El sonido y la furia", "Luz de agosto".
- Samuel Beckett, "Molloy".
- Juan José Saer, "El limonero real", "Cicatrices", "El entenado", "Nadie nada nunca" (todos estos están en la biblioteca donde yo trabajo así que no me los regalen, gracias).
- Elías Canetti, "Masa y poder" (lo necesito como bibliografía para preparar mi tratado de pogología en ciernes)
- Roberto Bolaño, "2666", "Estrella distante" (estos consejos en particular fueron bienvenidos porque como Bolaño es tan cool y editaron todo lo que escribió, hasta las listas de supermercados, es bueno que alguien me aclare qué vale la pena y qué no. Los Detectives Salvajes la rompe y es tan importante para mí como Rayuela y Adán Buenosayres, lo leí un poco antes de crear este blog así que no aparece reseñado pero lo recomiendo AHORA).
- Kurt Vonnegut "Matadero 5" (justo me lo compré el otro día), "Las sirenas de Titán", "Buena puntería", "Cuna de gato".
- Los diarios del Che en Bolivia.
También me pueden prestar estos libros, no hace falta que me los regalen. Todo bien, no me enojo.
5. http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/casas.html
2. Casas es el mejor escritor argentino contemporáneo. Le quitó el puesto en mi podio personal a Fresán.
3. De Casas leí: primero, Ocio seguido de Veteranos del Pánico (prestado), segundo, Los Lemmings y otros cuentos, robado tras muchos días de planearlo del puesto de Tusquets de la Feria del Libro, tercero, Oda, comprado en una FLIA, el de Eloísa Cartonera, cuarto y quinto, El Salmón y El spleen de Boedo, la semana antepasada también en Escobar y también de Daro, y ahora Ensayos bonsai. Todos son lo máximo y recomiendo todos.
4. Ensayos bonsai es una recopilación de textos de casas (de ensayos bonsai) aparecidos en diferentes medios, revistas y blogs principalmente. Tanto en los casos en los que yo conocía el tema del que hablaba como en los que no, Casas la rompe. En los ensayos de temas que yo no manejaba, aparecieron mencionados todos estos títulos de libros que acepto como regalos en cuanto se les presente la posibilidad de regalarme algo, y si no, les paso como dato útil en sus vidas.
FABIÁN CASAS RECOMIENDA (entre otros, estos son los que a mí me interesan leer y no leí aún):
- Andrés Caicedo: "¡Viva la musica!" (la edición argentina viene con prólogo de él), "Angelitos empantanados", "El atravesado", "Destinitos fatales", "Calicalabozo" (salvo el primero, los primeros no están en Argentina. Si alguien viaja a Colombia, tráigame uno, yo se lo pago). (Sí, ya sé, nadie viaja a Colombia). (Estuve transcribiendo muchos documentales colombianos y me dio ganas de ir).
- Fernando Vallejo, "La virgen de los sicarios" (vi la película, que es una mierda, pero supongo que el libro debe estar bueno).
- William Faulkner, "El sonido y la furia", "Luz de agosto".
- Samuel Beckett, "Molloy".
- Juan José Saer, "El limonero real", "Cicatrices", "El entenado", "Nadie nada nunca" (todos estos están en la biblioteca donde yo trabajo así que no me los regalen, gracias).
- Elías Canetti, "Masa y poder" (lo necesito como bibliografía para preparar mi tratado de pogología en ciernes)
- Roberto Bolaño, "2666", "Estrella distante" (estos consejos en particular fueron bienvenidos porque como Bolaño es tan cool y editaron todo lo que escribió, hasta las listas de supermercados, es bueno que alguien me aclare qué vale la pena y qué no. Los Detectives Salvajes la rompe y es tan importante para mí como Rayuela y Adán Buenosayres, lo leí un poco antes de crear este blog así que no aparece reseñado pero lo recomiendo AHORA).
- Kurt Vonnegut "Matadero 5" (justo me lo compré el otro día), "Las sirenas de Titán", "Buena puntería", "Cuna de gato".
- Los diarios del Che en Bolivia.
También me pueden prestar estos libros, no hace falta que me los regalen. Todo bien, no me enojo.
5. http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/casas.html
domingo, 11 de enero de 2009
La noche del oráculo de Paul Auster
1. Mi psicóloga anterior, la de la niñez y hasta la pre-adolescencia, me había recomendado cuando yo tenía unos 14 años "El palacio de la luna" y lo leí, y también leí "La invención de la soledad". Ahora ya no me acuerdo nada de lo que dicen esos libros, me acuerdo que el de la luna me había gustado y que el del padre lo había abandonado, porque no entendía nada. Es probable que del otro tampoco haya entendido nada, aunque me haya gustado. Son dos cosas distintas. No sé por qué la mina me recomendó ese libro, tal vez debería volverlo a leer.
2. Después durante mucho tiempo tuve un prejuicio contra Auster, porque me parecía demasiado masivo para ser bueno, como muy de supermercado, como muy de abuela. Obviamente, me equivocaba. También venden los cuentos completos de Cortázar en el súper. Yo creo que no soy el único que tuvo ese prejuicio y que mucha gente no considera a Auster como nada especial justamente por su "masividad" (entre comillas porque masivo es Tinelli, no Auster. O Rowling en todo caso). Pero aquí vengo yo desde éste, el blog más leído del mundo, ocho veces ganador del premio ese que da la Deutsche Welle a los blogs más copados del mundo, para hacer la reivindicación de Auster. Paul Auster es uno de los Contemporáneos, sindudamente. Me refiero a lo que ya conté en el post de "Las partículas elementales". (Por cierto, la cita que aparece en ese post es de este libro).
3. Hace no tanto leí "Leviatán" y los guiones de "Smoke" y "Blue in the face" (y ví las películas correspondientes, co-dirigidas por él) y ahí fue cuando cambié mi opinión sobre Auster. Sobre todo "Leviatán" me flasheó, es un libro excelente. El personaje que en la realidad es Sophie Calle (María Turner) es buenísimo.
4. De la biblioteca Minovich leí "El país de las últimas cosas", con el que Auster amplió mi opinión sobre él. También es altamente recomendable, hace poco lo compré como regalo. Es de la familia de "Ensayo sobre la ceguera" de Saramago y "La peste" de Camus. De hecho tiene mucho del de Camus.
5. Este en partícular, "La noche del oráculo", es bueno pero no es el mejor de los mencionados (el mejor es "Leviatán"). Lo tomé de entre los libros de la casa de mi primo, en la que estuve viviendo las últimas semanas, y todo el tiempo estuve seguro de estar leyendo el último, el que salió reseñado en todos lados y en realidad se llama "Un hombre en la oscuridad". Después de haberlo terminado me di cuenta de que no era ese. La idea principal, de ficción dentro de ficción en tres niveles, está re buena (y creo que también está en la última novela y por eso me confundí) y re bien desarrollada, aunque a mi gusto la termina muy pronto. Es un buen libro de verano.
6. Besitos.
7. Empecé a leer "Mr. Vertigo" en su idioma original, a ver si me la banco.
2. Después durante mucho tiempo tuve un prejuicio contra Auster, porque me parecía demasiado masivo para ser bueno, como muy de supermercado, como muy de abuela. Obviamente, me equivocaba. También venden los cuentos completos de Cortázar en el súper. Yo creo que no soy el único que tuvo ese prejuicio y que mucha gente no considera a Auster como nada especial justamente por su "masividad" (entre comillas porque masivo es Tinelli, no Auster. O Rowling en todo caso). Pero aquí vengo yo desde éste, el blog más leído del mundo, ocho veces ganador del premio ese que da la Deutsche Welle a los blogs más copados del mundo, para hacer la reivindicación de Auster. Paul Auster es uno de los Contemporáneos, sindudamente. Me refiero a lo que ya conté en el post de "Las partículas elementales". (Por cierto, la cita que aparece en ese post es de este libro).
3. Hace no tanto leí "Leviatán" y los guiones de "Smoke" y "Blue in the face" (y ví las películas correspondientes, co-dirigidas por él) y ahí fue cuando cambié mi opinión sobre Auster. Sobre todo "Leviatán" me flasheó, es un libro excelente. El personaje que en la realidad es Sophie Calle (María Turner) es buenísimo.
4. De la biblioteca Minovich leí "El país de las últimas cosas", con el que Auster amplió mi opinión sobre él. También es altamente recomendable, hace poco lo compré como regalo. Es de la familia de "Ensayo sobre la ceguera" de Saramago y "La peste" de Camus. De hecho tiene mucho del de Camus.
5. Este en partícular, "La noche del oráculo", es bueno pero no es el mejor de los mencionados (el mejor es "Leviatán"). Lo tomé de entre los libros de la casa de mi primo, en la que estuve viviendo las últimas semanas, y todo el tiempo estuve seguro de estar leyendo el último, el que salió reseñado en todos lados y en realidad se llama "Un hombre en la oscuridad". Después de haberlo terminado me di cuenta de que no era ese. La idea principal, de ficción dentro de ficción en tres niveles, está re buena (y creo que también está en la última novela y por eso me confundí) y re bien desarrollada, aunque a mi gusto la termina muy pronto. Es un buen libro de verano.
6. Besitos.
7. Empecé a leer "Mr. Vertigo" en su idioma original, a ver si me la banco.
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de los contemporáneos los más capos,
Paul Auster
jueves, 1 de enero de 2009
Las partículas elementales de Michel Houellebecq
1. Con algunas frases de este párrafo me siento ampliamente identificado:
"-No sirvo para nada -dijo Bruno con resignación-. Soy incapaz hasta de criar cerdos. No tengo ni idea de cómo se hacen las salchichas, los tenedores o los teléfonos portátiles. Soy incapaz de producir cualquiera de los objetos que me rodean, los que uso o los que me como; ni siquiera soy capaz de entender su proceso de producción. Si la industria se bloqueara, si desaparecieran los ingenieros y los técnicos especializados, yo sería incapaz de volver a poner en marcha una sola rueda. Estoy fuera del complejo económico-industrial, y ni siquiera podría asegurar mi propia supervivencia: no sabría alimentarme, vestirme o protegerme de la intemperie; mis competencias técnicas son ligeramente inferiores a las del hombre de Neardenthal. Dependo por completo de la sociedad que me rodea, pero yo soy para ella poco menos que inútil; todo lo que sé hacer es producir dudosos comentarios sobre objetos culturales anticuados. Sin embargo gano un sueldo, incluso un buen sueldo, muy superior a la media. La mayor parte de la gente que me rodea está en el misma caso."
2. “La carrera hacia la apostasía parece ahora imparable: en la terna del esnobismo, ya está cabeza a cabeza con leer a Michel Houellebecq o no tener televisor en casa”, Hernán Casciari, en La Nación.
3. Mi psicólogo me recomendó este libro hace un montón. Yo no trabajaba así que ni pensé en comprármelo, aunque me hubiera gustado leerlo. Un día nos íbamos a Rosario con Darío y con Iae y en la biblioteca de María Rosa encontré Plataforma. La novela me duró tres días: no podía parar de leerla. Y ese fue mi primer acercamiento a Michel Houellebecq. A lo largo de su lectura tuve muchas erecciones.
Este verano me fui de viaje y en la galería Tienda Inglesa de Barcelona me encontré muchos libros de Anagrama muy lindos y entre ellos, Lanzarote, de Houellebecq (que me lo robé, relato hecho acá). El libro no me gustó tanto como Plataforma, hasta me pareció un poco malo. Está bueno que venga con fotos sacadas por él.
Unos meses más tarde trabajé en la feria del libro y me encontré, debajo de una pila de otros libros, Ampliación del campo de batalla. Fue buenísimo porque por un lado estaba fallado (tiene una mancha de nada en la tapa) y me salió la mitad, y por el otro los que atendían ahí no sabían que lo tenían: a la gente que preguntaba por Houellebecq le contestaban que se había agotado. Fue antes de que se reedite. Ampliación del campo de batalla es un libro es increíble. Y me parece completamente válida la comparación con Kafka. Y la tesis del título, lo que significa la ampliación del campo de batalla, brillante. Aguante Houellebecq, muerte a los humanos.
4. Finalmente empecé a ver Las partículas elementales en las librerías y tenía trabajo, así que me le compré. Justo al tiempito lo leyó Maia y me cagó el pionerismo. Yo leí otras cosas y lo dejé ahí, priorizando siempre los libros de la Biblioteca Minovich que algún día voy a tener que devolver, pero el verano llegó (que vivan las vacaciones) y me lo llevé a Mar Azul, para empezarlo en cuanto se terminara Kerouac. Hice bien. Buen enganche además, Kerouac con Houellebecq, son como lo contrario esos dos libros. De hecho Houellebecq habla mucho de lo boludos-conchudos-hijosdeputa-caca-mierda que son las/los conceptos-lugares-personas-creencias New Age, y Kerouac casi que es Osho. Houellebecq es el más misántropo y Kerouac es el más filántropo. The thing is: en este duelo que se creó porque yo hube leído el uno a continuación del otro, Houellebecq le pasa el trapo.
5. El año pasado creo que era (2007) a mi me parecía importante (y divertido) saber (o decidir) quiénes son Los Contemporáneos, es decir, quiénes de los que están produciendo arte o teoría en este momento del mundo, o sea desde que yo existo, van a ser después reconocidos como los más grosos "de fines del siglo XX" o "de comienzos del tercer milenio" (nota al margen: la palabra milenio cada vez va teniendo menos su sentido original para mí, y se va conviertiendo progresivamente en una radio de taxi); quiénes son los actuales Cortázar, Borges*, Arlt, Marechal, Pizarnik, Kafka, Camus, Bukowski, Steinbeck, etc., Marx, Stevenson**, etc., etc., (sólo por mencionar el plano de la literatura. En los planos del cine y la música me resulta igual de divertido jugar, y además con Darío teníamos una jerarquía máxima que se saltaba las diferencias disciplinarias). Cuestión que Houellebecq es seguro uno de nuestros mentados contemporáneos.
* Borges me la chupa
** Stevenson te amo
6. Hay un problema muy serio con la lectura de Houellebecq y es que me pone muy malo. Muy misántropo. No es exactamente un problema en realidad; es más bien algo a tener en cuenta. No es para leer en cualquier momento. A mí me sirve para potenciar algunas de mis peores características cuando me siento con ganas de ser un aparato. Por ejemplo en Mar Azul. Estaba con un grupo grande de desconocidos que entre sí eran conocidos de hace mucho, un grupo muy unido y con muchos códigos internos y todo eso (ex madrijim de una misma tnuá), además de un grupo de intereses aparentemente homogéneos, heterogéneos de los míos (con salvedades de personas y de pequeñas cosas que parecí compratir con los demás, como los juegos que hicimos) y yo desde el vamos noté que no me iba a integrar -bien hice en llevar este libro. En mi tercera jornada de estadía (y de lectura) y luego de un día muy agitado y plácido durante el cual no me había visto con nadie (de ellos), me encontraba en la playa, de noche, parado al lado de la ronda en la que todos, sentados, hablaban y bebían tragos salidos de una heladerita (a contraluz; desde mi perspectiva eran siluetas). Houellebecq no fue el único propiciante, ni tampoco el principal, pero ayudó a que yo entrara en un juego MUY DIVERTIDO en el cual todo lo que pasaba me era tan ajeno como en una película (la palabra juego no es exacta: tiene poco contenido de realidad) que yo estaba mirando. Amplío: yo jugaba a que yo felicitaba a la vida por su guión, por la brillantez de sus directores de sonido y de fotografía, a partir de la aparición de un nudo de tensión en la forma de dos chicos muy raros y encapotados (relato más cuidado, proximamente algún día quizás en aubemina). Cuando lo escriba, voy a poner esta cita (que no es de Houellebecq, sino de otro potencial -menos certero- contemporáneo Paul Auster): "Contra todo pronóstico, aquella sensación no desapareció. Si acaso, fue creciendo a medida que avanzaba la noche (...) yo ya estaba instalándome en lo que habría podido denominarse (a falta de un término más preciso) un estado de doble conciencia. Por un lado formaba parte de lo que estaba pasando a mi alrededor, y por otro me sentía aislado del entorno, dejaba que mi imaginación vagara con toda libertad (...) No es insólito que una persona esté abstraída hasta el punto de parecer ausente, pero el caso era que yo no estaba ausente. Me encontraba en aquel espacio, plenamente inmerso en lo que estaba sucediendo; y al mismo tiempo no me hayaba allí, porque aquel sitio ya no pertenecía al mundo real. Era un ámbito ilusorio que existía en mi imaginación, y también el lugar donde yo estaba. En los dos sitios al mismo tiempo."
7. El final, el final final digo, es asombroso. Es uno de los mejores finales del mundo. Tiene mucho de lo que yo decía sobre la ciencia ficción el otro día en este espacio, en la reseña de Ciudad de Clifford Simak en el punto 6 (y eso que el libro no es ciencia ficción, o no se presenta así en ningún momento; a lo mejor sí es ciencia ficción y la jodita es que uno no se da cuenta).
8.
Ponga huevo Houellebecq
Ponga huevo y corazón
que esta hinchada
se merece
se merece rock and roll
"-No sirvo para nada -dijo Bruno con resignación-. Soy incapaz hasta de criar cerdos. No tengo ni idea de cómo se hacen las salchichas, los tenedores o los teléfonos portátiles. Soy incapaz de producir cualquiera de los objetos que me rodean, los que uso o los que me como; ni siquiera soy capaz de entender su proceso de producción. Si la industria se bloqueara, si desaparecieran los ingenieros y los técnicos especializados, yo sería incapaz de volver a poner en marcha una sola rueda. Estoy fuera del complejo económico-industrial, y ni siquiera podría asegurar mi propia supervivencia: no sabría alimentarme, vestirme o protegerme de la intemperie; mis competencias técnicas son ligeramente inferiores a las del hombre de Neardenthal. Dependo por completo de la sociedad que me rodea, pero yo soy para ella poco menos que inútil; todo lo que sé hacer es producir dudosos comentarios sobre objetos culturales anticuados. Sin embargo gano un sueldo, incluso un buen sueldo, muy superior a la media. La mayor parte de la gente que me rodea está en el misma caso."
2. “La carrera hacia la apostasía parece ahora imparable: en la terna del esnobismo, ya está cabeza a cabeza con leer a Michel Houellebecq o no tener televisor en casa”, Hernán Casciari, en La Nación.
3. Mi psicólogo me recomendó este libro hace un montón. Yo no trabajaba así que ni pensé en comprármelo, aunque me hubiera gustado leerlo. Un día nos íbamos a Rosario con Darío y con Iae y en la biblioteca de María Rosa encontré Plataforma. La novela me duró tres días: no podía parar de leerla. Y ese fue mi primer acercamiento a Michel Houellebecq. A lo largo de su lectura tuve muchas erecciones.
Este verano me fui de viaje y en la galería Tienda Inglesa de Barcelona me encontré muchos libros de Anagrama muy lindos y entre ellos, Lanzarote, de Houellebecq (que me lo robé, relato hecho acá). El libro no me gustó tanto como Plataforma, hasta me pareció un poco malo. Está bueno que venga con fotos sacadas por él.
Unos meses más tarde trabajé en la feria del libro y me encontré, debajo de una pila de otros libros, Ampliación del campo de batalla. Fue buenísimo porque por un lado estaba fallado (tiene una mancha de nada en la tapa) y me salió la mitad, y por el otro los que atendían ahí no sabían que lo tenían: a la gente que preguntaba por Houellebecq le contestaban que se había agotado. Fue antes de que se reedite. Ampliación del campo de batalla es un libro es increíble. Y me parece completamente válida la comparación con Kafka. Y la tesis del título, lo que significa la ampliación del campo de batalla, brillante. Aguante Houellebecq, muerte a los humanos.
4. Finalmente empecé a ver Las partículas elementales en las librerías y tenía trabajo, así que me le compré. Justo al tiempito lo leyó Maia y me cagó el pionerismo. Yo leí otras cosas y lo dejé ahí, priorizando siempre los libros de la Biblioteca Minovich que algún día voy a tener que devolver, pero el verano llegó (que vivan las vacaciones) y me lo llevé a Mar Azul, para empezarlo en cuanto se terminara Kerouac. Hice bien. Buen enganche además, Kerouac con Houellebecq, son como lo contrario esos dos libros. De hecho Houellebecq habla mucho de lo boludos-conchudos-hijosdeputa-caca-mierda que son las/los conceptos-lugares-personas-creencias New Age, y Kerouac casi que es Osho. Houellebecq es el más misántropo y Kerouac es el más filántropo. The thing is: en este duelo que se creó porque yo hube leído el uno a continuación del otro, Houellebecq le pasa el trapo.
5. El año pasado creo que era (2007) a mi me parecía importante (y divertido) saber (o decidir) quiénes son Los Contemporáneos, es decir, quiénes de los que están produciendo arte o teoría en este momento del mundo, o sea desde que yo existo, van a ser después reconocidos como los más grosos "de fines del siglo XX" o "de comienzos del tercer milenio" (nota al margen: la palabra milenio cada vez va teniendo menos su sentido original para mí, y se va conviertiendo progresivamente en una radio de taxi); quiénes son los actuales Cortázar, Borges*, Arlt, Marechal, Pizarnik, Kafka, Camus, Bukowski, Steinbeck, etc., Marx, Stevenson**, etc., etc., (sólo por mencionar el plano de la literatura. En los planos del cine y la música me resulta igual de divertido jugar, y además con Darío teníamos una jerarquía máxima que se saltaba las diferencias disciplinarias). Cuestión que Houellebecq es seguro uno de nuestros mentados contemporáneos.
* Borges me la chupa
** Stevenson te amo
6. Hay un problema muy serio con la lectura de Houellebecq y es que me pone muy malo. Muy misántropo. No es exactamente un problema en realidad; es más bien algo a tener en cuenta. No es para leer en cualquier momento. A mí me sirve para potenciar algunas de mis peores características cuando me siento con ganas de ser un aparato. Por ejemplo en Mar Azul. Estaba con un grupo grande de desconocidos que entre sí eran conocidos de hace mucho, un grupo muy unido y con muchos códigos internos y todo eso (ex madrijim de una misma tnuá), además de un grupo de intereses aparentemente homogéneos, heterogéneos de los míos (con salvedades de personas y de pequeñas cosas que parecí compratir con los demás, como los juegos que hicimos) y yo desde el vamos noté que no me iba a integrar -bien hice en llevar este libro. En mi tercera jornada de estadía (y de lectura) y luego de un día muy agitado y plácido durante el cual no me había visto con nadie (de ellos), me encontraba en la playa, de noche, parado al lado de la ronda en la que todos, sentados, hablaban y bebían tragos salidos de una heladerita (a contraluz; desde mi perspectiva eran siluetas). Houellebecq no fue el único propiciante, ni tampoco el principal, pero ayudó a que yo entrara en un juego MUY DIVERTIDO en el cual todo lo que pasaba me era tan ajeno como en una película (la palabra juego no es exacta: tiene poco contenido de realidad) que yo estaba mirando. Amplío: yo jugaba a que yo felicitaba a la vida por su guión, por la brillantez de sus directores de sonido y de fotografía, a partir de la aparición de un nudo de tensión en la forma de dos chicos muy raros y encapotados (relato más cuidado, proximamente algún día quizás en aubemina). Cuando lo escriba, voy a poner esta cita (que no es de Houellebecq, sino de otro potencial -menos certero- contemporáneo Paul Auster): "Contra todo pronóstico, aquella sensación no desapareció. Si acaso, fue creciendo a medida que avanzaba la noche (...) yo ya estaba instalándome en lo que habría podido denominarse (a falta de un término más preciso) un estado de doble conciencia. Por un lado formaba parte de lo que estaba pasando a mi alrededor, y por otro me sentía aislado del entorno, dejaba que mi imaginación vagara con toda libertad (...) No es insólito que una persona esté abstraída hasta el punto de parecer ausente, pero el caso era que yo no estaba ausente. Me encontraba en aquel espacio, plenamente inmerso en lo que estaba sucediendo; y al mismo tiempo no me hayaba allí, porque aquel sitio ya no pertenecía al mundo real. Era un ámbito ilusorio que existía en mi imaginación, y también el lugar donde yo estaba. En los dos sitios al mismo tiempo."
7. El final, el final final digo, es asombroso. Es uno de los mejores finales del mundo. Tiene mucho de lo que yo decía sobre la ciencia ficción el otro día en este espacio, en la reseña de Ciudad de Clifford Simak en el punto 6 (y eso que el libro no es ciencia ficción, o no se presenta así en ningún momento; a lo mejor sí es ciencia ficción y la jodita es que uno no se da cuenta).
8.
Ponga huevo Houellebecq
Ponga huevo y corazón
que esta hinchada
se merece
se merece rock and roll
lunes, 29 de diciembre de 2008
Los vagabundos del Dharma de Jack Kerouac
1. Leí tres libros de Kerouac, en este orden: En el camino, Big Sur y Los vagabundos del Dharma. En el camino es un libro que le mueve el piso a más de uno. Recientemente estuve hablando con un chico que hasta no hace tanto no sólo no era lector sino que además era una de esas personas que hacen un poco de culto a la ignorancia, de esas que no hacen suyo el slogan peronista de las alpargatas y los libros sólo porque no tienen sensibilidades sociales de ese tipo. Bueno, resulta que este chico leyó En el camino y no lo podía creer. No hace falta aclarar que me parece mucho mejor que alguien que empieza a leer lo haga por Kerouac en lugar de hacerlo por J. K. Rowling (nada personal). En fin, que es un buen libro. La verdad es que no me acuerdo en qué circunstancias de mi vida lo leí, pero en cuanto a lecturas fue hace unos cuatro años cuando me enteré de que existían los beatniks, algo después de leer El almuerzo desnudo y de conocer a Bukowski (que ya sé, no es un beatnik y un toque los odia, pero como los conocí juntos los tengo emparentados). Las escenas de En el camino que más me gustaron fueron las más explicitamente sexuales o las que implicaban mayor grado de marginalidad, como a muchos otros lectores, supongo. Big Sur lo agarré dos años después del recien mencionado, y me causó una impresión mayor, porque empezó por no gustarme nada. No se parece en nada a En el camino, Kerouac no parece más un vagabundo romántico, sino más bien un californiano en busca de experiencias trascendentales con la naturaleza, un hippie cualquiera (y de nuevo, sí, ya sé, no es un hippie cualquiera porque fue "hippie" diez años antes que los demás, cuanto menos, pero a los efectos de mi gusto me da igual). En Big Sur a Kerouac todo parece venirle bien, y eso me hinchaba un poco las pelotas, hasta que finalmente se deprime y tiene todos esos episodios solo en la cabaña de Big Sur que me hicieron disfrutar el libro desde ahí y hasta el final. En definitiva, me gustó un montón ese libro, se la re banca y lo recomiendo.
2. Ahora leí Los vagabundos del Dharma, al igual que los otros dos por préstamo de la prestigiosa biblioteca Minovich. Con Los vagabundos del Dharma me pasó algo similar a lo que me pasó con Big Sur: Kerouac la pasa bien, todo el tiempo. Pero TODO EL TIEMPO. ¿Cómo se puede escribir un libro sin un puto conflicto? ¡Posta! Los únicos conflictos son que tiene frío, en algunas partes, cuando se va de mochilero. Qué boludo. Hay un solo conflicto real, que dura un puto capítulo, me dio esperanzas por un momento de que el libro iba a remontar, pero no. Y Neal Cassidy, el protagonista/co-protagonista, modelo a seguir y objeto de deseo homosexual de Kerouac en En el camino, que también tiene una buena cuota de protagonismo (menos gay) en Big Sur, en este libro fue reemplazado por un idiota que me cae mal. Y todo eso budista es una mierda seca. No porque el budismo sea una mierda seca, sino porque no sé, son todos yanquis, y estudian en Berkeley. Y después todo degeneró en el New Age. Además acabo de leer Las particulas elementales, que es la reseña que viene, y me mal predispone para todos esos asuntos New Age.
3. De todos modos, y aunque la novela en sí me haya parecido una garcha, tiene muy buenas frases, porque Kerouac escribe muy muy bien. Fin.
2. Ahora leí Los vagabundos del Dharma, al igual que los otros dos por préstamo de la prestigiosa biblioteca Minovich. Con Los vagabundos del Dharma me pasó algo similar a lo que me pasó con Big Sur: Kerouac la pasa bien, todo el tiempo. Pero TODO EL TIEMPO. ¿Cómo se puede escribir un libro sin un puto conflicto? ¡Posta! Los únicos conflictos son que tiene frío, en algunas partes, cuando se va de mochilero. Qué boludo. Hay un solo conflicto real, que dura un puto capítulo, me dio esperanzas por un momento de que el libro iba a remontar, pero no. Y Neal Cassidy, el protagonista/co-protagonista, modelo a seguir y objeto de deseo homosexual de Kerouac en En el camino, que también tiene una buena cuota de protagonismo (menos gay) en Big Sur, en este libro fue reemplazado por un idiota que me cae mal. Y todo eso budista es una mierda seca. No porque el budismo sea una mierda seca, sino porque no sé, son todos yanquis, y estudian en Berkeley. Y después todo degeneró en el New Age. Además acabo de leer Las particulas elementales, que es la reseña que viene, y me mal predispone para todos esos asuntos New Age.
3. De todos modos, y aunque la novela en sí me haya parecido una garcha, tiene muy buenas frases, porque Kerouac escribe muy muy bien. Fin.
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Jack Kerouac,
maraca,
para leer esto mejor lean la Viva
martes, 16 de diciembre de 2008
Ciudad de Clifford D. Simak
1. Ayer terminé Ciudad, este libro tan raro que no es novela ni libro de cuentos sino fix-up (no sé cómo se dice esto en castellano), lo que significa que es una novela que se conforma como tal a partir de varios cuentos. Es además, mi regreso como lector a la ciencia ficción.
2. Cuando yo empecé a leer leer, quiero decir a leer literatura no específicamente infarto-juvenil, tenía pónganle que 11 años y leí El Hobbit. La Comunidad del Anillo me resultó incomprensible (aunque a mi maestra de 6to grado le mentí, le dije que lo estaba leyendo y era mentira porque no entendía un pomo, ya la palabra tertulia me generaba un grave problema), así que leí los de Narnia, que ya los conocía porque me los habían leído un toque, y después (todo siempre siguiendo directrices de mi papá) arranqué con la ciencia ficción. Y leí muchos libros de ciencia ficción, todos ellos libros de mi padre (o si no de mi tío) de sus años de juventud. Algunos de ellos: El hombre demolido, Sirio, Yo robot, Cita con Rama; y cuando hube crecido un poco más 2001, los siete de El Mundo del Río (de Philip José Farmer, una de las cosas más geniales que haya leído nunca - el primer libro se perdió, A vuestros cuerpos dispersos), todos los de Fundación, Dune... Al mismo tiempo leía otros géneros. Pero en algún momento la ciencia ficción la dejé de leer, simplemente porque me ocuparon otros intereses. Ciudad es mi regreso como lector de ciencia ficción.
3. A mí me gusta mucho la ciencia ficción. Mucha gente (que conozco y que no conozco) desestima a la ciencia ficción como género literario serio, como si sólo fuera para nerds. Pónganle que sí, pero de todos modos tengo algunas cosas apologéticas para decir sobre la ciencia ficción. Una cosa que me gusta de la ciencia ficción es que permite a los escritores tomarse un montón de libertades que los otros géneros no, y manteniendo además cierta cuota de verosimilitud. Esta verosimilitud pasa siempre por la imposibilidad de negar lo que se está leyendo, ya sea porque la acción ocurre en el futuro, o porque ocurre en una línea de tiempo paralela a la nuestra (la ucronía, el qué hubiera pasado si): en cualquiera de los dos casos es irrefutable porque uno qué carajo va a saber qué hubiera pasado si, o qué va a pasar. Esto está estrechamente relacionado con la palabra "ciencia" que sale en el nombre del género, al lado de "ficción". La palabra "ciencia", a mi entender, tiene más que ver con una concepción de esta literatura que con una descripciones de contenidos de la misma. Es cubrirse del manto protector de la ciencia (en oposición a la magia, a la literatura fantástica, que no casualmente ha estado institucionalmente emparentada con la ciencia ficción a partir de los premios, como por ejemplo el internacional Premio Hugo, con sus dos categorías de Fantasía y de Ciencia Ficción, o el yanki Premio Nébula, lo mismo), para después hablar de cualquier cosa que se le ocurra.
4. En Ciudad, por ejemplo, lo que más me gustó es la muy cursi idea de que la humanidad desaparecerá, se extinguirá, debido a la incapacidad de los hombres de realmente comunicarse entre sí. Algo así como que nos vamos a morir por no haber entendido a Buber. Esta idea no tiene nada de científico, en el sentido más chato de la palabra, pero es mucho más importante en la novela que la aparición de robots, naves espaciales o el planeta Júpiter (esto último una obvia alegoría). Así también, la pregunta sobre la naturaleza violenta del hombre. O sobre la condición de paraíso de algo.
5. Como fue escrito en 1952, este libro tiene un par de cosas muy graciosas. Sobre todo una: EL adelanto tecnológico del libro, en los primeros capítulos, son LAS PANTALLA y las VIDEOLLAMADAS: unos cuadros de cristal que se convierten en la persona que te llama cuando, habiendo escuchado una alarma, girás una perilla, y que después se vuelven a convertir en cuadros de cristal.
6. Obviamente el futuro, en esta novela, empieza en los '60s. No sé por qué a algunos escritores les costaba preveer que tenían que alejar más los futuros o iban a quedar obsoletos. Como los Supersónicos, que viven en el año 2000. De todos modos, después se va tan lejos en el tiempo que lo que pasa en la década de 1960 se pierde en la perspectiva. Eso es otra cosa que me gusta de la ciencia ficción: el tiempo largo. En una novela "realista" (sólo para oponer a la de ciencia ficción; no sé cuál es la definición académica de realista) lo más que puede pasar son, qué, 60 años, como en El amor en los tiempos del cólera, o 100, como en la novela de las estirpes que están condenadas a esa cantidad de años de soledad y no tienen una segunda oportunidad sobre la Tierra (no sé por qué se me ocurrieron esas dos del mismo autor). O seguramente haya alguna que ahora no sé y que pasa a lo largo de varias generaciones. Por el otro lado, en una novela de literatura fantástica si acaso plantea una progresión histórica que puede abarcar miles de años (como en la Tierra Media de Tolkien), lo hace en un tiempo histórico que es otro, no el nuestro. En Ciudad, entre el capítulo 1 y el 8 pasan 12.000 años. ¡Es buenísimo eso! Porque además son 12.000 años dentro de nuestra recta histórica. Es decir, claro que ya no se puede ubicar a esta novela en nuestra recta histórica ni con la imaginación porque el boludo de Simak hizo eso del '60 (que igual tiene su justificación ideológica clara, pobre Simak, le dije boludo), pero por ejemplo el Mundo del Río no se nos arruinó: la humanidad es asesinada por fuerzas desconocidas recién en el 2010.
7. LA TRAMA. TE ARRUINO TODAS LAS SORPRESAS SI ES QUE PENSABAS QUE ALGUNA VEZ LO IBAS A LEER: En el libro, el prólogo lo escribe un perro en un mundo donde los perros tienen estos ocho cuentos como el único testimonio de que alguna vez existió algo que se llamó hombre. Luego, antes de cada cuento/capítulo, hay una nota bibliográfica escrita por el mismo perro que habla de las cosas inverosímiles o incomprensibles para los perros: conceptos como ciudad, guerra, asesinato. Es un libro pacifista, qué querés. En los capítulos, que van saltando temporalmente y cada vez más, vemos cómo los hombres, por miedo a la guerra nuclear, abandonan las ciudades y se van a vivir en casas dispersas, todo como un gran suburbio yanki (porque las ciudades son los objetivos naturales de los misiles), beneficiados además por la tecnología que les permite producir alimentos en espacios reducidos (haciendo obsoleta a la agricultura, y por lo tanto depreciando enormemente el suelo) y los aviones familiares que terminaron definitivamente con las distancias. Y va pasando el tiempo, los hombres ya tienen robots que les sirven (y tienen emociones, lo cuál es ridículo en un robot si no hay una justificación de por medio - punto menos para Simak), hay un gobierno mundial (el terror del creador de Zeitgeist) en Ginebra y una buena relación con los peludos marcianos. Resulta que los marcianos son más filósofos que otra cosa, y un marciano de nombre Juwein descubre la filosofía que va a hacer avanzar a la humanidad 10.000 años en el tiempo de dos generaciones. Pero, por la fobia de un terrícola, Juwein se muere y su filosofía no logra terminarse. Pasan más años, o siglos. Los humanos tienen bases en Júpiter en cúpulas que los protegen del gas metano y de la presión atmosférica, pero todos los que fueron envíados afuera a investigar, convertidos en una especie de focas que sobreviven a las condiciones jupiterianas o jovianas, no han regresado. Finalmente uno regresa y cuenta cómo es Júpiter: ... me aburrí de contar la trama. Si quieren saber cómo sigue, http://en.wikipedia.org/wiki/City_(Clifford_D._Simak_novel) . ¡No les dije nada de Jenkins! Bueno, hay un robot que se llama así y que está bueno porque en un momento dado se convierte en protagonista, y no venía siéndolo para nada. Pero eso es lo groso de la ciencia ficción: Jenkins es mucho más protagonista de lo que puede serlo cualquier pedorro protagonista de novela, no sé, Watanabe de la novela anterior, porque siempre a Watanabe le puede pasar algo inesperado, el destino lo puede traicionar. No es que pase mucho en la literatura, pero a veces pasa. A veces es la premisa. En la ciencia ficción, me atrevo a decir que SIEMPRE, el hombre es el culpable de su propio destino, y los acontecimientos están inscriptos en los acontecimientos anteriores, como consecuencias. Es decir, no está DIOS. Y no pocas veces, por esta ausencia de Dios, algún personaje se convierte en Dios. O toda la humanidad, depende la novela. En esta novela son sucesivamente Dios muchos personajes: Joe, Jenkins, Bruno Webster, Jon Webster, etc., etc.
8. Lo último que quiero decir: Los libros de editorial Minotauro, de esa época, de ciencia ficción, eran muy lindos. Las ediciones digo. Tengo otros cuatro de Minotauro de ciencia ficción en lista de espera: uno de Ballard, uno de Clarke, uno de Stapledon y uno de Sturgeon.
2. Cuando yo empecé a leer leer, quiero decir a leer literatura no específicamente infarto-juvenil, tenía pónganle que 11 años y leí El Hobbit. La Comunidad del Anillo me resultó incomprensible (aunque a mi maestra de 6to grado le mentí, le dije que lo estaba leyendo y era mentira porque no entendía un pomo, ya la palabra tertulia me generaba un grave problema), así que leí los de Narnia, que ya los conocía porque me los habían leído un toque, y después (todo siempre siguiendo directrices de mi papá) arranqué con la ciencia ficción. Y leí muchos libros de ciencia ficción, todos ellos libros de mi padre (o si no de mi tío) de sus años de juventud. Algunos de ellos: El hombre demolido, Sirio, Yo robot, Cita con Rama; y cuando hube crecido un poco más 2001, los siete de El Mundo del Río (de Philip José Farmer, una de las cosas más geniales que haya leído nunca - el primer libro se perdió, A vuestros cuerpos dispersos), todos los de Fundación, Dune... Al mismo tiempo leía otros géneros. Pero en algún momento la ciencia ficción la dejé de leer, simplemente porque me ocuparon otros intereses. Ciudad es mi regreso como lector de ciencia ficción.
3. A mí me gusta mucho la ciencia ficción. Mucha gente (que conozco y que no conozco) desestima a la ciencia ficción como género literario serio, como si sólo fuera para nerds. Pónganle que sí, pero de todos modos tengo algunas cosas apologéticas para decir sobre la ciencia ficción. Una cosa que me gusta de la ciencia ficción es que permite a los escritores tomarse un montón de libertades que los otros géneros no, y manteniendo además cierta cuota de verosimilitud. Esta verosimilitud pasa siempre por la imposibilidad de negar lo que se está leyendo, ya sea porque la acción ocurre en el futuro, o porque ocurre en una línea de tiempo paralela a la nuestra (la ucronía, el qué hubiera pasado si): en cualquiera de los dos casos es irrefutable porque uno qué carajo va a saber qué hubiera pasado si, o qué va a pasar. Esto está estrechamente relacionado con la palabra "ciencia" que sale en el nombre del género, al lado de "ficción". La palabra "ciencia", a mi entender, tiene más que ver con una concepción de esta literatura que con una descripciones de contenidos de la misma. Es cubrirse del manto protector de la ciencia (en oposición a la magia, a la literatura fantástica, que no casualmente ha estado institucionalmente emparentada con la ciencia ficción a partir de los premios, como por ejemplo el internacional Premio Hugo, con sus dos categorías de Fantasía y de Ciencia Ficción, o el yanki Premio Nébula, lo mismo), para después hablar de cualquier cosa que se le ocurra.
4. En Ciudad, por ejemplo, lo que más me gustó es la muy cursi idea de que la humanidad desaparecerá, se extinguirá, debido a la incapacidad de los hombres de realmente comunicarse entre sí. Algo así como que nos vamos a morir por no haber entendido a Buber. Esta idea no tiene nada de científico, en el sentido más chato de la palabra, pero es mucho más importante en la novela que la aparición de robots, naves espaciales o el planeta Júpiter (esto último una obvia alegoría). Así también, la pregunta sobre la naturaleza violenta del hombre. O sobre la condición de paraíso de algo.
5. Como fue escrito en 1952, este libro tiene un par de cosas muy graciosas. Sobre todo una: EL adelanto tecnológico del libro, en los primeros capítulos, son LAS PANTALLA y las VIDEOLLAMADAS: unos cuadros de cristal que se convierten en la persona que te llama cuando, habiendo escuchado una alarma, girás una perilla, y que después se vuelven a convertir en cuadros de cristal.
6. Obviamente el futuro, en esta novela, empieza en los '60s. No sé por qué a algunos escritores les costaba preveer que tenían que alejar más los futuros o iban a quedar obsoletos. Como los Supersónicos, que viven en el año 2000. De todos modos, después se va tan lejos en el tiempo que lo que pasa en la década de 1960 se pierde en la perspectiva. Eso es otra cosa que me gusta de la ciencia ficción: el tiempo largo. En una novela "realista" (sólo para oponer a la de ciencia ficción; no sé cuál es la definición académica de realista) lo más que puede pasar son, qué, 60 años, como en El amor en los tiempos del cólera, o 100, como en la novela de las estirpes que están condenadas a esa cantidad de años de soledad y no tienen una segunda oportunidad sobre la Tierra (no sé por qué se me ocurrieron esas dos del mismo autor). O seguramente haya alguna que ahora no sé y que pasa a lo largo de varias generaciones. Por el otro lado, en una novela de literatura fantástica si acaso plantea una progresión histórica que puede abarcar miles de años (como en la Tierra Media de Tolkien), lo hace en un tiempo histórico que es otro, no el nuestro. En Ciudad, entre el capítulo 1 y el 8 pasan 12.000 años. ¡Es buenísimo eso! Porque además son 12.000 años dentro de nuestra recta histórica. Es decir, claro que ya no se puede ubicar a esta novela en nuestra recta histórica ni con la imaginación porque el boludo de Simak hizo eso del '60 (que igual tiene su justificación ideológica clara, pobre Simak, le dije boludo), pero por ejemplo el Mundo del Río no se nos arruinó: la humanidad es asesinada por fuerzas desconocidas recién en el 2010.
7. LA TRAMA. TE ARRUINO TODAS LAS SORPRESAS SI ES QUE PENSABAS QUE ALGUNA VEZ LO IBAS A LEER: En el libro, el prólogo lo escribe un perro en un mundo donde los perros tienen estos ocho cuentos como el único testimonio de que alguna vez existió algo que se llamó hombre. Luego, antes de cada cuento/capítulo, hay una nota bibliográfica escrita por el mismo perro que habla de las cosas inverosímiles o incomprensibles para los perros: conceptos como ciudad, guerra, asesinato. Es un libro pacifista, qué querés. En los capítulos, que van saltando temporalmente y cada vez más, vemos cómo los hombres, por miedo a la guerra nuclear, abandonan las ciudades y se van a vivir en casas dispersas, todo como un gran suburbio yanki (porque las ciudades son los objetivos naturales de los misiles), beneficiados además por la tecnología que les permite producir alimentos en espacios reducidos (haciendo obsoleta a la agricultura, y por lo tanto depreciando enormemente el suelo) y los aviones familiares que terminaron definitivamente con las distancias. Y va pasando el tiempo, los hombres ya tienen robots que les sirven (y tienen emociones, lo cuál es ridículo en un robot si no hay una justificación de por medio - punto menos para Simak), hay un gobierno mundial (el terror del creador de Zeitgeist) en Ginebra y una buena relación con los peludos marcianos. Resulta que los marcianos son más filósofos que otra cosa, y un marciano de nombre Juwein descubre la filosofía que va a hacer avanzar a la humanidad 10.000 años en el tiempo de dos generaciones. Pero, por la fobia de un terrícola, Juwein se muere y su filosofía no logra terminarse. Pasan más años, o siglos. Los humanos tienen bases en Júpiter en cúpulas que los protegen del gas metano y de la presión atmosférica, pero todos los que fueron envíados afuera a investigar, convertidos en una especie de focas que sobreviven a las condiciones jupiterianas o jovianas, no han regresado. Finalmente uno regresa y cuenta cómo es Júpiter: ... me aburrí de contar la trama. Si quieren saber cómo sigue, http://en.wikipedia.org/wiki/City_(Clifford_D._Simak_novel) . ¡No les dije nada de Jenkins! Bueno, hay un robot que se llama así y que está bueno porque en un momento dado se convierte en protagonista, y no venía siéndolo para nada. Pero eso es lo groso de la ciencia ficción: Jenkins es mucho más protagonista de lo que puede serlo cualquier pedorro protagonista de novela, no sé, Watanabe de la novela anterior, porque siempre a Watanabe le puede pasar algo inesperado, el destino lo puede traicionar. No es que pase mucho en la literatura, pero a veces pasa. A veces es la premisa. En la ciencia ficción, me atrevo a decir que SIEMPRE, el hombre es el culpable de su propio destino, y los acontecimientos están inscriptos en los acontecimientos anteriores, como consecuencias. Es decir, no está DIOS. Y no pocas veces, por esta ausencia de Dios, algún personaje se convierte en Dios. O toda la humanidad, depende la novela. En esta novela son sucesivamente Dios muchos personajes: Joe, Jenkins, Bruno Webster, Jon Webster, etc., etc.
8. Lo último que quiero decir: Los libros de editorial Minotauro, de esa época, de ciencia ficción, eran muy lindos. Las ediciones digo. Tengo otros cuatro de Minotauro de ciencia ficción en lista de espera: uno de Ballard, uno de Clarke, uno de Stapledon y uno de Sturgeon.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Norwegian Wood de Haruki Murakami
1. Es la primera novela japonesa que leo en mi vida. A lo largo de mi adolescencia vi mucho animé, vi varias películas y mucho más leí manga, pero nunca había leído una novela japonesa. Lo primero que me dio gracia fue encontrar rasgos comunes a todos estos géneros, principalmente entre el manga y esta novela (que por ser la única, se vuelve denominador común a todas las novelas japonesas, porque yo soy The Borg), como la parte en que Watanabe, el protagonista, habla de la coraza que lo aisla de los demás ("Shinji, ¿quieres hacerte uno conmigo?"), o la alusión permanente a la comida.
2. No fue sino hasta la historia de Reiko de la niña perversora, que me empezó a parecer que la novela estaba más que bien. La lectura de toda la primera parte, aunque con sus highlights, había pasado más apacible que movilizadoramente, y de hecho el capítulo mismo en que Reiko relata su historia me había parecido muuuy aburrido, al punto que había entendido por qué Lau había abandonado, pero entonces se puso kinky. Nah, jodita, ya se había puesto kinky (aunque no demasiado - las escenas de sexo también se adecuaron a mi preconcepto de lo japonés). Esa parte, o todas las partes de Reiko en realidad, son las mejores del libro. Aguante Reiko, Naoko puta.
3. Las mujeres de la novela son Naoko, Midori, Reiko y Hatsumi, más todos los garches ocasionales. Es notable (y a mí me resultó molesto) que Watanabe coja con todas las mujeres de la novela (menos con una, y porque está enamorada del amigo, que si no...). Además, por lo que me resultó más pelotudo Watanabe, es porque se enamora de la peor de las cuatro, Naoko, que es uno de esos personajes lánguidos que me dan ganas de partirle una pala en la cabeza. Midori es mucho mejor, Watanabe sos un gil.
4. ¿Los japoneses se suicidaran mucho? En la novela se suicida medio mundo, y de diferentes maneras: uno se ahoga con el humo del auto en el garage, una se corta con la Gillette, una se ahorca bajo techo y otra al aire libre... A lo mejor sí se suicidan mucho. Me acordé también del principio de Battle Royal. Pero qué formas truculentas de suicidarse che...
5. En definitiva, la novela me gustó bastante, me dieron ganas de leer "Al sur de la frontera, al oeste del sol" que me dijeron que está mucho mejor que esta.
2. No fue sino hasta la historia de Reiko de la niña perversora, que me empezó a parecer que la novela estaba más que bien. La lectura de toda la primera parte, aunque con sus highlights, había pasado más apacible que movilizadoramente, y de hecho el capítulo mismo en que Reiko relata su historia me había parecido muuuy aburrido, al punto que había entendido por qué Lau había abandonado, pero entonces se puso kinky. Nah, jodita, ya se había puesto kinky (aunque no demasiado - las escenas de sexo también se adecuaron a mi preconcepto de lo japonés). Esa parte, o todas las partes de Reiko en realidad, son las mejores del libro. Aguante Reiko, Naoko puta.
3. Las mujeres de la novela son Naoko, Midori, Reiko y Hatsumi, más todos los garches ocasionales. Es notable (y a mí me resultó molesto) que Watanabe coja con todas las mujeres de la novela (menos con una, y porque está enamorada del amigo, que si no...). Además, por lo que me resultó más pelotudo Watanabe, es porque se enamora de la peor de las cuatro, Naoko, que es uno de esos personajes lánguidos que me dan ganas de partirle una pala en la cabeza. Midori es mucho mejor, Watanabe sos un gil.
4. ¿Los japoneses se suicidaran mucho? En la novela se suicida medio mundo, y de diferentes maneras: uno se ahoga con el humo del auto en el garage, una se corta con la Gillette, una se ahorca bajo techo y otra al aire libre... A lo mejor sí se suicidan mucho. Me acordé también del principio de Battle Royal. Pero qué formas truculentas de suicidarse che...
5. En definitiva, la novela me gustó bastante, me dieron ganas de leer "Al sur de la frontera, al oeste del sol" que me dijeron que está mucho mejor que esta.
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